Los dos entrenadores del Real Madrid comparten camino e identidad
Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and the Sundance Kid en su título original) es un western cuya trama, junto con otras circunstancias, trata sobre todo de la aventura común de dos tipos. En el asunto que nos ocupa hoy, los dos tipos sobre los que les escribo son muy parecidos a la vez que diferentes. En lo físico, Zidane se caracteriza por su elegancia, por sus modos templados y por no dar una voz más alta que otra. Laso parece una cama sin hacer, vehemente y gritón; muy gritón, pero en el que se adivina una bondad fuera de lo común cuando la tormenta finaliza y el ser humano aparece.
En lo profesional es donde empezamos a encontrar similitudes: ninguno de los dos está capacitado para el puesto que ostenta. Y aquí podríamos terminar este artículo, pero como la dirección de este medio me obliga a alargarme, vamos a proceder a ello. Para los más despistados, les estoy escribiendo hoy sobre Zidane y Laso, tanto monta, que aparecieron en la dirección del Real Madrid por similares y catastróficas razones. Cuando Laso se hizo cargo del Real Madrid, junio de 2011, aquello era un erial. Un erial y un caos en el que el bueno de Pablo aterrizó y nueve años después ha convertido en un vergel.
Laso, del que se dijo que no tenía carisma ni experiencia, del que se sigue diciendo que carece de conocimientos tácticos, ha impuesto en la sección de baloncesto un camino y una identidad que han encajado a la perfección con la filosofía del club. Un juego brillante, eléctrico, atractivo al espectador y alejado de aquel infame basket control de los años 90, que capitaneó el Limoges francés. Cuando Zidane se encargó del Real Madrid también se habló de su falta de experiencia para denostarlo y a día de hoy se le sigue reprochando que su equipo “no juega a nada”, que sus éxitos son fruto de la suerte, que no es más que un mero gestor de egos.
Recuerden la mítica portada de Mundo Deportivo con el titular de “Parche Zidane”. Laso y Zidane han aportado al Real Madrid 31 títulos desde que son los directores de orquesta de sus secciones, cada uno con su diferente estilo, pero con un camino y una identidad común: el espectáculo, el esfuerzo y la unión del equipo por encima de cualquier individualidad. La entrega es innegociable en este Real Madrid, y por mucho que técnicamente los jugadores sean de los mejores en sus puestos, el sacrificio es lo que acaba convirtiendo el trabajo en éxitos, o lo que en el Real Madrid es lo mismo: títulos.
La culminación del destino de estos dos hombres se produjo en 2018 cuando, el uno en Belgrado y el otro en Kiev, hicieron campeones de Europa a la sección de baloncesto y fútbol respectivamente. Dos divinos calvos con unas mentes inescrutables que se enfrentan casi a diario a críticas vacías por parte de determinados sectores periodísticos, a mantras absurdos, a afirmaciones dañinas sobre su capacidad profesional. Dos incapaces que siguen sin hacer caso a ese ruido externo que trata de minarles mientras en sus cabezas no deja de sonar Raindrops keep falling on my head y se lanzan a lo único que en el Real Madrid importa: ganar. Y lo consiguen.
Fotografías Getty Images.
Estamos ante el clásico ejemplo de dos personas que le han dado la dirección de un club y antes de empezar a hacer algo, ya estaban llenos de críticas, Laso no sabía nada de técnica. Zidane solo tenía flor, la realidad es que nadie se queda en esos niveles de dirección, sin saber bastante de lo que está haciendo. El legado conseguido hasta ahora, ahí queda.
Me quito el sombrero con los dos.
Yo también me lo quito. La sección de basket con Laso, creo que es de los mejores periodos de la historia del club. Que es de largo el mejor en ligas y el mejor en copas de Europa. Y con Zidane se ganan 3 champions seguidas, hito. Así que el que se crea que estos son normalitos, que se lo hagan mirar. Cierto que han tenido jugadores fantásticos, pero ellos les han llevado a la victoria, a nuestras alegrías.
`` no son genios , no son dioses , son lo siguiente de grandes los dos .``
Puix, sí. Divinos calvos, ambos dos. La medida de su valor la ofrece el ensañamiento y desprecio con el que sus culerindios detractores les obseguian. En ocasiones sin venir a cuento y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Cuanto mayor es el menosprecio y la ofensa, mayor es el valor real. Un ejemplo a las claras es el de Laso y Zidane.
Una cuestión clave debe ser el prurito profesional y el orgullo bien colocado. Y ser conscientes de que "esto es el Real Madrid" . " Això és el Reial Madrid". Se gana o, a veces, se pierde. Puix, a resetear. El pasado solo como impulso para el presente y el futuro. GANAR, GANAR Y VOLVER A GANAR.
Salud8s
Bien dicho Floquet.....
Totalmente de acuerdo contigo....Ea.
Más claro.....wather.
Salud8s
HALA MADRID