“Bella del Señor” (Belle du Seigneur) es una novela escrita por el suizo Albert Cohen y publicada en 1968. En ella, el autor nos narra la relación amorosa entre Solal y Ariane, la cual, entre otras vicisitudes, supone una consagración de la apariencia (los amantes sólo se ven en un estado de perfección estética impecable), de la seducción y del pesimismo del mito del amor puro. Pues en octubre de 2020, y tras haber disputado cinco partidos, Zidane y cierto sector del madridismo (no es el caso de los galernautas) se encuentran atrapados, de alguna manera, dentro de la obra de Cohen. Tras haber perdido el pasado sábado contra el Cádiz en un partido infame, abúlico, pongan ustedes el adjetivo que consideren, los tambores de guerra contra el entrenador han redoblado el toque (y digo redoblado, porque sonar siempre suenan) pidiendo su cabeza por voluntad propia o bien por mano ejecutora del presidente. Ya saben la historia de la trayectoria de Zidane en el Real Madrid y que, pese al amor que se le profesa y los títulos obtenidos, ha sufrido críticas desmedidas tanto respecto a su trabajo como su (supuesta falta) de capacidad para el desempeño del mismo. ¿Se equivocó Zidane en el planteamiento y en los jugadores el sábado? Pues a mi entender, sí. Y no voy a caer en ese tópico de que “no jugamos a nada”, porque es algo que se le lleva reprochando al Zidane entrenador desde su primera época. Se confirma con ello que, para seducir al madridismo, aparte de ganar, nos tiene que gustar la manera de hacerlo. Y aquí aparece la perfección estética de “Bella del Señor” en la que al madridista no le vale con ganar ni le vale con que el equipo lo haga bonito; necesita ambas cosas para ser feliz.
Cierto es que el sábado no tuvimos ni lo uno ni lo otro, y que aquella idea de la Unidad A y la Unidad B respecto a la plantilla ya no se sostiene. La Unidad B falla, pero es que también lo hace la A. Hay jugadores que ya han pasado su mejor época y otros que ya no dan nivel para la exigencia del Madrid, pero puede ser que, por preferencias del entrenador y por la situación económico-sanitaria, sigan aquí. Y sí, también vamos a darle la dosis de culpa al entrenador, por supuesto. Culpa que se reparte entre esa predilección por según y qué futbolistas y entre lo que de manera común llamamos la pizarra. Si en el intermedio te ves obligado a hacer cuatro cambios, aparte de que los jugadores no hayan rendido como debería rendir un miembro de la primera plantilla del Real Madrid, es que te has equivocado en el planteamiento del partido. El problema es que los cuatro que entraron a deshacer el entuerto, y el quinto que participó después, nada aportaron sino más desatino y desesperación en el aficionado. Y aquí es donde estamos, en plena fase de pesimismo sobre el amor que le profesamos tanto a Zidane como al equipo, una fase cíclica, porque si recuerdan el inicio de la temporada del año pasado, la cosa no pintaba mucho mejor. En la jornada cuatro habíamos empatado ya dos veces y en la nueve el cómputo era de tres empates y una derrota. Estábamos en mitad de la tabla. En la Copa de Europa el panorama no era más alentador: nos había ganado el PSG, y el Brujas se había llevado un empate del Bernabéu. Empezamos mal la temporada pasada y esta el camino es similar.
A ello sumen que, como ya les escribí en septiembre, sigo pensando que el equipo está en pretemporada y que los fichajes y salidas que debieron hacerse no se han podido realizar dado el contexto que vivimos, así que es con estos mimbres con los que nos toca tejer el cesto. Y sí, el tejedor adecuado para ello es Zidane porque ya lo ha demostrado, y las críticas destructivas que se construyen a su alrededor no van a servir de nada. Al igual que en “Bella del Señor”, la relación Zidane-madridistas tiene amor, pasión, deseo, aburrimiento y hartazgo, pero a diferencia del libro, aquí ese camino no está destinado al fracaso, porque Zidane ya ha acreditado que con él, se gana.
Fotografías Getty Images
Lo del otro día no fue normal, ni el partido ni la furibunda reacción de algunos comentaristas aquí en La Galerna, que no puedo por menos pensar que son infiltrados de los Ciudadanos Periodistas y del antimadridismo, para emponzoñar uno de los últimos bastiones de libertad blanca.
Furibundas críticas al entrenador que nos hace ganar jun título cada 19 partidos. Un poco más y entre los 3 ó 4 más beligerantes hacen un crowfunding para contratar a algún sicario que le dé una paliza al bueno de Zizou.
Si no so infiltrados y lo que son es piperos, entonces son más abducidos de lo que creemos.
Y sí, Zidane estuvo mal el sábado. Pero hay que ponerlo todo en perspectiva.
Abrazos madridistas.
Ya te digo. Nicolasito Percusato , con su intermitente asiduidad, es uno de esos. Lleva más discurso, cuantitativamente, a través de la suma de paridas que suelta en el foro de comentaristas, que en la polémica entrevista realizada por Paul Tenorio y -estoy convencido- encargada por el jefe Bengoechea.
Ladran, luego cabalgamos.
Se nota que tú no estuviste el año pasado tras la derrota contra el Mallorca.
Pues más que una equivocación, a mi me pareció un tema de asignación de prioridades.
Y la prioridad el sábado, para Zidane, parecía ser más el descanso de sus jugadores que la victoria en el partido. Así, yo creo que más que equivocarse, Zidane asumió desde el principio la posibilidad de un mal resultado: Después del parón de selecciones y justo antes del partido inaugural de la Champions, y del partido en Barcelona, jugando en casa ante un recién ascendido, reservó todo lo más que podía, y sacó lo que había, fuera bueno o malo. Con eso, si se ganaba, bien, y si no, tampoco pasaba nada crítico.
Los jugadores lo sabían, o lo intuían, y jugaron en consecuencia, es decir, apáticos y carentes de actitud.
Esta tarde y el sábado, veremos otra alineación más "lógica", seguro. Y otra actitud., porque la prioridad volverá a ser ganar.
En tó el moño.
Zinedine Zidane cometió el error más grande que cualquier entrenador del Real Madrid puede cometer: HA LLEVADO AL EQUIPO A GANAR TRES CHAMPIONS AL HILO. Ese pecado, ese desatino , ese garrafal error, le significa que se ha ganado per secula, el odio, el desprecio y el escarnio de todos los ciudadanos periodistas de bufanda o nó, incluso autodenominados madridistas como Látigo Serrano e incluso aquellos que siguen añorando a Mourinho como Juanma Rodriguez.
Yo estoy seguro, que antes de entregar la pelleja veré a los chicos crecer, afianzarse y volver a conquistar la orejona otras tres veces seguidas al mando de Zizou.
No puedo estar más de acuerdo con todos los comentarios anteriores.
Añadiría, además, que creo que se nos ha infiltrado algún Nicolasito o Kalicatres como articulista.
Vuelvo a decir lo mismo, Zidane para mi es el mejor entrenador que podemos tener y lo ha demostrado siempre, ojala se quede muchos años mas.
Otra cosa es el equipo y jugadores que tenemos, no me convencen nada, sobre todo en ataque.
Los hijos de los nuevos ricos creen que el caviar está tirado de precio y el mes que mamá tiene que hacer frente a un extra claman en el patio del colegio. No puede ser, bocadillo de mortadela otra vez, voy a poner una queja al defensor del menor.
La tribu de los desagradecidos crece a medida que la sociedad del todo gratis se desvanece.
Los hay que no lo pueden entender.Nacieron con el tren en marcha. No vivieron la "posguerra futbolística" que sufrió el Real Madrid cuando pasó la época dorada de Gento y de Pirri.Decenios sin comernos una rosca europea si exceptuamos un par de latas de sardinas .
Ahora muchos de estos que no saben lo que es pasar décadas en el desierto europeo esperando al Mesias Raúl se rasgan la camisa al son de Camarón de La Rambla.
Menos lobos , Caperucita. Puede que éste año no será el nuestro, pero no olvidemos que tenemos la nevera llena y que podemos aguantar otra década de sequía sin que nuestra vitrina deje de ser la más completa.
Me parece estupendo que se hagan estos comentarios que se pueden leer aquí, además son de justicia. Es lo menos que podemos hacer. Zidane y los chicos ya merecen un monumento como Don Alfredo y su excelente banda de fútbol rock&roll.
No siempre se tiene un Pirri, un Raúl o un Cristiano con Ramos en la plantilla.
Este año toca sufrir. Quizás el año del abismo mediático, lo mal que lo deben pasar cuando arman la tercera mundial cuando se pierden dos partidos, sea el año que el Real Madrid levante otra liga. Dejemos que los cientos de lobos se acerquen. Veámoslos cara a cara. A lo mejor están vendiendo la piel de un oso blanco antes de cazarlo.
Decir esto no es cerrar los ojos. Ya sabemos que hay algunos jugadores que parece que todavía están de vacaciones. Lo triste es meterlos a todos en el mismo saco , ayer mismo vimos una segunda parte con claroscuros, no de absoluta tiniebla.Desde algún lugar hay que empezar a retornar. Zidane seguro que va a tomar matrículas en su libreta. Si alguien puede levantar esta situación es él. Ya lo ha demostrado en otras ocasiones .Puede que Castilla sea más ancha que lo que algunos piensan.
Abismos hay, pero parece que los "sismólogos" no detectan el lugar exacto.