Mi amigo Dani Montero está más que tranquilo. Asegura, sin despeinarse, que el ya clásico bajón de juego del Real Madrid durante el mes de enero está planificado y que Antonio Pintus, el gran pope de la preparación física, lo tiene todo estudiado y preparado al milímetro.
Al Madrid le han pintado bastos durante este inicio de año, pero contra viento y marea, está sacando adelante un mes complicadísimo, en el que hubo un momento en el que siempre volcánico entorno mediático afiló los cuchillos preparándose para cantar la defunción del proyecto y la llegada del apocalipsis, que es algo que suele llegar sin aviso previo.
En este caso, incluso, los gurús mediáticos se apuntaban el tanto de que la venida del fin era inminente dada la edad de Modric y Kroos, la falta de rotaciones de Ancelotti y el ‘despiste’ de Vinicius, al que le cosen a patadas partido a partido y a insultos y amenazas intolerables desde las gradas y los puentes ante la pasividad de periodistas, RFEF, Liga y autoridades deportivas.
Es cierto que el equipo ha experimentado un bache físico evidente y también es un hecho que ese bajón está más que planificado. Lo dice Montero y por tanto yo le creo.
El Mundial de Qatar ha supuesto una brecha en la temporada sin precedentes. Nadie sabe cómo va a reaccionar el cuerpo de los futbolistas tras disputar en el primer trimestre un Mundial, con la exigencia física y mental que ello conlleva.
Hay, por tanto, un espacio para lo desconocido, pero el Madrid está afrontando un calendario y una cuesta de enero más que complicada. Si ya de por sí la vuelta a la competición tras Catar se antojaba difícil y llena de recovecos, el calendario no ha sido para nada benévolo con los hombres de Ancelotti.
el bajón de juego del Real Madrid durante el mes de enero está planificado y Antonio Pintus lo tiene todo estudiado y preparado al milímetro
En tan solo tres semanas, han tenido que afrontar una Supercopa de España en Arabia y jugar partidos de la exigencia que siempre plantean Valencia y FC Barcelona, visitar dos veces La Cerámica para jugar contra el Villarreal en Liga y en Copa a partido único, dejar tarjeta visita ante el Athletic en San Mamés, afrontar un derbi con prórroga en cuartos de final de la Copa ante el Atlético de Madrid, cerrar el mes con el ‘equipo más en forma de la Liga’ en versión Xavi Hernández como es la Real Sociedad y la guinda del Valencia una vez más tan sólo tres días después.
Es decir, una cuesta de enero monumental, con el equipo físicamente en un valle, con lesiones cebándose en la defensa (Alaba, Carvajal, Lucas Vázquez, Mendy) y el centro del campo (Tchouaméni), con el entorno mediático y futbolístico acosando a Vinicius y con los árbitros teniendo en el punto de mira a jugadores como Camavinga, al que parecen han tomado la matrícula y situado el listón de la tarjeta amarilla sorprendentemente bajo.
Con todo ello, el Madrid resiste. Ha perdido la Supercopa. Es verdad. ¿Quién sigue pensando que en el fútbol se puede ganar todo? Seguramente solo los amantes de generar crisis eternas.
En cambio, está en semifinales de Copa del Rey tras eliminar a dos grandes clubes como son el Villarreal y el Atlético de Madrid y mantiene el pulso en la Liga tras vencer en uno de los campos más complicados que existen en España para el Madrid como es San Mamés.
No está mal para ser el mes del anunciado hundimiento. Y a todo esto, Pintus y todo su equipo trabajando en los fogones para poner al plantel a punto para los últimos cuatro meses del año, cuando de verdad se ganan los títulos. Mientras tanto, otros, muy cercanos geográficamente, en enero ya no aspiran a nada más que a ser cuartos en la Liga. Eso sí. En esa zona, no hay crisis ni cuesta de enero. Es el eterno verano.
Esa es la diferencia que marca la divisoria entre un buen equipo y el más grande. Seguimos. Lo dijo el Tenorio: ‘Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud’. Ya me lo había adelantado Montero.
Getty Images.
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