Hace pocos días, a raíz del empate del Madrid frente al Chelsea en Valdebebas, tras un cambio en la dinámica del partido en su segunda parte, un tema empezó a moverse en las redes. De hecho, en esta casa se abordó un artículo de Antonio Valderrama abordando el tema: ¿es ya mejor el Zizou entrenador (nada que ver con la “profética” frase del gafe de Cristóbal Soria) que el Zizou futbolista? Cuestión evidentemente espinosa para un madridismo que lo silbó como jugador y que lo ha “despedido” varias veces como técnico, así que no está de más echar una mano desde “la otra orilla” (soy del Barcelona) en el análisis.
Descubrí a Zidane en una tarde-noche en la cual, de cabeza (como la mayor parte de los grandes acontecimientos de su carrera), fulminó al primer gran proyecto mundial de Ronaldo Nazario. Para mí, fiel seguidor de la canarinha, fue la primera vez que lo sufrí. Descubrí también aquella vez, aunque entonces no lo sabía, que Zinedine era un personaje peculiar: llevando tanto fútbol en sus botas, era capaz de complicarse la existencia con los pies (entradón de roja en fase de grupos) para luego resolver de cabeza en su primera gran final mundial.
Años después, en otra noche mundial, la magia de Zizou terminaba con el sueño del Leverkusen y añadía a las vitrinas madridistas el gol de todos los tiempos. Él tampoco lo sabía, pero esa noche comenzó a fraguar los cimientos de su éxito posterior como técnico: la superioridad, bien entendida, de quien puede mirar a los ojos al CR7 de la chilena y decirle “yo metí un gol mejor que ese y encima en una final”.
Aquella noche, los que “odiábamos” (futbolísticamente) al Madrid pero admirábamos el talento descomunal en un campo de juego, ya intuíamos que con ZZ teníamos un problema.
Lo que yo, personalmente, nunca pensé fue que ese “problema” se trasladaría a los banquillos. La noche en que Zidane se despidió del fútbol mundial, otra vez de cabeza, muchos preferimos quedarnos con el recuerdo de su “panenkaso” en aquel partido. Otra vez lo contradictorio del personaje... esa misma contradicción que no me dejaba verlo sentado en un banquillo.
Sin embargo, tras su último cabezazo, esta vez en sentido figurado, a la puerta del despacho de un Florentino Pérez que no entendía su marcha, Zinedine dejaba la estela de 3 Champions consecutivas, algo inédito en el fútbol mundial. Se marchaba por lo mismo que se marchan otros grandes, sólo que una vez más con un estilo muy personal: donde Mourinho montaría un incendio y Pep dejaría un “me voy para no hacernos daño” con aroma a colonia, Zizou lo resolvía con un “presi, me tengo que marchar que mi mujer me espera para comprar un sofá”.
¿Una anécdota? No, mucho más que eso: una filosofía, una marca, un sello: el del genio que no resiste análisis rebuscados, el del talento que aflora en un taconazo imposible o en una serie de cambios y rotaciones absurdas que, sin que nadie consiga explicar, culminan en un título de Liga. Un tipo que nos recuerda la pretenciosidad de nuestros análisis y que nos deja a sus rivales, al menos, el poco dolor que nos producen sus victorias. Me explico: si el ciclo de Zidane hubiera sido con Mou, me temo que yo no lo habría soportado y habría dejado de ver fútbol.
Creo que cuando, en el futuro, pensemos en Zidane, lo primero que vendrá a nuestras mentes serán sus dos goles del 98 y su volea de Champions, pero inmediatamente nos preguntaremos cómo luego, desde un banquillo, pudo seguir sorprendiendo al mundo. Como dice un amigo italiano, el que gana celebra y el que pierde explica. De momento, Zizou celebra y nosotros intentamos explicar algo que sólo tiene un nombre: genialidad.
Veremos qué depara el futuro... y en fútbol, futuro significa mañana, literalmente. No sé si lo veremos convertido en el Ferguson del Madrid o si se volverá a marchar, pegando un cabezazo a un periodista en su última rueda de prensa... y esta vez no necesariamente en sentido figurado (es broma).
Yo, como culé, entre Zizou entrenador y Zizou jugador, tengo bien claro qué prefiero: Zizou comentarista de televisión.
Para tu pena, Orel, quién primero lo descubrió en España fue Cruyff (en aquel famoso partido contra el Betis en que marcó un golazo desde el centro del campo, jugando con el Girondins). Quiso ficharlo, pero Nuñez dijo que nones, que quién era ese tal Zidane. Nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos a Josep Lluis.
Error histórico, sin dudas. Como el de no fichar a Kroos.
Buenas tardes, me recuerda usted una sección que había hace 5 años largos, en el comienzo de La Galerna, que se llamaba el Rincón del Anti Madridista, en el cual escribían ( es un decir) conspicuos atleticos y culés, con los cuales tenía un intercambio epistolar que no degenero en un enfrentamiento a mano tendida, porque la sección desapareció, es evidente que D. Jesús con su foro hace lo que le da la gana, a mí me da asco y me repugna, que aquí escriban seguidores de La Orga, ese club catalán racista y pequeño burgués. No nos veremos mucho porque sino se va a liar
ya ha empezado usted a faltar a Zidane dando a entender que un mundial que gano con Francia es ilegítimo porque debería haber sido expulsado, por un entradon, en la fase de grupos, mal comenzamos. Son ustedes incapaces de escribir ( es un decir) nada de algo relacionado con el Madrid sin repartir mierda, no les soporto.
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Ni ha dado a entender que el Mundial fue ilegítimo, ni tampoco Zidane se libró de la expulsión y de dos partidos de sanción en ese mismo Mundial. De los que el seleccionador francés se quejaba porque para él no merecía más que uno.
Buenas tardes cvlero, aquí se te han visto las costuras, porque el seguidor de La Orga que firma el artículo en ningún momento cuenta que el francés fue expulsado, ni sancionado, con lo cual jugando con el paso del tiempo y la memoría da a entender el beneficio arbitral de Zidane ¿ Quien se acuerda? pasa lo mismo que en Cataluña ¿ quien se acuerda chanegu de los árbitros ingleses
Sr. Leafe y Sr. Ellis? buscalo en Google y sabrás porque en 1961 el Madrid no gano su sexta copa de Europa consecutiva
Saludos blancos cvlero
Buenos días.
Lamento que no le haya gustado, pero está usted en su derecho. En cuanto a la expulsión de Zizou en 1998, ya se lo han explicado: fue expulsado y sancionado por ello, cosa que yo lamente pues nos privó de su fútbol.
Saludos.
Buenas tardes, gracias por hacer reseña de mi comentario, pero tengo que reafirmarme en mi comentario, el mundial de 1998, queda ya muy lejos en la memoría, y salvo historiadores y seguidores culés que se acuerdan sólo de lo que les interesa, para echar mierda, nadie recuerda ni la acción ni la consecuencia, por supuesto usted lo cuenta de tal manera que da a entender que no hubo sanción para el galo, que por su " entradon" se fue de rositas, yo mismo no lo recordaba ni el
"entradon", ni la sanción esta claro que si usted hubiera contado toda la verdad y no sólo la mitad ( el entradon) yo no habría posteado.
Salud
Estoy convencido de que usted dice la verdad cuando afirma que lamento la acción de Zidane y su consecuencia, su expulsióon, también estoy convencido de que si hubiera sabido que Zidane ficharía 3 años después por el Madrid y ganaría 5 copas de Europa, usted no sólo se habría, sino que habría pedido carcél para el francés, todo un ejercicio de doble moral e hipocresía
Saludos
no sólo se habría sentido disgustado
Para completar el tópico le ha faltado a usted especificar que el sofá lo compró en "Muebles La Oca", prestigioso establecimiento comercial con muchas sucursales en España y Portugal.
"... los que “odiábamos” (futbolísticamente) al Madrid".
No se por qué utiliza la forma verbal en pasado.
¿Ha dejado usted de "odiarnos" (futbolísticamente)?
Fíjese que lo de "odiar" va entrecomillado. Ya superé esa etapa de mi vida: quiero que el Madrid pierda siempre, pero me parece absurdo odiar a deportistas e instituciones que lo único que quieren es lo mismo que nosotros. Ganar.
Saludos.
Zizou entrenador, me meo de la risa...
¡Casemiro titular!
¿ Que el Real de Madrid va ha ganar esta Shampión?
¡¡Claro que si guapi!!
Hala Madrid
No hay que tratar mal a los invitados. Además, el señor Orel no tiene la culpa de ser del Barcelona. No ha elegido bien, pero tiene que haber de todo. A mi me parece buena idea una columna de este tipo. Cerrarse en uno mismo nunca es bueno. Y dice una verdad como un puño sobre la que muchos pseudomadridistas deberían reflexionar: él prefiere a Zidane fuera del Madrid, de comentarista. No caigamos en meternos con nuestro gran entrenador. Los que lo quieren fuera son los rivales, no caigamos en su juego.
Dicho esto, como ya he escrito en otro post, Zidane es la mayor figura del fútbol mundial. No hay nadie como él. Está en el top 10 de mejores jugadores de la historia y en el top 10 de mejores entrenadores de la historia, y lo que le queda...
Gracias!
Esto es una provocación , don Jesús. Que se cuele en el apartado comentarios correspondiente a la fiesta blanca un trol multinicks, como el que ya sabemos, vale.... puede tener un pase. Pero no gusta que un culer escriba , no sin hipocresía y cinismo, un artículo en nuestra querida Galerna.
Respeto que a usted no le guste, pero me gustaría aclararle que no he sido hipócrita ni cínico... o al menos lo he intentado.
Saludos.
Pues yo voy a defender a Orel, lo mismo que a Albert Blaya, al que da gusto leer pese a venir del Lado Oscuro. He discutido varias veces con Orel por Twitter y se le distingue claramente del resto de culés por el respeto, por argumentar con datos (aunque a mí me gusta rebatírselos con más datos) y por no caer en la habitual estulticia culé-tuitera de repetir mantras absurdos que los datos y la realidad desmienten, aunque la prensa nos venda otro RELATO.
Muchas gracias!
Siempre he pensado que entre los odiadores del Madrid se pueden distinguir dos clases: una, aquellos que aman a un equipo y odian al Madrid porque lo ven como un competidor; son antimadridistas de segundo orden, antimadridistas de rebote. Puedo llegar a entenderlos, al fin y al cabo, solo hay que ponerse un rato en su lugar. Pero luego hay otra clase de antimadridistas que no entiendo, son esos a los que podríamos llamar antimadridistas de primer orden: odian el Madrid, y ese odio es el que determina el equipo al que van a seguir. Los primeros son felices si gana su equipo; los segundos son felices si pierde el Madrid.
Todo este largo preámbulo es porque me parece que el señor Orel pertenece a la primera categoría: es del Barsa y no tiene más remedio que odiar al Madrid. Es un antimadridista sobrevenido; por eso, al no ser su odio lo que está en primer lugar, esta capacitado para reconocer la grandeza y genialidad de Zidane. Aunque disimula su elogio remitiéndolo al paso del tiempo, donde solo el futuro pondrá las cosas en su sitio y que ese sitio, no cabe duda, estará muy alto.
Si te contara que para mí el mejor jugador que he visto en un campo de fútbol es Guti...
Menuda castaña de entrenador, cuando acabe la liga puerta
Hoy, por lo visto, creo que no era el momento de ningún experimento, ni de poner a jugadores convalecientes frente a un equipo tan físico, ni de reubicar a jugadores que han funcionado tan bien en estos últimos partidos ....lo dije en la noche del Alcoyano: es el final de una época, sí, hoy sí ...ojalá gane el RM el único título en juego que queda, ojalá mil veces, de no ser así, si el RM no gana nada, ZZ debe irse, lo siento pero así lo creo. Lo de SR esta noche tampoco tiene nombre....
Todo esto tiene "sentido" si al finalizar la espantosa temporadita, salen por patas todos los que casi todos tenemos en mente, empezando por netflixeros y acabando por hamburgueseros, todo ello regado por 7/8 jugadores? Si añadimos alguna Z tampoco estaría de más ñ
Hay que ver realmente como estaban los jugadores fisicamente, pero Zidane no supo reacionar a tiempo, es un debe que tiene ya hace tiempo, pero hay que agradecerle llegar a Semifinales aunque peca de no hacer cambios cuando se necesitan, no los hizo cuando perdimos con el City y ahora tampoco, de que vale tener jugadores en el banquillo sino los utiliza, era mejor morir peliando . En fin Hala Madrid , Laso y su equipo nos hace sentir orgullosos de su entrega hoy no podemos decir lo mismo.