Comienza Luka Modric batiéndose el cobre contra acoples y WiFis díscolos, marca de la casa en estos tiempos de pandemia y pantalla fría. Dice que "lo importante es jugar juntos, ayudarnos unos a otros", un mensaje tan viejo e imbatible como el propio Real Madrid. Aboga también por quedarse con lo positivo de lo que llevamos de temporada y alude al “pequeño problema” de jugar sin público pero “por lo menos se juega”.
“No es solo últimamente que defendemos al mister”, apunta, “nunca hemos dudado de él” porque “hemos ganado mucho bajo su mando”.
Le preguntan ahora por la ausencia de Karim y reconoce que “le echamos de menos en Villarreal” pero también mima a Mariano (“otro tipo de jugador”) y sugiere jugar “más en equipo” para paliar la falta del “juego entre líneas” de Benzema.
“Vamos a ver qué pasa”, dice ahora sobre su hipotética renovación pero “claro que quiero seguir en el Madrid, nadie más contento que yo si renuevo”. Le han acusado de decirlo con frialdad y se ha revuelto poniendo sobre la tarima calor como para freír dos huevos fritos.
En cuanto al ritmo infernal de las diferentes competiciones, vuelve con el “es como es” (traducción directa del inglés) pero se escandaliza porque “nadie pregunta por la salud de los jugadores. Cansa mentalmente pensar si vamos a ser positivos o negativos. Hay que pensar más en los jugadores y dejar de implementar competiciones. Si siguen las lesiones, no sé quién va a jugar el próximo partido”, suelta mirando de reojo a Chendo.
Respondidas las preguntas sobre su propia renovación, llegan obviamente las correspondientes sobre la renovación de Sergio Ramos. Se conoce que Luka ha sustituido a René pese al nulo parecido físico, ha de ser otra de las ventajas de la distancia social.
Sobre Ødegaard reconoce que “es buenísimo” y “muy talentoso” y le aconseja “estar relajado y disfrutar del juego”.
Comparece Zidane, cuya batalla contra los megas tiene un aire más romano que el de Modric por efecto de su calva. José Feliz Díaz tarde en entrar pero le sustituye su hermano Miguel Ángel, de la Cope, que le pregunta por un tercer hermano: Mariano. “Contento”, dice Zidane sobre sus sensaciones respecto al juego del hispanodominicano. Será por Díaz(es).
Sobre el partido de mañana: “Sabemos que se va a sufrir pero con ganas de sacar los tres puntos”, exhorta antes de responder con escaso detalle a una buena pregunta de José Luis Sánchez sobre su evolución como entrenador. Entra por fin el primer hermano Díaz (José Féliz), que le pregunta por altibajos que Zidane niega. “No soy fatalista. Trabajamos para intentar no encajar y luego tratar de meter goles”. Tenemos la sensación de que la palabra “fatalista” ha sido una mala traducción.
“Isco está con nosotros, no entro en eso”, suelta sobre los rumores de marcha del malagueño. “Siempre salimos a ganar”, proclama, volviendo a aportar su distinguido desdén hacia la prensa con un “vosotros estáis ahí para lo vuestro y no os dais cuenta de que hay muchos lesionados y el espectáculo no puede ser el mismo”. “Non voglio entrare en questa cosa”, reitera sobre los rumores en torno a Isco, y nos quedamos con las ganas de que lo diga en un par de idiomas más.
Yo no sé a qué está esperando el madridismo para tomar algún tipo de medidas contra el Chiringuito. Después de ver el numerito de anoche mofándose y faltandole el respeto a nuestro entrenador, yo ya no sé si tenemos sangre en las venas o leche.
Con todos los respetos, alejo, el problema es de los que le dais audiencia a semejante bodrio. Yo, por ejemplo, como no lo veo, no tengo ni idea de lo que estás hablando. Si no tuviera audiencia, desaparecería de la parrilla, así de sencillo.
Saludos
Yo no le doy audiencia a nadie. Puedes enterarte de lo que se cuece en un bodrio como ése, si verlo. Yo a esas horas ya estoy durmiendo. Me entero porque escucho a Richard Dees, que explica con pelos, señales y audios, esas cosas.