Zinedine Zidane en unos cuantos meses se ha ganado el respeto del mundo del fútbol (al menos del mundo del fútbol no cegado por fobias) con títulos, sentido común y una preparación de partidos muy de la escuela de Lippi.
En lo personal, lo que más me gusta del francés es su naturalidad para asumir el éxito y el fracaso. Cada conferencia de prensa que da es una lección de comunicación en sí misma. Zidane está tranquilo tras ganar una Champions o tras empatar en casa ante Villarreal. No son pocos los argumentos para desear a Zinedine en el timón del equipo durante el siguiente lustro.
Dicho esto, la asignatura pendiente del astro francés es algo que le admiré al Barcelona de Guardiola y en ese sentido, a la España de 2008 a 2012: si se van arriba en el marcador, nunca soltaban la ventaja.
El Real Madrid ha empatado a 2 goles de forma consecutiva ante Las Palmas y ante el Borussia Dortmund. Y en ambos se dejó ir la ventaja en dos ocasiones. Son cuatro ventajas en dos partidos no capitalizadas en triunfos. Ya antes, en la final de Milán, se desperdició también una ventaja en el último cuarto del partido.
Las razones de por qué le empataron al Madrid en cada partido son variadas. Una de las más constantes es la falta de contundencia para ampliar la ventaja y así “matar” el partido. Recuerdo aún el gol del Atlético de Madrid en la Undécima, y cómo cayó tras una doble oportunidad entre Cristiano y Benzema. Otra razón común está en las desatenciones defensivas, y también ha habido desconcierto tras cambios de jugadores y/o sistemas que pretendieron cerrar el partido. El tema físico además no es un tema menor y sabemos que el plan físico de Zidane es tener un pico de rendimiento en noviembre–diciembre y otro en abril–mayo. Pero aun así, si ya estás delante en el marcador pasados los 70 minutos de partido, no se te debe ir el triunfo.
Nadie duda de la habilidad de Zidane para plantear partidos donde el Madrid tiene que venir de atrás. Aquel en Barcelona, con un hombre menos, fue una cátedra a Luis Enrique, con voltereta incluida; también nos podemos repasar el partido ante el Wolfsburgo, donde el Madrid remontó 2 goles con mucha calma y paciencia. Las dudas vienen cuando el marcador está a favor del Madrid. Tenemos también este mismo año en UCL el ejemplo ante el Sporting.
Hablaba antes del Barcelona de Pep, donde ese juego “sobabalones” adormecía los partidos de una manera casi rítmica y era sumamente eficaz para administrar ventajas. España ganó un Mundial administrando unos a ceros, y sólo ante Suiza, contra quien se vio debajo en el marcador, no sacó el resultado que quería. El Atlético de Madrid es otro ejemplo de cómo saber administrar las ventajas en el marcador: te vuelve contendiente a todo, con un estilo bien diferente al del Barcelona o la selección española. Porque cerrar los partidos no depende, al contrario de lo que continuamente se piensa, de echarse atrás y ceder la iniciativa. No digo que el Madrid deba ni jugar en horizontal eterna como Pep (porque además sus jugadores no podrían) ni enmarañar y enredar los partidos como Simeone, pero sí debe encontrar las formas de amarrar los marcadores favorables. La administración de ventajas es un arte, quizá el único que le falta dominar a Zinedine Zidane.
Buenos días.
Aún estando de acuerdo contigo, lo que se alaba a otros equipos, al Madrid se le masacraría, es lo que hay.
De todas formas el "fútbol control" que practican otros, no creo que lo pudiera hacer éste equipo, seguro que me equivoco, pero lo dudo.
Las ocasiones falladas creo que han sido el auténtico handicap en los partidos empatados, eso y las lagunas defensivas.
HALA MADRID Y A GANAR
Buen argumento.
Lo mejor para administrar el marcador cuando se gana por 1 gol es meter otro y ganar por 2 😉 que los jugadores se tomen la ventaja de 1-0 como si fuera un empate y sólo vale ganar el partido 😉