¿Y si lo hubiera hecho el Madrid?

El 16 de febrero de 2023 explotaba la noticia bomba en todos los informativos de España: el Real Madrid había pagado a los árbitros para favorecerle arbitralmente. Así aparecía la noticia en todos los medios de comunicación.

A continuación, el periodista madrileño que había sacado la información relataba en todos los principales medios de España cómo había sido aquello. Según contaba, a partir del año 2000 había pruebas irrefutables de que Florentino Pérez había ingresado en la cuenta del nº 2 del Comité Técnico Arbitral cantidades desorbitadas de dinero para comprar a los árbitros y verse favorecido.

El 16 de febrero de 2023 explotaba la noticia bomba en todos los informativos de España: el Real Madrid había pagado a los árbitros para favorecerle arbitralmente

Durante 18 años, hasta que esa persona ya no ostentaba parte del cargo, el Real Madrid había pagado cada año hasta medio millón de euros de manera regular, viéndose claramente favorecido en todos esos años como mostraban ahora absolutamente todos los medios de comunicación a través del saldo arbitral. Una anomalía estadística que hasta la fecha no se había investigado por la opacidad de los medios.

Inmediatamente empezaron las denuncias en paralelo. El actual representante del Comité Arbitral, Medina Cantatalejo, y otros muchos árbitros de la época como López Nieto, Iturralde y muchos más comenzaron a contar cómo Negreira, a sueldo del Real Madrid, les había presionado para favorecer al Real Madrid. Y muchos de ellos, que se jugaban sus carreras y tenían familias, no habían podido negarse ante la posibilidad de verse en la calle. Algunos habían sido expulsados del cuerpo arbitral por no aceptar esos tratos de favor. Otros habían tenido que callar, pero todos habían sido perjudicados y extorsionados por las prácticas mafiosas del Real Madrid.

En apenas 24 horas el clamor fue nacional. Todo el país entendía que esa noticia desprestigiaba a la liga y ponía en evidencia el fútbol español y por supuesto la imagen del deporte y del país. Florentino Pérez tenía que dimitir, y así salía en las principales portadas de El País, El Mundo, ABC y todos los periódicos deportivos sin excepción. A la cabeza, Marca y As, que publicaban durísimas portadas a dos caras exigiendo la dimisión inmediata y una investigación nacional.

Además, la fiscalía tenía que acelerar inmediatamente las investigaciones, pero mientras no se podía permitir que el Real Madrid manchase así la competición. Como medida cautelar, tanto la Federación como la Liga, unidas por primera vez en mucho tiempo por el bien común, decidieron sancionar al equipo blanco con 25 puntos menos. A la espera quedaba valorar el descenso administrativo y la cuantiosa multa, que podría ser de hasta 250 millones de euros por afectar gravemente a la imagen del fútbol español y a muchos clubes directamente perjudicados.

A medida que empezaron a salir más noticias de cómo funcionaba todo el entramado urdido por el Real Madrid y Florentino Pérez, la presión fue insoportable y en solo 48 horas dimitió el presidente del Madrid y toda su junta directiva. Al frente se pondría un administrador concursal que investigaría todos los papeles. El club estaba intervenido, como era normal, no se podía permitir la Fiscalía que se eliminasen pruebas ni el riesgo de que la competición pudiese seguir siendo manchada.

En ese tiempo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salió a hacer una declaración institucional informando de que el asunto estaba ya en manos de los jueces y que él personalmente había encargado la investigación hasta las últimas consecuencias a una comisión especial.  No se ahorrarían ni gastos ni pesquisas para aclarar todo, cayese quien cayese.

Como medida cautelar, tanto la Federación como la Liga decidieron sancionar al equipo blanco con 25 puntos menos. A la espera quedaba valorar el descenso administrativo y la cuantiosa multa

Aquella declaración dejó claro que, aunque el delito hubiese podido prescribir administrativamente, la sanción sería ejemplar, y caía la sombra de la duda de si sería disuelto el Real Madrid como club, como así reclamaban numerosos políticos independentistas. El club había que disolverlo, purgar a toda persona relacionada en esos 18 años con Florentino Pérez y el Real Madrid, y por supuesto, expulsar a todo periodista que hubiese contribuido a blanquear todo aquel entramado mafioso.

En 72 horas el Real Madrid cayó a los infiernos. Los aficionados, avergonzados y cariacontecidos, conscientes de que su equipo había ganado con trampas, se desapuntaron del club en masa. No merecía la pena ser aficionado de un club tramposo. Todo era una mentira, una gran estafa. El “Hasta el Final, vamos, Real”, no era más que una pantomima escondida tras pagos millonarios, corrompiendo a altos cargos de la Federación.

La unanimidad acerca de aquello fue sorprende en una España habitualmente dividida. Todos los clubes de primera y segunda división emitieron comunicados, personándose como perjudicados. Y los políticos, de izquierdas o derechas, reclamaron una investigación inmediata.

La historia del fútbol español estaba manchada para siempre. El Real Madrid era un club tramposo, desde 2000, pero probablemente desde antes, quizá incluso desde su fundación, toda su historia sería juzgada y limpiada. También los títulos europeos, igualmente bajo sospecha e investigados, como acababa de anunciar la UEFA.

El Real Madrid era un club tramposo. Toda su historia sería juzgada y limpiada. También los títulos europeos, igualmente bajo sospecha e investigados, como acababa de anunciar la UEFA

Dos años después de esa noticia bomba, el Real Madrid fue declarado culpable, con todos sus directivos al frente, incluso entrenadores como Zidane, José Mourinho, conocedores de todo aquel asunto, fueron inhabilitados. Los jugadores quedaron también manchados, porque sus títulos conseguidos se habían logrado con trampas.

El club fue descendido a tercera división para mostrar un castigo ejemplar y evitar que eso volviese a suceder. La multa de 250 millones de euros se pagó expropiando el nuevo Santiago Bernabéu ante la incapacidad económica del club de pagar. Se retiraron todos los títulos ganados entre el año 2000 y la actualidad, poniendo bajo sospecha los años anteriores, abriendo una investigación en marcha, aunque todavía sin veredicto final.

El resto de clubes recibió los títulos perdidos a manos de un Real Madrid corrupto, y resarcidos de esa manera moralmente, porque ya, tras el paso del tiempo no servían de nada esos títulos que había robado el club más tramposo de España.

Y así, el club del señorío y de la grandeza fue descendido justamente a los infiernos tras el mayor escándalo deportivo de la historia de España y de Europa.

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