Ayer jugó la selección española de fútbol, o simplemente España, que es como la seguimos llamando en el barrio, más por tradición simplificadora que por afán de reivindicación patriótica. Por supuesto, de La Roja nada se dice por aquí, aparte de sospechar que el apelativo obedece a los sacrosantos criterios comerciales que, ya se sabe, son apátridas, globalizadores y un poco estúpidos, todo sea dicho. Ocurre, además, que en el barrio hay gente mayor que piensa en Dolores Ibárruri cuando oye eso de "la roja", a lo que otros más jovenes pero ya talludos contestan que no, que están hablando de Pilar Bardem. Con España, en cambio, no hay confusión alguna. Es decir que juega España y saber todos al instante que los chicos de Del Bosque disputan un partido. En fin, qué les vamos a contar del barrio si seguramente se parece al suyo.
Poca chicha traen hoy las portadas deportivas. Ocurre con ellas lo mismo que ocurre con el fútbol en general cada vez que hay parón de selecciones: exactamente que hay parón. Es como un paréntesis algo forzado, una pausa del vértigo competitivo, un momento propicio para ir al baño o calentar alguna cosa en el microondas. Y más cuando el partido de anoche enfrentó a España nada menos que con Luxemburgo, una potencia en fiscalidad que no ve traducido su nivel a esto del balompié. En consecuencia, cuatro fueron los goles que se llevaron los del Gran Ducado en Las Gaunas, por donde anoche no corrió el Tato Abadía, sino una remozada selección española, aun con Iker de portero. Marcaron sendos goles Cazorla (mil veces mejor que Modric, ¿recuerdan?) y Alcácer, y todos contentos ya camino de la Eurocopa de Francia.
Bueno, todos no. Suponemos que ni Pellegrini ni Allegri estarán hoy muy contentos, ya que cayeron lesionados Silva y Mata, uniéndose a otros ilustres damnificados de este virus FIFA que ya da para pandemia. La OMS no parece haberse pronunciado, pero ya viene clamando al cielo que esto no se organice de otro modo, que los clubes tengan que recibir con gasas, bisturí y rayos láser a sus jugadores cada vez que regresan de un partido con la selección de sus respectivos países. Y todo esto sin rechistar, claro está, no vaya a ser que los equipos sean acusados de insolidarios o de poco patriotas. De abrir el melón para que las federaciones nacionales paguen a los clubes por los servicios de sus jugadores muy poca gente habla, cuanto menos de que esas mismas federaciones indemnicen y/o corran con los gastos de las recuperaciones en el caso -tan probable ya que es casi seguro- de que existan lesiones.
Marca entrecomilla una frase que suscribimos por el enfado que denota, aunque no informe de quién la ha dicho: "Se pasaron los avisos por el arco del triunfo". Muy apropiada, sin duda, la alusión al icónico monumento parisino, ya que es un francés -nuestro Karim Benzema- quien regresa lesionado a Madrid y ajo y agua, que dirían los antimadridistas del barrio. Al parecer, el Madrid había avisado a la federación francesa de que el delantero andaba delicado, razón por la cual ya dijo Benítez esta misma semana en entrevista radiofónica que estaba intentando protegerle con algunos de los cambios que tantos ríos de tinta amarilla han hecho verter. Pero nada. Oídos sordos de Francia a las advertencias del Madrid y oídos sordos de la prensa deportiva patria a esas palabras de Benítez, no vaya a ser que nos quiten la posibilidad de crear el primer gran incendio en la Casa Blanca. Benzema juega porque lo dicen los enfants de la patrie y a Benzema lo cambian porque Benítez es un amarrategui. Y que siga el ventilador esparciendo eso que ustedes ya saben.
Piqué ocupa casi todo el espacio de las portadas deportivas catalanas del día. La afición que anoche atestó el estadio de Las Gaunas hizo gala de su ancestral e inquebrantable madridismo para pitar al central del Barcelona, y la verdad es que ni las más fanáticas estadísticas alumbraban antes del asunto Piqué datos tan beneficiosos para el Real Madrid. A este paso no habrá gorras, ni bufandas, ni camisetas suficientes en el mundo para todos los madridistas que hay en España. De seguir con estas, podría darse el caso de que hubiera incluso más madridistas que población, y eso ya se nos antoja un exceso de cálculo, aunque bien mirado todo en el Madrid resulta excesivo, sobre todo la utilización de su nombre para cualquier cosa que no sea meterlo en todas las polémicas.
Mientras pitaban a Piqué, Messi se sacaba y publicaba una foto, "feliz y enigmático" dice Mundo Deportivo, mostrando "su fortaleza anímica" dice Sport. Nosotros en La Galerna optamos por decir que el argentino simplemente se mostró faltón y desafiante, no tanto por la foto, como por la cobarde leyenda que la acompaña. "Y así estoy yo, H...", dejó Messi como testimonio, sin poder asegurar nadie -pero sí tener totalmente claro- a qué institución pública relacionada con los dineros hace alusión esa H que el argentino deja en un suspenso más claro que el agua clara. Qué ufano Leo, qué tranquilidad la suya, qué bravuconería y qué poca vergüenza. Más o menos las mismas virtudes que alumbran a Mundo Deportivo y a Sport al ensalzar la actitud de alguien que parece jactarse de que Hacienda pida para él una pena de 22 meses y 15 días de cárcel más el pago de otros 4'1 millones de euros por fraude fiscal. Y más o menos las mismas virtudes que adornan al público del teatro Tívoli que, en supuesta señal de apoyo, aplaudió a Messi al entrar al patio de butacas. Se ve que Hacienda somos todos ma non troppo, pues al fin y al cabo no deja de ser una rancia institución centralista que no conoce la estelada.
"Lo tuyo es puro teatro", cantaba La Lupe, "qué bien te queda el papel, después de todo parece que es esa tu forma de ser".
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3 comentarios en: De la enfermería al teatro
Lo de marca y as intentando tapar los pitos a pique ya roza el mayor de los ridiculos,muy acertado por vuestra parte el resaltar que intentan meter al madrid por medio porque parece que asi protegen a la seleccion de un tema que,pique,se ha ganado por meritos propios,porque,pitar,es libertad de expresion.Un saludo y mi mayor agradecimiento por vuestro portaanálisis diario.Gracias.
El agradecimiento es nuestro, estimado.
A mi lo que me sorprende es que no se diga nada de la camiseta de messi (Paris), significara algo, si fuera CR7 que estaría diciendo ya el plasta de relaño