Jovic: juicio sumarísimo

Buenos días. Vuelve la Champions, en partidos que para el Madrid y el Barça son intrascendentes, lo que posibilitará el ver en acción a aquellos efectivos menos habituales en las alineaciones de los dos grandes. Este hecho podría suscitar por parte de la prensa una actitud de interés, esperanza o sana curiosidad. Resulta que lo que trae consigo, en cambio, es una buena dosis de presión para esos poco habituales, o para alguno de ellos.

Naturalmente esto solo sucede en una de las dos orillas del río. En la otra orilla siempre brilla el sol, a Dembélé no se le recuerda su precio ni sus catastróficos números ni sus constantes lesiones, pero en la orilla capitalina estas ocasiones de lucimiento para los suplentes se plantean como agónicas reválidas, exámenes sumarísimos, pruebas determinantes. Se les recuerda su precio a estos actores secundarios, como si fueran responsables del mismo, y se les plantean objetivos inalcanzables en su actual estatus de suplentes, aplicando sobre el malhadado jugador unas exigencias de rendimiento bastante inhumanas e injustas considerando su escasez de minutos.

Ahí tenéis si no al pobre Jovic, que no juega casi nunca, enfrentado a un pelotón de fusilamiento metafórico. Múltiples gatillos se accionarán de manera automática en los figurados fusiles a la primera ocasión de gol marrada por el chico, que para eso somos los Supertacañones del As, el tribunal más severo, la representación judicial del piperismo más inmisericorde. “El partido de Brujas, oportunidad para un delantero de 60 millones” dice Ouija Daily, haciendo calar subliminalmente la sensación de que el serbio ha metido la mano en los bolsillos de los socios, uno a uno, en un carterismo pormenorizado, hasta reunir 60 kilos, cantidad que por lo demás, tal y como está el mercado, no es ningún disparate aunque así se presente implícitamente.

“Ha marcado solo un gol frente a los 27 del año pasado ante el Eintracht”. Dices “frente” y todo vale, o eso piensa Ouija Daily, pero no vale, no. No vale comparar variables no homogéneas: el número de goles que lleva un jugador a 10 de diciembre con los que llevaba AL FINAL de toda la temporada anterior en la que además era titular en su equipo, peras con manzanas, churras con merinas. Todo vale con tal de acrecentar la histeria que definiría el entorno del Madrid si de ellos dependiera, y como por desgracias hasta cierto punto sí depende pues ahí lo tenéis: Jovic under pressure, como cantaban Mercury y Bowie en aquella catedral madridista de la música pop cuyo riff de bajo plagiaría años más tarde el socio culé Vanilla Ice.

El resto de portadas del día son naderías, Rakitic que ahora sí vale, Ansu Fati que vuelve a la portada (no es noticia) pero también al campo (sí es noticia), Mbappé que le pone caritas a Tuchel y con eso hay que interpretar que está fichado por el Madrid. Un día insípido en el portadismo diario, un día que hemos visto cien mil veces. Un día en el que ninguno de los cuatro jinetes del Apocalipsis se digna reflejar la auténtica y monstruosa noticia del día de ayer, a saber, la designación para el Clásico de Hernández al cuadrado con De Burgos Bengoetxea en el VAR con Hristo Stoichkov y Cristóbal Soria como jueces de línea.

Un día que ojalá, con todo, os sea propicio, amigos galernautas.