La gigantesca ola de indignación que desde Brasil ha recorrido el mundo por unas manifestaciones racistas hacia Vinicius comenzó en realidad a formarse hace cuatro años. El 3 de septiembre de 2018, “Tachi”, capitán del primer filial del Atlético de Madrid, le mordió la cabeza a Vini, que recién aterrizado del Flamengo se fogueaba en la Segunda División B con el Castilla. Los rivales ya le estaban cosiendo a patadas antes. Esa “bienvenida” era fruto de un caldo de cultivo que se había creado irresponsablemente alrededor de un debate periodístico donde se cuestionaba si el Real Madrid despreciaba al resto de clubes, humildes, de la categoría, poniendo allí a jugar a un futbolista que había costado 45 millones de euros. Un señuelo tras el que, como en tantas ocasiones, se ocultaba de fondo el antimadridismo de muchos prescriptores de opinión, que habían encontrado un nuevo hueso que morder.
En el Real Madrid saltaron las alarmas y se llegó a plantear que el chico no jugara lejos del Estadio Alfredo Di Stéfano debido a una sincera preocupación por su integridad física: ni los árbitros ni los medios de comunicación, supuestamente encargados también de velar por la integridad del fútbol español, hacían nada para protegerle. La solución al final fue quitarle de en medio y refugiarle en el primer equipo. Sólo disputó cinco partidos con el Castilla: dejó cuatro goles, una asistencia, un sinfín de regates y varios vuelos sin motor cada vez que un oponente, incitado y envalentonado por ese clima hostil que se había generado contra él, le atizaba.
Le costó entrar en el primer equipo (aquí fue decisiva la llegada de Solari) y tardaría varios años en encontrar su mejor fútbol. Desde el primer día, esa parte tóxica de los medios que come de fabricar un conflicto permanente alrededor del Real Madrid, lo que inevitablemente sumó a la causa a muchos aficionados, una buena parte de ellos madridistas, le convirtió en un meme. Se burlaron de sus fallos en el último tercio, se mofaron con las ocasiones que fallaba ante los porteros, se rieron a mandíbula batiente de sus goles de rebote, le pusieron motes irrespetuosos, le hicieron hasta canciones. A un chico de 18 años que acaba de dejar atrás a su familia, a su país, a todo lo que conoce. Que sólo quería jugar al fútbol, trasladar al césped la alegría que lleva dentro y triunfar en el club de sus sueños.
el capitán del Atleti, que bien pudo responder “intentaremos que no marque pero, si lo hace, nuestra afición es respetuosa y no ocurrirá nada”, que es lo que habría contestado un hombre de los pies a la cabeza, decidió juguetear con la idea de un hostigamiento a Vini: “Pues habrá lío”. Koke dejó ahí la invitación para que los más incívicos del Civitas, que no son pocos, dieran rienda suelta a su profundo rencor hacia el Real Madrid. Al menos Koke no dijo: “Habrá río”. La cosa pudo ser peor, sí
Un año después de que Tachi le mordiera la cabeza, Vinicius marcó en el Bernabéu un golazo ante Osasuna y rompió a llorar. Después de todo lo que estaba soportando ese crío, Vini finalmente se quebró. Hizo un golazo que ponía líder al Madrid pero, lejos de desatar su alegría, reveló al mundo un terrible sufrimiento. Por supuesto, a poca gente le importó. Aquellas lágrimas quedaron en una anécdota sin que ningún astuto olfato periodístico de este país se preocupara por indagar en lo que podía haber detrás de ellas ni de exigir mesura en el trato a un joven en edad formativa. Y volvieron los memes, porque Vini, en proceso de adaptación al fútbol europeo, al Real Madrid y a la que le estaba cayendo encima, siguió desacertado a la hora de finalizar las jugadas. Continuaron las risas, cada vez más altas. “¿Y Vinicius pa’ cuándo?”.
Había una duda razonable sobre si Vini podría revertir una situación así, el yugo era pesado. No debe de ser nada fácil dadas las circunstancias. Pero lo hizo, y de qué forma. Todo empezó en la Champions 20/21 con su destrozo al Liverpool en Madrid en la ida de cuartos de Champions. Su primera gran noche. Aquella temporada no terminó bien para los blancos, pero prendió la chispa que precedió a la explosión de Vinicius, que se convierte en uno de los mejores jugadores del mundo la siguiente temporada, donde pulveriza todos sus registros goleadores, también a decenas de defensas rivales, sus compañeros empiezan a buscarle cada vez más y termina marcando el gol decisivo en la final de la Champions que el Madrid le gana también al Liverpool. Un rendimiento que en esta campaña se mantiene y que no parece tener techo dada la juventud, la condición física, el talento y sobre todo la entereza mental que está exhibiendo el futbolista. Y que ha cambiado las burlas por inquina, envidia y frustración ante su deslumbrante desempeño en el terreno de juego.
Pero ese halo negativo a su alrededor del jugador en realidad siempre ha sido independiente del rendimiento. Ya se lo colgaron a Cristiano o a Bale antes. O por poner un ejemplo más acorde, a un adolescente Odegaard, de sólo 16 años. En el Camp Nou un elemento llamó macaco a Vinicius, con el agravante de hacerlo en presencia de un menor, y no pasó absolutamente nada. Ni fue expulsado del campo ni localizado por los Mossos d’Esquadra ni por supuesto los medios, que pasaron página instantáneamente, hicieron la menor autocrítica sobre su cuota de responsabilidad en estos desafortunados hechos, que han continuado en muchos partidos. En el último en el Bernabéu, incluso, se animó desde el banquillo del Mallorca a pegarle. Ahora que no le pueden parar en el campo, le dan patadas. Ahora que no pueden reírse de él en los medios, se censuran sus celebraciones, que llegan a pares porque no deja de marcar. Y cuando desde el entorno madridista se pide a los árbitros que apliquen el reglamento, se culpa a los bailes de Vinicius, que por lo visto provocan. Que son irrespetuosos. Si baila Griezmann no pasa nada. Pero Vini no puede, al parecer. Pedirle a un brasileño que no baile es como pedirle a un argentino que no hable o a un antimadridista que no rabie. El debate sobre si Vini puede o no bailar es impostor, sólo esconde la amargura del que no puede digerir el futbolista en que se ha convertido.
Y ese debate impostor fue el detonante del estallido de cólera, en defensa del chaval, surgido en Brasil y que ha degradado al fútbol, al periodismo y a la sociedad española a ojos de todo el mundo. Todo porque un colaborador del montón, sin ingenio ni nada valioso que aportar, dijo en “El Chiringuito” que con sus bailes “hacía el mono”, un comentario muy desafortunado que podría haber parecido fruto de la torpeza, y no del racismo, si no lo hubiera acompañado con un “que se vaya a bailar a su país”. Tufillo xenófobo y racista detectado. Por otro lado, una periodista le preguntaba a Koke, capitán del Atlético de Madrid, por lo que podría pasar si Vinicius marcaba y bailaba en el Civitas Metropolitano, uno de los pocos estadios del fútbol español donde los ultras campan a sus anchas –este último detalle lo he añadido yo, no la periodista, que no quiere meterse en problemas-. La mera pregunta, que ya incita a la violencia física o verbal desde las gradas, es el perfecto ejemplo de ese periodismo degenerado que contribuye a denigrar la profesión. Pero el capitán del Atleti, que bien pudo responder “intentaremos que no marque pero, si lo hace, nuestra afición es respetuosa y no ocurrirá nada”, que es lo que habría contestado un hombre de los pies a la cabeza, decidió juguetear con la idea de un hostigamiento a Vini: “Pues habrá lío”. Koke dejó ahí la invitación para que los más incívicos del Civitas, que no son pocos, dieran rienda suelta a su profundo rencor hacia el Real Madrid. Al menos Koke no dijo: “Habrá río”. La cosa pudo ser peor, sí.
Y lo que surgió a raíz de estos incidentes los puso a todos a bailar al son de Vinicius. Unos señalan al incontinente verbal de la tele, otros a Koke, pero en realidad son muchos los que han cooperado durante cuatro años a esta penosa cadena de acontecimientos y que deberían darse por aludidos aunque se hayan puesto de perfil. Algunos de esos responsables guardan un estruendoso silencio, sin atreverse a defender a Vini, no vayan a reprochárselo sus seguidores o el club para el que oficiosamente trabajan. Otros directamente se han puesto en la cola, abriéndose paso a codazos intentando ganar posiciones, para apoyar los primeros a Vinicius y criticar a “El Chiringuito” o a Koke, como si no fueran ellos tanto o más culpables del acoso a un niño desde que aterrizó en el aeropuerto de Barajas y de la patética imagen que ya no sólo el fútbol o el periodismo, sino España entera, ha proyectado al mundo.
En el fondo lo que ha pasado no va sobre el color negro de Vinicius, que en realidad le importa a muy pocos afortunadamente, sino sobre el color blanco de la camiseta que defiende. Ahí está la raíz de todo, pues España es mucho más envidiosa que racista. No molesta que baile ni el tono de su piel, sino que marque goles para el Real Madrid. Mucho me temo que no habrá consecuencias tras este triste episodio, muy pronto enterrado en el olvido. Que al chico le seguirán insultando y pegando en muchos campos de España con la complicidad de los de siempre y que nadie hará examen de conciencia, pues todos piensan que la culpa fue de otro. Pero el antimadridismo periodístico ha cruzado una línea roja y el mundo entero los ha puesto en su lugar. Han recogido lo que llevan años sembrando. Disfrutemos de ello, aunque sólo sea de forma fugaz. Y, por supuesto, gocemos con los muchos bailes que están aún por venir. ¡Baila, Vini Jr! Baila y no pares nunca.
“Una” periodista, no; “la” periodista antimadridista de siempre: Susana Guasch. Siempre perpetra preguntas de este jaez. Lo lleva en la sangre.
En este caso, la periodista era una tal Andrea Ramos, de Vamos, que fue la que le tiró de la lengua a Koke e insinuó que sin duda habría una reacción del público si Vini bailara
El problema aquí, es que los medios de comunicación deportivos ya no tienen periodistas en sus redacciones sino ultras de uno y otro equipo. Todos los programas se han convertido en el chiringuito. Y todo esto, quiero recordarlo, comenzó con De La Morena y su patético intento porque se hablara menos del Madrid y más del Barcelona y el Atlético. Él creó el Sanedrin e incorporó a los ultras pseudo periodistas de Barcelona y los mezcló con los del Madrid mucho más ecuánimes y comedidos. Ese fue el germen del chiringuito: escuchar a payasos como Pérez de Rozas o Jordi Martí hablando en serio de fútbol convirtió esto programas en un circo, también a Poli Rincón o a Roncero. Ahora tenemos lo que otros quisieron. Preguntas estupidas en ruedas de prensa, comentarios xenófobos, tertulias para retrasados, opiniones de barra de bar y polémicas vergonzosas como la de Vinicius que no hacen más que mostrar el nivel patetico de la prensa deportiva en este país.
Estoy de pie aplaudiéndote. Totalmente de acuerdo. Ese es el germen.
Apláudome a mí mismo. Como no lo hace nadie...
Vini se merece todo lo bueno que le pase en su vida por todo lo que ha sufrido. Y en el caso de que durante los partidos reciba algún intento de agresión, el resto de sus compañeros deberían salir en bloque a defenderle. Todos, sin excepción
Así es, Paul!! Alto y claro. La desgracia de este periodismo es que cuenta más la línea editorial, que la profesionalidad y el talento del periodista, y esto parece una lacra social, que lo único que consigue es extender la mediocridad a todos los sectores. El madridismo necesita de gente como tú, como Pepe Herrero y alguno más,que diga las verdades con orgullo y sin miedo al "stablishment".
Fuerza y ¡ HALA MADRID!
Yo, desde luego, si marcamos en el estadio de los nazis, ponía a todo el equipo a bailar, hasta a carletto, me iba al lugar donde estuvieran los asesinos neonazis del frente y marcaba una cumbia, un tango y una muñeira. Esto se les ha vuelto en su contra, y espero que no caiga en saco roto. Esta gentuza ya lo hizo con Peter Federico y aquí no pasó nada,aperte de los dos asesinatos que llevan a sus espaldas. Culpables principalmente como dice el autor del artículo,la asquerosa y cuñada prensa deportiva española
Hala Madrid
Tiene usted mucha razón
El mayor y gran Pecado Capital de España es la envidia, da igual que seas nacional/extranjero, blanco/negro... si triunfas ya se encargan de menospreciar, injuriar, calumniar... Vinicius tiene que apreder a convivir con ello, como decia Forges ¡¡ Pais ¡¡
Lo de intentar desestabilizar al Real Madrid es ya una tradición, más que costumbre. Y si a ello unimos algo más viejo que el ruido, como es calentar el derby , ya tenemos el plato servido.
Como madridista , que baile o deje de bailar Vinicius me es indiferente. Quiero que el Real Madrid haga un buen partido, si no puede ser formidable, y se lleve los 3 puntos.
El antimadridismo de la prensa hidráulica me la pela soberanamente. Ese odio que transmiten lo transformo en combustible energético y en reafirmante de unas ya de por sí firmes convicciones
Del arbitraje no espero justicia. Me gustaría ser sorprendido al respecto.
Ni idea sobre cómo se gestiona el tema de los refuerzos positivos económicamente en el club.
El de hoy debiera ser atendido adecuadamente.
Vini, vidi, vinci.
(*) Ojalá Vinicius no se comporte ni de manera acelerada , ni de modo timorato. Concentrado e intenso en su justa medida.
Lo siento: veni, vidi, vici.
Querido Paul, te felicito por estas líneas, me parecen muy acertadas.
Sabes bien de lo que hablas, porque sabes lo que se cocina dentro de los programas deportivos de este país.
El Real Madrid y Vini merecen jugar en una Liga acorde a su calidad, merecen un periodismo acorde a su calidad, mas por desgracia el Real Madrid y Vini avanzan como un cohete espacial, en una sociedad pérdida en estériles debates ideológicos, en una Liga de un nivel con tendencia a la mediocridad y con un periodismo lamentable.
Querido Paul, la creación de la Superliga al Real Madrid le urge, y esa es precisamente su debilidad.
La situación en La Liga y del periodismo se está volviendo insostenible, Richard Dees lo lleva denunciando muchos años.
Gracias Paul!
La verdad es que no se puede explicar mejor lo sucedido con Vini.En efecto,es la envidia a la camiseta que defiende y la cantidad de periolistos a sueldo de bastardos intereses de gente como Roures,Prisa,Tebas etc…
En líneas generales de acuerdo con todo ésto, ahora imagino que todos los que decís ésto estabais tb en contra de la forma de proceder de Mourinho en el Madrid supongo, yo por lo menos si que lo estaba y todo eso sin quitarle a ciertos culés tb su cuota.
Pues yo estaba y estaré a favor de Mou salvo lo del ojo, en lo otro fue y es el único que desde el club defendio al mismo y asi tuvo que irse y ahora al club le defiende Guti y desde fuera
Lo del ojo fue mentira. Nunca le metió el dedo en el ojo a nadie. Fue una trola de los MMM (medios de manipulación de masas) que la repitieron mil veces para que algunos se la creyeran. Le dió un pellizco en la mejilla como respuesta a una colleja.
No haynmás que ver la secuencia: si te meten un dedo en el ojo, no te vuelves hacia la posición de ese dedo, como hizo el supuestamente agredido. El dolor es intenso y lo que haces es retirar la cabeza hacia el lado contrario. En resumen: otra mentira más de los MMM.
Estos argumentos comparativos siempre me dejan perplejo. ¿Cuál es la conclusión? Podría ser (a) Puesto que Tenorio y los comentaristas de su artículo no condenaban (supuestamente) el proceder de Mourinho, los comentarios xenófobos y racistas con Vinicius son legítimos; o (b) como los comentarios xenófobos y racistas con Vinicius son reprobables, la (supuesta) actitud de Tenorio y los comentaristas con Mourinho es reprobable. Por favor, aclarar.
Buenísimo. Lo ha desmontado.Realmente, Fataliste.
Los madridistas disfrazados infiltrados intentan con burdas sutilezas pasar por genuinos.
Y que pinta Mourinho en todo esto?
Los medios de comunicación , que en general rezuman un antimadridismo lacerante, generan violencia. Sin duda. No sólo Cristóbal Soria , en el que voy a hacer foco. Este acérrimo barcelonista debería ser más cuidadoso, además de andar con más cautela, por lo que sale de su boca. Puede haber algún aficionado exaltado harto de sus provocaciones. No diré el qué , pero yo he tenido que llamar a la calma a alguien que lo tiene , como vulgarmente se dice, enfilao.
Yo e concreto lo que he querido decir es que no sé cómo a Mourinho personaje de fútbol se le pudo defender por parte del madridismo, dejo a un lado el Mourinho estrictamente entrenador que considero que tuvo sus luces y sus sombras, pero el lloriqueo continuo, sus provocaciones, el dedo en el ojo etc no me hicieron ninguna gracia y le restaron grandeza al banquillo del Madrid, Zidane y Ancelotti le dieron mil vueltas.
Daniel, yo llevo un montón de años en el foro y rara vez hablo de los árbitros, sin embargo tengo que decirte que los años de Mourinho coincidieron con los del escandaloso saldo arbitral a favor del FCB y con algunos arbitrajes inexplicables en Europa. No comparto sus modos pero tenia motivos para quejarse.
Sí, sí. Y Quique Setién y Xavi, mejores que Mou.
Paul Tenorio, acabas de decir la Biblia, bendito seas. QUE VERDAD MÁS INMENSA
Olé, Paul!!!
Si de verdad se quiere actuar contra el racismo se debería identificar al aficionado del Barsa que le llamó a Vini “macaco” delante de su hijo. Pero todo el mundo mira para otro lado. Esto no interesa . Aquí prevalece el meter mierda todas las semanas llamando provocador al chaval porque festeja los goles bailando. Pena de periodismo el de este país.
Artículo de Chapeau. No se pueden decir más verdades. Pd. Baila, Vini, baila.
Me quito el sombrero Paul. Suscribo cada una de tus palabras y no le quitó ni una coma al artículo. A Vini le han dado hostias como panes desde antes de llegar. De todos es sabidos que si hubiera fichado por el Barça la historia fuese completamente diferente.
Les duele que Vini triunfe, pq lo que les duele es que triunfe el Real Madrid.