El talentoso colombiano, como muchos otros, no ha logrado asentarse en Chamartín
Ayer debutó James Rodríguez en el Everton con victoria en casa del Tottenham de Mourinho y los periódicos se deshacen con el juego del colombiano. Claro que no es lo mismo James en el Everton que James en el Madrid, pensarán algunos. Yo digo que James es el mismo en el Mónaco, en el Madrid, en el Bayern de Múnich y en el Everton. Donde no es el mismo es con Colombia, que es donde todos le echamos el ojo en aquel Mundial.
Su talento de fogonazos es materia prima de highlight. ¿Quién no pensaría viendo al joven James preMadrid que esa zurda hermosa y violenta y esos movimientos de patio de colegio no eran un tesoro? A James le van a esperar siempre. Siempre va a haber alguien gustoso de recibirle como el Everton. James tiene el talento y el impulso, pero no la constancia.
Llegó a Madrid y deslumbró y luego se aburrió. Aburrido se fue a Múnich para animarse y volvió a deslumbrar hasta que se volvió a aburrir. Regresó a los Madriles ventilado y con ganas, pero pronto se le agotaron. Acaba de llegar a Liverpool y ya ha deslumbrado, otra vez. Es la rueda. Y volverá a aburrirse.
A James se le da bien deslumbrar. No tanto alumbrar. Ese talento funciona para dejar a todo el mundo ciego hasta que vuelve a ver. En Madrid eso lo sabemos. En Madrid ya podemos ver, aunque seguimos adorando sus delicias con cierta lástima de no ser recurrentes. No se puede ser sublime siempre, como decía Baudelaire, aunque queramos.
Casi lo mejor de todo esto, lo más divertido, es que no nos van a faltar los que no faltan nunca en casos como estos, por especial que sea James Rodríguez. Si James Rodríguez empieza a triunfar en el Everton nos acompañarán esos huéspedes que siguen a las ballenas y que suelen venir a decir siempre que la culpa de que James Rodríguez no haya triunfado en Madrid es del Madrid, por supuesto.
Son los huéspedes que creen que todos los jugadores buenos (o todos los jugadores que les gustan) son buenos para el Madrid. Cuánto nos hubiera gustado a muchos ver a James, y a tantos otros, triunfar en Chamartín, pero ni siquiera los mejores y más audaces pilotos de pruebas del desierto de Mojave pudieron ser astronautas.
Triunfar en el Madrid es como ser elegido para salir al espacio en el proyecto Mercury. No veo yo a James orbitando durante días sin nada más que hacer. Por eso no se ha quedado, como no se quedaron otros. No pasaron las pruebas, esa es la realidad, por mucho que quisiéramos que las pasaran.
Quizá fuera ese el miedo de Totti, no pasar el corte del Madrid, para quedar amarrado en Roma, por ejemplo. O incluso el del bético Joaquín. Ir al Madrid es correr el riesgo de saber, y de que todo el mundo sepa, que no se sirve para el Madrid. No todo el mundo es capaz de aceptar una realidad tan cruda, quizá como le pasó a Robben.
No es lo mismo valer para el Bayern y valer para el Madrid, como no es lo mismo valer para el Everton y valer para el Madrid. No todo buen jugador vale para el Madrid, y es un hecho histórico que ya debiera estar normalizado en el madridismo si el madridismo, o al menos una parte, no se empeñara en señalar a su equipo para no ser diferente a los que tanto les gustaría (y no pueden) ser diferentes.
Todo jugador fichado por el Madrid que salga prematuramente del Madrid va a jugar bien en cualquier equipo porque el Madrid sólo ficha a los mejores (salvo las excepciones y el folclore que tan bien retrata aquí Carlos Mayoral), que pueden no valer para el Madrid y sí para todos los demás.
Esto no lo entienden algunos jugadores y tampoco un buen número de aficionados y enterados. Ese tipo de aficionados y enterados son esos mismos que llegaron a decir que Cazorla y un tal De las Cuevas, con todos mis respetos hacia ellos, eran mejores que Modric. Es posible que lo fueran. Pero no en el Real Madrid.
Fotografías Getty Images.
Buen artículo que casa mal o, al menos, un poco mal con la realidad. Porque James, en su primer año entero, no en un par de partidos o en quince minutos de fiesta de un partido cualquiera, alumbró (utilizando la misma terminología que el autor) hasta que el singular Carletto exprimió a los doce o tres titulares y aquello acabó mal, para todos. Vino ZZ y se acabó James. Y volvemos recurrentemente a la pregunta de siempre: ¿James no vale para jugar en el RM y el actual Isco, sí? ¿Por qué? Porque si Isco, con el nivel mostrado en sus dos últimos años en los muchos minutos que ha disputado, sí vale para jugar en el RM, no es que también valga James, es que vale hasta el mítico Faubert. Yo creo que la realidad es mucho más simple. James no vale para jugar en el RM, no porque carezca de la genética madridista, sino porque a su entrenador no le gusta. Y no le gusta de acuerdo con un peculiar criterio que nadie es capaz de entender. Ni sus más aferrados admiradores.
Grandísima verdad la que se cuenta en este artículo.
Suscribo.
Hace tiempo, bastante, leí unas declaraciones de algún directivo (no recuerdo quién las hizo, quizás alguien aquí pueda confirmar el dato), según las cuales la cantera tenía por objetivo "sacar jugadores con nivel de Primera División". Ojo, no para el primer equipo, sino para la Primera División, así, en general. Y si ni siquiera estar en la cantera, bajo seguimiento continuo y con una formación acorde a los estándares del club, implica "valer para el Madrid", pues imaginémonos lo complicado que tiene que ser encontrar a alguien de fuera que "valga".
Y así debe seguir siendo.
Más claro no se puede decir.
Una cosa es ser buen jugador y otra es que valga para el Real Madrid, no me cansaría de poner nombres.
P.D... continúan los problemas para entrar en La Galerna, no sé qué pasará.
Salud8s
HALA MADRID
James vale para el Madrid. Lo que pasa es que no todos los jugadores sirven para hacer carrera en el Madrid que es diferente. Özil. Di María. Higuaín....
Las cosas son más sencillas de lo que parecen. A James le falta el carácter competitivo para triunfar permanentemente no solo en el Madrid, sino también en el Bayern, como ha demostrado en ambos equipos. Puede tener destellos de calidad, que le pueden valer para ser cabeza de ratón en el Everton (y en Colombia) pero no para ser titular indiscutible en equipos como el Madrid o el Bayern, que son primera línea mundial.
Jump.....te recuerdo que algunos de los que citas, se fueron para ganar títulos y ahí los tienes, ninguno de los tres valen para nada y que todo el que se va a otro equipo......nunca triunfa. Como en el Madrid, nada o nada de nada.
Vaya ejemplo has ido a poner.
Salud8s
HALA MADRID