Hace meses, concretamente a finales de marzo, con la temporada agonizando y el madridismo armando en su cabeza la plantilla para la temporada 2019/2020, me atreví con un texto en el que daba mis pinceladas sobre altas y bajas. En este segundo apartado aparecía, entre otros, el nombre de Isco Alarcón, aunque, bien es cierto con una incógnita sobre su figura, ya que una parte de mí entendía que su ciclo había acabado, pero la otra intuía en la llegada de Zidane una última oportunidad para el andaluz.
Así todo, lo cierto es que llevamos varios meses de competición y la aportación de Isco se reduce a tres partidos -104 minutos-. Los problemas físicos y la apuesta de Zidane por otros futbolistas -James o Fede Valverde, por poner un par de ejemplos, han demostrado estar preparados para asumir galones- han minimizado el impacto del futbolista de Arroyo de la Miel. Lo peor, más allá de los números, es la sensación de que nadie lo echa en falta.
Sin embargo, el calendario se recrudece a partir de ahora. Se acaba el parón y al Real Madrid se le viene encima una serie de partidos cuya trascendencia es mayúscula. En Liga debe mantener el tipo para no bajarse del liderato, mientras que en Champions League se complicó la vida y ahora tendrá que dar el cien por cien si quiere estar en octavos de final. Si a ello le sumamos que el día 26 hay un Clásico en el Camp Nos, la exigencia se torna máxima. En total serán siete partidos en apenas veintidós días.
el calendario se recrudece a partir de ahora
Ahí es donde debe emerger la figura de Isco Alarcón. Zidane tendrá que tirar de gran parte de la plantilla para solventar este tramo de la temporada con éxito. James está, Valverde tiró la puerta abajo, Kroos y Casemiro son indiscutibles, Modric jugará los partidos de altura y arriba los nombres parecen claros. Ese escenario deja a Isco un poco apartado de los focos, pero seguro que tendrá minutos de aquí a final de 2019.
Con Eriksen y Fabián sonando, los que ya hay respondiendo y Martin Odegaard reclamando un hueco a gritos, Isco, que hace meses no tenía claro su destino, tiene ante sí un último tren en el Real Madrid. Ya ha demostrado su calidad y lo mucho que puede aportar al equipo. Zidane, además, confía en él. En su mano está subirse al tren y no mirar atrás.
Tren, dirección... a cualquier sitio, con tal de que sea bien lejos del Real Madrid
Seguid esperando pues , lo lleváis claro . Los que esperáis digo .
Queda abierta la veda.