Las lesiones son el mayor problema y el gran temor de un futbolista. A lo largo de la historia son muchos los nombres de jugadores del Real Madrid a los que la tendencia a lesionarse o tener problemas físicos les ha acarreado no triunfar en el club o no poder jugar con la continuidad necesaria para explotar todo su potencial.
El primer futbolista del equipo merengue que por su estado físico no dispuso de la regularidad deseada fue Gaspar Rubio. Este es un caso particular porque el jugador valenciano era un genio, uno de los primeros jugadores brillantes de la historia del fútbol español, pero también bastante polémico y díscolo. Su apodo el ‘Rey del Astrágalo’ viene dado por las molestias que sufría en este hueso del pie que articula con la tibia y el peroné. Los críticos del delantero le acusaban de que las lesiones o las molestias eran ficticias y solo estaban en su cabeza porque no le apetecía jugar. Sin embargo el serrano aseguraba que le dolía de verdad. En septiembre de 1929 se le fracturó totalmente ese hueso y el resto de la temporada estuvo mermado hasta que fue operado en el verano de 1930. El doctor Nogués que fue el encargado de la intervención le extrajo cuatro esquirlas. Cuatro meses después pegó la espantada con dos amigos y dejó el equipo blanco por sorpresa y sin su consentimiento para marcharse a Cuba.
En el glorioso Real Madrid de los 50 dos jugadores comenzaron con gran pie sus carreras, completando éxitos y años de un rendimiento fantástico. Sin embargo los dos tuvieron un mal fario con sus carreras que les impidió tener más años en el alto nivel y en el club blanco. Fueron Ramón Marsal y Juan Santisteban.
El primer futbolista del equipo merengue que por su estado físico no dispuso de la regularidad deseada fue Gaspar Rubio
Marsal se hizo muy joven un hueco en el equipo y fue uno de los titulares en la 1ª Copa de Europa del Real Madrid en 1956. Sin embargo, dos años después, Vigo fue prácticamente su tumba deportiva. Una grave lesión de rodilla en un partido ante el Celta fue el detonante. Más tarde, uno de los clavos que le colocaron en la operación se desprendió y la rodilla no paró de darle problemas con derrames incluidos. Pasó dos veces más por el quirófano, una de ellas intervenido por el gran especialista de la época el Dr. Cabot de Barcelona, pero sin los resultados esperados. Marsal volvió a jugar cedido en el Levante o el Plus Ultra y tras dejar la entidad blanca en el Real Murcia. Pero nunca recuperó su nivel y con 29 años colgó las botas.
Por su parte, a Santisteban fueron los problemas musculares los que le llevaron por la calle de la amargura. Jugador muy frágil físicamente, pero con un enorme derroche en cada partido, apenas pesaba 57 kilos en sus inicios madridistas. Con el tiempo ganó en fuerza y cuerpo, pero un tirón muscular al que no dio importancia le complicó la existencia. Esas lesiones entonces se curaban en dos meses pero Santisteban continuó jugando con las molestias y a la larga fue fatal. En 1960 se operó, pero ya no recuperó su titularidad de las finales de la 3ª y 4ª Copa de Europa. El Real Madrid lo cedió al Venezia y también jugó en el Real Betis o en Estados Unidos hasta que se retiró con 31 años.
A Santisteban fueron los problemas musculares los que le llevaron por la calle de la amargura. En 1960 se operó, pero ya no recuperó su titularidad de las finales de la 3ª y 4ª Copa de Europa
En el Madrid ye-yé de los 60, el infortunio se cebó con Félix Ruiz, un fenomenal interior navarro. Sus tres primeras campañas fueron normales y esperanzadoras por un jugador que demostraba su calidad cada día. Pero un duelo de Copa de Europa ante el AC Milan lo cambió todo. En una zancadilla de Gianni Rivera el de Olite cayó mal y se fracturó la clavícula. En los siguientes cuatro años continuó jugando pero encadenó otra rotura de clavícula, dos roturas del menisco, una del ligamento cruzado e innumerables lesiones fibrilares. No pudo jugar con regularidad con tanta lesión pese a que Muñoz le daba oportunidades cuando estaba sano al ser un enamorado de su juego. Cansado y harto de tanta lesión se retiró de forma prematura con 28 años.
Carlos Escribano es un nombre poco conocido y apenas nombrado a lo largo de la historia del Real Madrid. Sin embargo, los compañeros que tuvo en la cantera blanca, los jugadores del primer equipo blanco con los que coincidió durante dos temporadas o los técnicos que le dirigieron hablaron siempre maravillas de él. Está considerado uno de los mayores talentos que ha dado La Fábrica. Pero las lesiones le impidieron demostrar con los mayores el techo tan alto que se le presuponía. Con apenas 20 años tuvo una lesión en el ligamento cruzado de la rodilla en una de sus piernas. Cuando se recuperó, tuvo la misma lesión en la otra pierna. Además, también tenía dañado un menisco de su primer percance. Todo en apenas año y medio. El médico del club merengue, el Dr. López Quiles, que fue quien le operó y que contó entre sus fracasos reconocidos el caso de Félix Ruiz, no dio tampoco con la tecla adecuada con Escribano. El centrocampista tras tres operaciones nunca llegó a debutar en partido oficial. Se marchó y militó en el Salamanca, Rayo Vallecano, RSD Alcalá o Parla pero su estado físico no le permitió alcanzar las cotas que se le vislumbraban.
Carlos Escribano es un nombre poco conocido. Sin embargo, los jugadores del primer equipo con los que coincidió durante dos temporadas hablaron siempre maravillas de él. Está considerado uno de los mayores talentos que ha dado La Fábrica
En 1979, el Real Madrid de Luis de Carlos hizo hasta esa fecha el fichaje más caro de su historia: Laurie Cunningham. El inglés supuso un desembolso de un millón de libras para los blancos (123 millones según De Carlos). El primer curso del extremo fue brillante, pero al inicio de su segunda temporada, una entrada de Bizcocho en un Real Betis-Real Madrid fue trágica para Cunningham. El parte médico: rotura de la cápsula del primer dedo del pie izquierdo. Para más inri apenas unos días después de la operación que le realizó López Quiles se vio el inglés en una discoteca bailando con la escayola puesta. Más tarde se supo la guerra que había entre jugador y médico. El inglés le acusaba de no poder jugar y de no haberse dado cuenta del daño de la primera lesión al estar afectado también el cartílago. Requirió una segunda operación, aunque llegó a jugar la final de la Copa de Europa contra el Liverpool gracias a varias infiltraciones. Pero ya no se vio la mejor versión del británico. En los albores de la temporada 1981-1982 fue la rodilla izquierda la que empezó a ser un quebradero de cabeza para el jugador, para el club y para el Dr. López Quiles. Otros dos pasos por el quirófano porque la articulación no respondía bien y el menisco también daba la lata. La carrera de Cunningham en el Madrid se acabó con dos cesiones al Manchester United y el Sporting. Las lesiones le imposibilitaron triunfar y tener una mínima regularidad.
El primer curso Laurie Cunningham fue brillante, pero al inicio de su segunda temporada, una entrada de Bizcocho en un Real Betis-Real Madrid fue trágica para el extremo
La mala suerte se volvió a cebar con el equipo merengue en el fichaje de Juan Lozano que superó la cuantía de Cunningham (200 millones). El hispanobelga aterrizó en el verano de 1983 y en octubre una entrada de Rubio del Atlético de Madrid le produjo una fractura de peroné. La recuperación fue de varios meses y tras estar listo se repitió la historia: otra rotura de peroné. Continuó un curso más donde también protagonizó varios episodios extradeportivos y su trayectoria finalizó regresando al Anderlecht por mucho menos de lo que costó (unos 20 millones).
Un caso que ha marcado la historia del club blanco y los recuerdos de los aficionados cuando se habla de un jugador de cristal que se lesionaba con gran facilidad fue el de Robert Prosinecki. Un centrocampista ofensivo que cautivó en el Estrella Roja y llamó la atención de Ramón Mendoza, que se rascó el bolsillo y pagó 450 millones por su traspaso. En la revisión médica ya se detectaron algunos problemas pero no se dio marcha atrás al fichaje. El croata comenzó la temporada 1991-1992, pero a los cuatro partidos sufrió una lesión muscular que se encadenó con otras dos y más tarde una rotura fibrilar del recto anterior de su pierna derecha. En enero de 1992 parecía recuperado pero otra vez una nueva rotura fibrilar que necesitó incluso intervención quirúrgica. Resto de la temporada en blanco y el Madrid acusando al Estrella Roja de estas lesiones por la enorme cantidad de veces que infiltraron al jugador cuando militaba allí. El jefe de los servicios médicos del club blanco, el Dr. Herrador, mostraba su tristeza en la prensa. “Es ilógico, increíble y frustrante”, llegó a declarar. Prosinecki permaneció dos temporadas más en la capital donde sí pudo acumular más apariciones con la camiseta merengue aunque las recaídas y los problemas musculares no llegaron a desaparecer del todo. En total: 350 días de ausencia en tres cursos.
En el verano de 2004, el Real Madrid, en la eterna búsqueda de un central que volviese a dar estabilidad y calidad en la zaga, se fijó en el inglés Jonathan Woodgate. El fichaje se torció desde el principio y el central no pudo demostrar todo lo bueno que se esperaba de él. Antes de firmar por los blancos, en el reconocimiento, el doctor Alfonso del Corral le explicó que había un problema con su resonancia, concretamente en la espalda con una fractura que se desplaza. El servicio médico habló con el presidente y firmaron el contrato bajando finalmente un año la duración, de cinco a cuatro.
el Madrid acusó al Estrella Roja de que las lesiones de Prosinecki se debían a la enorme cantidad de veces que infiltraron al jugador cuando militaba allí
Ese problema sin embargo le dejó en blanco la campaña de su estreno en la liga española. Tenía un segmento inestable en la espalda que le causaba lesiones musculares con enorme facilidad. Un dolor en el nervio de la pierna le producía muchos problemas en el recto femoral y en el tendón. Finalmente pudo debutar en el curso 2005-2006 y jugar algunos encuentros hasta que en un partido ante el Zaragoza a los 20 minutos se tuvo que retirar de nuevo con dolores en el muslo derecho. El inglés se recuperó y al mes y medio regresó al campo. Sin embargo, su último partido con la camiseta madridista sería en febrero en la ida de octavos de final ante el Arsenal. El día anterior Woodgate confesó en una entrevista que sintió algo “en el tendón de la corva” pero que al estar jugando de nuevo con asiduidad “tenía que intentarlo. Jugué sabiendo que volvería a lesionarme”. Y así ocurrió, a los nueve minutos dejó el terreno de juego. El central se marchó de nuevo a la Premier y gracias a la intervención de un doctor finlandés pudo tener unas temporadas más tranquilas en el Middlesbrough o el Tottenham con los que llegó a sumar más de 30 partidos de Liga en la 2006-2007 y la 2008-2009.
Un año después de que Woodgate dejase la casa blanca firmó por el cuadro merengue el neerlandés, Arjen Robben. La estrella del proyecto de Ramón Calderón y Pedja Mijatovic. Al extremo se le empezó a cuestionar su fragilidad muscular y el ser un jugador de cristal como lo había sido Prosinecki. La realidad es que en dos campañas en la capital acumuló nueve lesiones de distinta índole. En la temporada 2007-2009 por ejemplo se desgarró un músculo con su selección y a su vuelta a Madrid estuvo dos semanas fuera. Mientras que en la jornada 26 contra el Recreativo tuvo una lesión de tobillo que le mantuvo tres semanas KO. En el curso 2008-2009, otras dos lesiones le hicieron perderse nueve partidos. La primera por un problema en el tendón de Aquiles en un duelo ante el Espanyol y luego por una rotura el sóleo de 6 cm sufrida en el calentamiento del choque de Champions frente a la Juventus. Robben dejaría el club madridista en el verano de 2009 con la sensación de que con mayor continuidad su rendimiento habría sido mucho más alto del que ya fue. Firmó por el Bayern donde rindió al más alto nivel de su carrera pese a que también convivió con las lesiones y en diez temporadas sumó 1126 días de baja y 182 encuentros perdidos.
A la vez que Robben salía del club, entraba por la puerta Kaká. El brasileño fue una de las grandes apuestas de Florentino Pérez en su retorno a la presidencia madridista. En junio, el centrocampista ofensivo pasó el reconocimiento médico en Recife. Sin embargo, la temporada anterior ya había tenido algún problema de pubalgia en el AC Milan. Disputó sus primeros encuentros, aunque sin estar al 100% y tras disputar un buen encuentro ante el Barcelona tiene que parar: la pubalgia de nuevo. Esta piedra en el camino le hizo estar 43 días fuera y marcharse a su país a recuperarse. Un mes más tarde de estar trabajando con normalidad se resiente ante el Olympique de Lyon en 1/8 de Champions. Se habla de una contractura (al final es una lesión en el aductor), pero no puede actuar en siete duelos ligueros, entre ellos ante Atlético o Barcelona. Desmiente en una rueda de prensa que tenga pubalgia crónica pero fuerza en su recuperación para jugar el Mundial de Sudáfrica 2010 con Brasil.
Kaká jugó el Mundial de Sudáfrica 2010 con brasil y decidió operarse de la rodilla en la pretemporada siguiente, hecho que enfadó al club y a la afición merengue
Antes de incorporarse a la pretemporada blanca para el nuevo curso decide operarse de la rodilla izquierda por unas molestias en el menisco. Kaká enfada al club y a la afición merengue llegando a estar 240 días sin jugar y no reapareciendo hasta enero de 2011 contra el Getafe. A finales de febrero otro parón: un leve edema en la cara lateral externa de la rodilla izquierda compatible con un síndrome de la cintilla iliotibial. Se estima dos semanas de baja pero finalmente se extiende a un mes. Además se empieza a comentar que su umbral de dolor es muy bajo. Kaká termina sobre el césped la temporada, pero se ve de forma clara que está lejos de su mejor forma y de encontrarse al 100%. Ese fue su sino durante las otras dos campañas que vistió de blanco. No tuvo más lesiones serias pero no era el Kaká deslumbrante, superior y brillante que ganó el Balón de Oro en 2007. Mourinho no confió mucho en él y lo habitual en los partidos importantes era verle salir desde el banquillo. Así, Kaká, con 31 años retornó al AC Milan en el verano de 2013.
Contemporáneo de Kaká en el Real Madrid fue Nuri Sahin. El turco fue el mejor jugador de la Bundesliga en 2011 siendo campeón con el Borussia Dortmund y por ello el club blanco se lanzó a su fichaje. Sin embargo en sus últimos días como jugador del equipo alemán tuvo un gran contratiempo que marcó su paso madridista: una rotura en el ligamento interno de la rodilla. El centrocampista avisa que “en junio estaré recuperado”. Pasa el reconocimiento y se incorpora a la pretemporada. Al segundo día un esguince en su otra rodilla, la izquierda. Tras tres semanas, y cuando ha vuelto a los entrenamientos, recae y está otras dos semanas fuera. En octubre parece estar recuperado, pero aún siente molestias e inseguridad y su debut como merengue no se produce hasta noviembre. Disputa cinco encuentros antes de final de año y ve la luz. Sin embargo, Mourinho es de la opinión de que no se parece al jugador de la Bundesliga y le mantiene en la grada o en el banquillo. Apenas suma 280 minutos en otros cinco encuentros hasta el final de curso y en verano se va cedido al Liverpool. Luego también al Borussia Dortmund y nunca más se enfundará la camiseta blanca.
Uno de los casos sobre el que más tinta ha corrido en la prensa y más se ha hablado en la radio o la televisión es el de Gareth Bale. Sin embargo, también es fácilmente constatable que, pese a las lesiones, el galés triunfó y dejó huella en el Real Madrid. La carrera blanca de Bale está marcado desde el inicio cuando en la prensa se indicó que tenía una hernia. Pero lo que realmente sufría era una protusión, algo que muchos especialistas han visto en otros tantos jugadores.
Los contratiempos que le hicieron perderse a Bale una centena de encuentros no le impidieron estar recuperado para las grandes citas de la Champions League
Un total de 31 lesiones en sus siete temporadas como merengue es el bagaje del galés. Unos contratiempos que le hicieron perderse una centena de encuentros, aunque siempre estuvo recuperado para las grandes citas de la Champions League. Las molestias y las roturas en el sóleo izquierdo fueron su principal problema en una docena de ocasiones. Aunque en la pierna derecha también acumuló nueve. Tantos problemas le hicieron cambiar de coche para conducir, hacerse agujeros en las medias para una mejor ventilación o un calentamiento especial siempre en esa zona. Otra lesión que marcó la carrera de Bale en el Real Madrid se produjo en la visita al Sporting Club de Portugal en Champions en noviembre de 2016. Una dura entrada en el tobillo le mantuvo 84 días fuera en el que fue su momento más duro como jugador blanco. Bale también tuvo que parar de forma asidua en su primera etapa en los Spurs donde desde 2007 a 2013 sufrió 25 lesiones. Esta temporada, llegó al Tottenham cedido desde el Real Madrid con un problema de rodilla, pero no ha necesitado parar desde su recuperación a mediados de octubre.
El mismo verano que se firmó al galés comenzó su etapa en la primera plantilla Dani Carvajal. El lateral que había estado cedido en Alemania deslumbró en el Bayer Leverkusen y pronto se hizo un hueco como titular en el lateral derecho. En sus dos primeras campañas mostró gran resistencia física a las lesiones puesto que apenas fue baja 20 días por problemas musculares, diez en cada curso. Sin embargo, a partir de 2015 cambió el panorama. El de Leganés es un habitual del parte médico por problemas musculares y en seis temporadas suma 435 días de baja, 50 de ellos por un problema más serio como fue una pericarditis. Las lesiones le llegaron a afectar en momentos muy importantes como en el transcurso de la final de la Champions de 2016 y en la de 2018. En la primera contra el Atlético de Madrid le supuso además perderse la Eurocopa y en la segunda ante el Liverpool le implicó llegar al Mundial de Rusia entre algodones.
El último caso de un jugador al que las lesiones no le dejan gozar de continuidad ni despegar en el club de Concha Espina es Eden Hazard
El último caso de un jugador al que las lesiones no le dejan gozar de continuidad ni despegar en el club de Concha Espina es Eden Hazard. El belga apenas tuvo lesiones en sus años en el Chelsea, sobre todo musculares, pero en el Real Madrid la mala fortuna se está cebando con él. En año y medio desde su fichaje, son cinco lesiones las que han lastrado a la estrella del equipo. Su mal pie comenzó con una lesión muscular en un entrenamiento unos días antes del estreno liguero contra el Celta. A continuación, la más grave y preocupante fue en el partido de Champions en el Bernabéu contra el PSG. Una dura entrada de su compatriota Meunier le produjo una fisura que le mantuvo lejos de los campos durante 75 días. En febrero de 2020, al partido y medio de volver a jugar, otra mala noticia: una fisura en el peroné producida por un rival en un partido ante el Levante. Con el parón por la pandemia le dio tiempo a recuperarse para la vuelta a la competición tres meses después. El belga disputó los partidos contra Eibar, Valencia y Mallorca, pero tras el del Espanyol, por un traumatismo, estuvo de baja 10 días. En el inicio del actual curso un golpe le impidió debutar en los primeros partidos de la temporada y tampoco jugó con Bélgica dos choques de la Nations League a pesar de que viajó a su país natal. Cuando estaba prevista su entrada en el equipo blanco llegó una lesión muscular a finales del mes de septiembre que le dejó en el dique seco un mes. Hazard, una semana después de estar metido en dinámica, se contagió de COVID-19 y de nuevo tuvo que parar quince días. Hoy en día se recupera de una lesión muscular sufrida en el duelo contra el Alavés el pasado 28 de noviembre. Aún hay tiempo y mucha temporada para que el belga entre en dinámica, no tenga más parones y pueda demostrar en el Real Madrid de lo que ya ha sido capaz tantos años con el Chelsea o la selección belga.
Fotografías: Getty Images.
Interesantísimo artículo. La medicina deportiva debía der toda una aventura a mediados del siglo pasado.
Gracias!
Pronto habrá otro artículo con jugadores a los que una lesión en el Real Madrid retiró o casi del fútbol.
Te olvidaste de Bonet.
Escribano era maravilloso, increible un genio
Hay testimonios de compañeros como Camacho o del Bosque que hablan maravillas de él.
Gran artículo y nivel de documentación. Creo que Bale y Carvajal, pese a sus lesiones, sí han triunfado en el club. No son comparables con Woodgate o Kaka.
Gracias!
Sí, pongo que han triunfado y dejado huella.
Pronto habrá otro artículo con jugadores a los que una lesión en el Real Madrid retiró o casi del fútbol.
¿,Cómo se llamaba aquel zurdo balcánico que trajo Toshak en su segunda etapa, con Geremi y se rompió la tríada antes de empezar...?
Balic . Era bosnio y vino de Turquía.
Según tengo entendido la primera lesión grave, de rodilla, la sufrió Berraondo el 15 de diciembre de 1907 en un amistoso contra el Español. Ya ha llovido.
os olvidáis de Balic.
hala madrid y salud.
Hola, Curro.
Pensé en Baljic pero debían ser jugadores con un historial de lesiones largo. El bosnio tuvo alguna lesión grave pero no una concatenación.
Gracias.
Saludos
Falta el asesinato (al menos de su carrera futbolística) sufrido por Paco Bonet a manos del Tarzán Migueli.
Otros buenos fichajes truncados por lesiones fueron Maceda y Fernando Redondo, si bien éste finalmente pudo rehacerse y dejarnos grandes momentos.
Cunningham en buen estado habría elevado al voluntarioso y admirable Madrid de los García a un nivel superior. En aquella época lo de los futbolistas juerguistas no era tan habitual, por eso en su día fue un bombazo, potenciado por la incipiente prensa antimadridista capitaneada por el ínclito José María García. Laurie siempre defendió que lo del baile era parte de la "rehabilitación". Un argumento ciertamente, curioso.
El gran José Antonio Camacho estuvo dos años sin jugar, y ni siquiera esa lesión tan gravísima le retiró.
Seguro que me dejo alguno más.
Abrazos madridistas
Hola, Julio.
Pronto habrá otro articulo con jugadores a los que una lesión en el Real Madrid les retiró o casi del fútbol.
Y otro con jugadores con lesiones muy graves que pudieron seguir sus carreras y triunfar como Camacho y Santillana.
Gracias
Saludos