Buenos días, amigos. ¿Y si sucede? En las semanas previas del verano, hablar de Mbappé se antojaba dar, sin más justificación que la búsqueda vil del click, la enésima vuelta sobre un argumento rancio. Los acontecimientos, sin embargo, han puesto el tema encima de la mesa de una manera legítima. Hablar de Kylian ya no es resucitar artificialmente un culebrón cansino y yermo. Ahora es hablar de algo que puede pasar.
Que puede pasar, cuidado, no que necesariamente vaya a pasar. Asegurar que Mbappé viene al Real Madrid este verano no sería ser fieles a la verdad. Si hemos aprendido del pasado, concluiremos que cualquier cosa puede suceder, desde un final feliz a una renovación, pasando por la opción de que la voluntad del jugador por vestir de blanco no sea tan férrea como se dice y acabe perdiendo el pulso… para ser traspasado a un tercer equipo. Al fin y al cabo, Kylian Mbappé, la persona, es sobre todo un enigma abrumador.
Marca viene con la disyuntiva (o, mejor, la amenaza) que el jeque expone al astro francés. Si no renueva o se deja traspasar a otro equipo, se pasará un año en la grada. Si bien el PSG no se anda con tonterías, y ya ha llevado a la práctica cosas similares con jugadores como Rabiot, es dudoso que puedan atreverse a cumplir su amenaza con una estrella de perfil tan alto como la que nos ocupa. Pero el hecho mismo de la bravata ejemplifica la necesidad de vender que tiene el club parisino, la cual juega en beneficio de Mbappé y del interés blanco por contratarle. Leed lo escrito ayer por Ramón Álvarez de Mon en esta misma página. Es de una claridad meridiana.
La posibilidad de que Mbappé recale finalmente en Valdebebas, y que lo haga tal vez este mismo verano, tiene al periodismo deportivo vinculado a la otra orilla del río (o sea, al antimadridismo) atenazado por los nervios. No saben muy bien cómo referirse al tema sin mostrar el acongoje que les domina. Aunque sólo sea por dicho acongoje, este viaje habrá valido la pena venga o no venga Kylian. Hay quien opta por esquivar completamente el tema.
Mundo Deportivo nos suelta una de esas portadas collage que trae el verano, cuánto más este verano que casi no tiene fichajes por mor del erial financiero que es la liga de Tebas. Pero ¡oh! Resulta que hay alguien en el mercado español que sí está en disposición de ejecutar fichajes millonarios merced a su intachable tesorería, y ese alguien es el Real Madrid. Esta verdad, no obstante, es demasiado incómoda, y el hecho de que la odiada entidad capitalina ya se haya hecho con los servicios de Bellingham y pueda hacerse con los de Mbappé debe desaparecer de las primeras planas.
Mirad bien esa portada de Mundo Deportivo, amigos. Sale casi todo el mundo ahí, desde Rahm a Messi pasando por el Tour de Francia y el Mundial de natación. Sale todo el mundo excepto aquel de quien todo el mundo habla. Como diría el maestro Guasch, en la Ciudad Condal se ha instalado el cagómetro mucho antes de lo habitual. Nunca antes se había puesto en funcionamiento en plena pretemporada. Es un experimento: enchufar a la vez el cagómetro y el aire acondicionado. Esperemos no haya contraindicaciones.
Por supuesto, lo del cagómetro es literal en lo relativo a gran parte de la primera plantilla del FC Barcelona, a quienes un virus raro tiene aposentados en el trono. Parece que las noticias sobre Mbappé no han sentado bien en el seno del equipo azulgrana. Bromas aparte, les deseamos una pronta recuperación.
Os dejamos con As, que viene con el muy madridista Fernando Alonso, a quien deseamos toda la suerte.
¿Y si sucede?
Pasad un buen día.
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