No iba el Madrid de vacaciones a Lisboa, que es una ciudad elegante y amable. Lo sabía bien Zidane porque Zidane lo sabe casi todo (del fútbol), o al menos eso es lo que parece. Zizú es como Lisboa, elegante y amable, y en su figura abuitrada, bajo las alas oscuras de su abrigo, se guardan las esencias del madridismo. Muchos no saben cuáles son esas esencias pero sí son capaces de percibirlas, aunque sea sólo gracias al instinto. No hace falta tener clase para identificarla. Luego ésta puede envidiarse o admirarse, y así puede decirse que se mueve el mundo. Tiene que ser difícil vivir envidiando la clase de Zidane, que es un madridismo afinado y afilado, con pedigrí y proyección. El Madrid de Zidane juega casi siempre bien, algunas veces mal y otras veces muy bien. Y sobre todo es un equipo que gana. Un equipo solvente que ayer reflejó como nunca su solvencia, incluso asomado sin motivos reales por minutos a un precipicio, pudiendo disponer de una moderna carretera adyacente para circular sin apuros.
Claro que esto es la Copa de Europa en su versión primeriza de Liga de Campeones. Hay obstáculos en cualquier parte, en cualquier kilómetro o en cualquier curva. Uno puede encontrarse con un Gelson en cualquier lugar y a cualquier hora y hacérsele el viaje incómodo o incluso acabársele tras un cúmulo de circunstancias desafortunadas. No ha sido así para el Madrid, que ya está en octavos haciendo historia como el único equipo que siempre ha superado esta fase de la competición. No recuerdo gran cosa del partido. Me refiero a una guía, un sentido que lo grabe de ese modo general en la memoria. Además se me han olvidado en casa las notas y yo sin mis notas me pierdo. Recuerdo a un Isco diferente al del Calderón. No todos los días son fiesta, y particularmente en un juego tan festivo como el del malagueño que de todos modos siempre toca, aunque sólo sea un poco, la trompeta. Ese protagonismo de Isco en el Manzanares no lo ocupó nadie en Lisboa, que, por otro lado, es algo que sucede a menudo. Es este Madrid un equipo de protagonistas que se alternan y Zizú como aquel Guido Anselmi del Ocho y Medio de Fellini pero sin crisis creativa, que un día elige a Anita Ekberg y otro a Claudia Cardinale.
No estaban ninguna de las dos sino una colección de secundarios sobresalientes a la altura todos ellos de Magali Noel, aquella actriz que dio vida a algunas de las fantasías sexuales del director italiano, como en Amarcord. El Madrid ayer era un grupo de Graviscas brujuleando libidinosamente por las calles de Borgo. Marcelo y Bale, heridos ayer, deslizándose sinuosamente sobre la hierba enre risitas nerviosas y suspiros ahogados. A Bale le pasa como a los grandes, que según desde donde le mires parece una cosa u otra. Corriendo por la banda es un purasangre de tobillos delicados y a veces parado, esperando, parece Fido Dido. Varane fue a marcar en un batiburrillo donde el remate de Cristiano se convirtió en un pase que rebañó el francés desesperado. Cómo se sintió la importancia medio oculta del partido por la alegría del gol en los jugadores. Hay que mirarles a los ojos para saber donde se encuentran las claves y esa era una, naturalmente.
Luego vino lo de Gelson. Gelson por aquí, Gelson por allá. Y los nervios. Unos nervios templados, por otra parte. El Madrid aguanta, resiste. El Madrid tiene ahora un coco nadaliano e incluso se crece en la presión, que fue, y mucha, la del Sporting. Eso es algo inédito desde hace años. Eso es algo zidanesco. Una cosa con clase de la que ha salido Kovacic, Kova "el anguila" y cómo sale y se escabulle y lanza los contraataques. El día que se ponga gafas de lejos va a ser el Marcelo de los Balcanes montando esos escándalos en el medio campo. A Bale acabaron astillándole los cascos y a Coentrao, Fabio, que aún no ha llegado (pero se le espera), le pitaron un penalti por mano después de otra mano de Campbell que vio todo el mundo menos quien lo debía ver. Era el minuto ochenta y cuando se miró abajo del precipicio, una ojeadita de nada (si esa nada vamos a suponer que no son unas contras muy bien tejidas, contras vertiginosas, si acaso algo colegiales), un poco de susto, un escalofrío pequeñito que vino a reconfortar Ramos (que también había dado antes el susto) con un pase de gol a Benzema, ¡Benzema!, que volvió a abrir las alas hacia la banda como el polluelo querido de Zinedine Zidane.
Qué difícil lo tiene ahora nuestro grandísimo entrenador para hacer la alineación del clásico por la inoportuna, si es que alguna lesión puede ser oportuna, baja de Bale para el partido del día 3 de diciembre en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones. Si la variante que introduzca Zidane con motivo de la ya sabida baja de Bale para ese partido sale bien, la demagoga prensa deportiva española, editada en papel, o los programas de televisión estilo chiringuito o estudio estadio, aprovecharán para decir que Zidane tiene una flor en el culo, basando su "teoría" en el hecho de que el Madrid ha sufrido alguna lesión importante en vísperas de algún partido de los catalogados como "gordos" en el calendario, en cambio, si sale mal, ni flores en el culo, ni leches, entonces será que Zidane es un inútil, ya lo dijeron antes de que pudiera demostrar sus conocimientos como técnico, y que no está preparado para un banquillo tan exigente como el del Real Madrid, éso después de una champions, una casi remontada liguera, que en cualquier competición limpia, porque la española no lo es, hubiera supuesto nuestro 33 título liguero, una supercopa de Europa, el liderato en la actual liga con 4 puntos de ventaja sobre el segundo y la clasificación para octavos de la champions, falta saber si como primero o segundo de grupo. El caso es que cuando a Zidane le salen bien sus alineaciones y disposiciones tácticas, véase el último partido del Calderón, es que tiene mucha potra, y cuando, todavía este año no ha ocurrido, el Madrid pierde, es que Zidane es un inútil que no tiene ni puñetera idea de fútbol, vamos que con la mencionada racha de partidos seguidos sin perder que ha conseguido con el Madrid gracias a sus alineaciones y a sus jugadores el trasero del francés debe ser un jardín que ríete tú de los de la Moncloa o los del palacio de Versalles..... a éso se le debe llamar "coherencia" en las opiniones.
Efectivamente,totalmente de acuerdo,con todo lo que se le niega a Zidane.Solamente hay que escuchar,El Radio de Richar Diss y en su carta de presentacion de todos sus programas,las opiniones de una serie de personajes "periodistas",que ponen a Zidane a caer de un burro,desde el primer dia que cogio al primer equipo y al dia de hoy,todavia,le siguen negando el pan y la sal.Yo,sobre todas estas opiniones negativas y destructivas,me acuerdo de una en particular,que publico el periodista de Marca,Roberto Palomar,en su espacio habitual titulado,"No me gustan los lunes" donde dijo textualmente"DA LO MISMO PONER EN EL BANQUILLO A ZIDANE QUE UN MANIQUI DEL CORTE INGLES".¿Que les parece? Pues bien,este señor "periodista"sigue escribiendo en su periodico y con su mismo espacio de "No me gustan los lunes",yo le aconsejo,que titule este su espacio"No me gusta el Real Madrid" y quedaria todo mas claro,pues no hay articulo suyo,que no haya una mencion de menosprecio,hacia el Real Madrid,presidente,entrenador o jugadores,no deja titere con cabeza.Y por ultimo,no le vendria mal,reconocer que se equivoco con respecto a Zidane,pero claro,esto para las personas "PREPOTENTES",es como pedir,peras al olmo.baybay..
Será el primer entrenador que gane dos champions seguidas y aún así no se podrá graduar en la escuela de la prensa deportiva patria, ese nido de indocumentados antimadridistas.
Saludos