El Real Madrid visita esta noche uno de los templos europeos en busca de ratificar las buenas sensaciones de los dos últimos partidos. Espera en Anfield Road, con sed de venganza, el equipo más en forma del continente. El Liverpool de Arne Slot llega en un momento sensacional, ya que es líder en solitario de la Premier League y, hasta ayer, de la Champions, mostrando una solidez defensiva que recuerda al propio equipo red de la temporada 2018/2019, siendo el equipo menos goleado en ambas competiciones. Esto último no es fruto de la casualidad, debido a que cuentan con un central experimentado que aún mantiene un alto rendimiento como Virgil van Dijk, y el que, para mí, es el mejor central de la actualidad: Ibrahima Konaté. Además, otros jugadores como Alexis Mac Allister, Luis Díaz, o Cody Gakpo han dado un paso al frente, asumiendo responsabilidades y asentándose en las alineaciones de manera habitual.
El exentrenador del Feyenoord ha mantenido los pilares que hicieron del Liverpool de Klopp un equipo competitivo y dominante, añadiéndole una pieza que ha dado otro enfoque a su idea: la inclusión de Ryan Gravenberch en el once ha sido un acierto monumental por parte de Slot, quien tiene en el centrocampista neerlandés un jugador con gran recorrido capaz de influir en todas las fases del juego y de aportar el equilibrio necesario a un equipo muy ofensivo, ya que juega con tres atacantes y un mediapunta.
La joya de la corona, su mejor futbolista, y el más intimidante para el equipo merengue, es Mohamed Salah. El atacante egipcio sigue manteniendo un rendimiento espectacular a sus 32 años, siendo decisivo en cada partido y en cada competición que juega. Sus cifras son apabullantes: 12 goles y 10 asistencias en 1.439 minutos, que se traduce en un gol producido cada 65 minutos. Es uno de los mejores futbolistas del mundo, y el que probablemente obligue a Ancelotti a tomar decisiones con respecto a su alineación.
Las bajas sufridas en los últimos partidos invitan a una reconfiguración táctica: es momento de volver al 4-4-2 que tan buen resultado dio durante gran parte de la temporada pasada. A pesar de las lesiones que han ido ocurriendo, no todo iban a ser malas noticias: Thibaut Courtois está listo para enfrentarse al equipo que amargó en aquella mágica final de París en 2022. El meta belga está completamente recuperado del contratiempo sufrido en el aductor de la pierna izquierda, por lo que el Real Madrid recupera al mejor portero del mundo para un encuentro trascendental en esta temporada, debido a la alarmante situación clasificatoria en Champions.
Las bajas sufridas en los últimos partidos invitan a una reconfiguración táctica: es momento de volver al 4-4-2 que tan buen resultado dio durante gran parte de la temporada pasada
La defensa ha sido, con diferencia, la zona más afectada por las lesiones. A pesar de ello, Ancelotti debería dar continuidad a la pareja Rüdiger-Asencio, la cual está demostrando una notable complementariedad, a pesar de la inexperiencia del joven central español. En los laterales, Fede Valverde será desplazado a la banda derecha, donde demostró que puede ser un factor muy competitivo precisamente en Anfield durante aquella eliminatoria de 2021. En el flanco izquierdo, Mendy debería ser el elegido. Bien es cierto que Fran García ha sido el titular durante los últimos encuentros, pero al tener en frente un extremo tan determinante y veloz como Salah, Carlo debería apostar por un especialista defensivo como el francés, quien debe reencontrarse con su mejor versión. Y no existe un mejor escenario que una noche europea con aroma a eliminatoria para hacerlo.
En el centro del campo, Camavinga se ha hecho dueño y señor del pivote con dos grandes actuaciones ante Osasuna y Leganés. Bellingham debe acompañarle en la sala de máquinas para poder asociarse con el francés, quien necesitará apoyos ante la presión asfixiante del Liverpool. Por delante, y en la posición de volante, Modric y Arda Güler deben jugar con libertad para ayudar a Camavinga, y escalonarse para poder distribuir el juego. Arda debe jugar un papel esencial. Jugará por la banda de Andrew Robertson. El lateral escocés se encuentra en un bajo momento de forma para lo que se le presupone a uno de los mejores laterales del mundo. El joven mediapunta turco debe explotar esta debilidad mediante su movilidad, habilidad para el regate, y visión.
Respecto a la delantera, la lesión de Vinícius es un contratiempo irreparable para el Real Madrid. Ha perdido al mejor jugador del equipo, que tiene un idilio con esta competición, y especialmente ante el Liverpool. Tras este varapalo, es momento para que Mbappé asuma la responsabilidad de liderar a la escuadra. El atacante francés va a tener la oportunidad de jugar en su mejor posición, y se necesita su mejor versión de manera urgente. Para completar la alineación, lo normal sería que Ancelotti eligiera a Brahim para formar una doble punta junto a Kylian. Sin embargo, Endrick sería una mejor opción, ya que el brasileño responde a ese perfil de delantero clásico, que fija centrales y les obliga a estar pendientes de él durante todo el partido. Además, si decidiera alinearle, diseñaría el escenario perfecto para Mbappé: jugaría por la banda izquierda y con un delantero de referencia.
La situación es compleja, tanto por la clasificación como por la magnitud del rival que tendrá en frente el Real Madrid. Pero hay una frase que cae como anillo al dedo en este contexto, y más si atendemos a la historia reciente del club blanco: “No hay mejor momento para matar que cuando ya te dan por muerto”.
Getty Images.
Anfiel,no Anfield Road