Y también dos huevos duros

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Según las últimas informaciones, Messi descansa en Miami tirando de los pocos ahorros que le quedan antes de casi pagar por jugar en el Barcelona. Serán sus últimas vacaciones como multimillonario. Cuentan que frecuenta restaurantes chinos y que acude al Lidl más cercano esperando encontrar las mejores ofertas en latas de sardinas y macarrones, procurando adaptarse a lo que será su nueva vida de mileurista. Lo que sea por seguir en el Barça, amics. El aceite ya no será de oliva; el champú será tamaño familiar.

Ahí lo tienen, en los altos de Mundo Deportivo, buscando relax y desconexión, tranquilo a la espera de que se concrete el encaje de bolillos que le permita continuar su carrera en el Barcelona diez o veinte años más, difiriendo sus honorarios en pipas, balones de reglamento y productos de merchandising del club azulgrana. El show debe continuar, y si para ello es necesario apretarse el cinturón, ahí estará Messi el primero, dando ejemplo al resto de sus compañeros. La causa es superior a los intereses individuales. El barcelonismo como una de las bellas artes pide contención, ayuno y abstinencia, así que se viene una etapa monacal y pía. Cuentan que en la Masía ya hacen acopio de velas para prescindir de la costosísima luz eléctrica y para dotar al ambiente del recato que vienen pidiendo las almas puras que de allí salen erigidas en estrellas mundiales nada más pisar el felpudo de la puerta.

Almas como la de Pedri, queridos hermanos. Desatascó ayer Pedri a la España olímpica en su amistoso contra Japón. Fue salir Pedri al campo y empezar a sonar trompetas celestiales. Fue tocar Pedri su primer balón y eyacular sin querer los divinos analistas que pueblan nuestras benditas redes sociales. Fue dar Pedri su primer pase y bajar querubines a ras de césped, incapaces de perderse el enésimo milagro del Balón de Oro más justo que aún no se ha dado porque el mundo sigue siendo injusto.

"Pedri es oro", dice As, y a nosotros nos parece poco ese titular. Se diría mejor al revés. Sería más apropiado decir que el oro es Pedri, que todo lo que brilla es Pedri, que el sol es Pedri, que Pedri está en ti y está en mí, que antes de Pedri nos era muy difícil vivir sin que nos diéramos cuenta... Estamos muy a tope con la portada de As. Proponemos que en cada una de las portadas que nos quedan por vivir aparezca Pedri, porque la mera aparición de Pedri basta para sanarnos.

Amén, hermanos. El Barcelona hará otros tres fichajes y debemos reconocer que nos parecen pocos. No solo es que Messi siga tras sus frugales vacaciones en Miami. No solo es que Memphis, Eric García y Agüero serán inscritos en cuanto bajen de precio las latas de sardinas. También habrá otros tres fichajes, tirando por abajo, en Can Barça. O puede que haya cuatro, o seis, o diez, y también dos huevos duros. Los que sean necesarios para acompañar a Pedri en su camino de virtud por los campos de España. Eso sí, "el club no invertirá ni un euro", dice Sport, "o llegan libres o se hará todo con intercambios". Tampoco cobrarán nada. Puede incluso que se les pida pagar por jugar en el Camp Nou. ¿Quién no sacrificaría su salario por poder jugar al lado de Pedri? ¿Quién no renunciaría a sus honorarios por aprender el noble arte del tiki-taka? ¿Quién no daría uno de sus brazos por aprender a rezumar colonia y no sudor?

La masa salarial es cosa prosaica, terrenal y mesetaria. Qué expresión fea, qué obligación penosa para un club que solo quiere ofrecer belleza al mundo, qué dislate venir a molestar a las puertas del cielo con asuntos tan menores y tristes. Ni caso. Que fichen a Lionel, a Messi, a Memphis, a Depay, al Kun, a Agüero, a Eric, a García y a los tres más que anuncia Sport para solaz de los niños del mundo.

Que fichen también a Varane, a Kane y a Sergio Ramos. No en vano, el francés parece estar a punto de abandonar el Madrid y qué mejor lugar para su consagración que sentarse a la derecha de Pedri. Por su parte, Harry Kane se ha declarado en rebeldía con la intención de ser acogido por el City de Pep, ese club modesto cargado de intenciones salvíficas y de tácticas poéticas. Y Sergio Ramos, ay Sergio Ramos, ha recalado por el momento en el PSG, donde la masa salarial también parece haberse tomado el merecido descanso que solo permiten los clubes virtuosos, aquellos donde ética y estética se abrazan para formar un conjunto hecho para soñar. A la Bernarda también la pueden fichar en Can Barça, pero no estamos seguros de que sus partes pudendas puedan encontrar un encaje sencillo dentro de la masa salarial. Y también dos huevos duros.