El fichaje imprevisto de Eden Hazard

La temporada parecía totalmente acabada para él. De nuevo una lesión se interponía en su camino de triunfar en el Real Madrid. Tras varias temporadas esperando a que llegase el momento, por fin Hazard el pasado verano pudo enfundarse la camiseta blanca. Le costó algo empezar dado que llegó pasado de peso y una lesión antes de la primera jornada le hizo perder ritmo. Hazard, un jugador que siempre había brillado por su descaro, se mostraba algo tímido y segurola en el juego. Quería ir cogiendo confianza desde lo sencillo. Según iban pasando las semanas el belga se empezó a entonar y con él, el juego del equipo. Si en algún momento el Real Madrid ha jugado realmente bien durante la temporada, fue durante esas semanas en las que Eden entró en ebullición. Su partido ante el PSG estaba siendo espectacular hasta que su compatriota Meunier le sacó del campo con una entrada durísima. Recuperación muy lenta y vuelta a la competición con todo por disputar. Por eso la recaída fue tan dolorosa. De repente el Madrid comprendía que perdía a su fichaje estrella para lo más importante de la temporada. Tras tanto tiempo esperando, Eden se iba a perder lo mejor y su primera temporada en el Madrid sería para olvidar. Entonces, desgraciadamente, llegó el Covid a nuestras vidas y el fútbol se paró.

Un Hazard que daba por terminada la temporada se encuentra con la oportunidad de que todavía pueda ser memorable, como si se tratase de un fichaje imprevisto. No es nada sencillo. Pese a que todos los jugadores pueden acusar el parón, en el caso de los lesionados el proceso de puesta en forma puede ser más lento. De hecho, Zidane apostó por la prudencia dándole sólo 60 minutos en el primer partido. Durante ese tiempo Hazard se las arregló para participar en todos los goles. Fue especialmente importante su contribución en el segundo gol, en el que se encontró frente a la portería y bien pudo verse tentado de disparar para suavizar las críticas que aluden a sus pobres números esta temporada. Sin embargo, Hazard optó por la mejor solución para el equipo y aseguró el tanto cediendo el balón a un Ramos que sólo tenía que empujar el balón. Son gestos que le hacen ganar legitimidad a los nuevos jugadores en el grupo.

A Hazard y al Real Madrid le quedan diez finales para tratar de conquistar una Liga que ninguno olvidaremos sea cual sea su desenlace. Hazard, un top mundial cuando está en forma, será decisivo para resolver los problemas en ataque del Real Madrid. El belga, desde el juego, debe ser fundamental para desatascar muchos partidos. También debería estar en disposición de producir goles que podrían ser decisivos. Una vez rematada la Liga, el Real Madrid contará con una gran bala para tratar de lograr la remontada ante el City. Cabe recordar lo elogioso que fue Guardiola con Hazard y cómo lamentó su ausencia en la ida. Seguramente Pep se alegrará de su vuelta, pero tendrá mayores motivos de preocupación de cara a ese partido. Porque Guardiola sabe perfectamente de lo que es capaz Hazard, uno de esos pocos jugadores que cambian constantemente los partidos.