Si buscan un artículo sobre la importancia -mucha o ninguna- del Balón de Oro, lo mejor es que no sigan leyendo. No tengo intención de gastar mi tiempo en hablar de un premio en el que no creo desde que Michael Owen lo ganó cuando los méritos los había hecho Raúl González Blanco.
Convertido ahora en una batalla entre Adidas y Nike, lo más divertido del Balón de Oro es ver los votos de algunos capitanes de selecciones. Y poco más. Ha ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo como ocurre con ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’, ese libro que compras -o te bajas, allá cada uno- entusiasmado porque has leído críticas maravillosas sobre él y a las treinta o cuarenta páginas lo dejas en la estantería prometiéndole que luego volverás. Pero te vas a por tabaco. Yo, que no fumo, me fui a por palomitas.
Volviendo al principio, del Balón de Oro me quedo con una foto que podría ser histórica. En ella sale Cristiano Ronaldo. Junto a él, Leo Messi y Neymar. Y en la sombra, asomando la patita como Nano cuando me oye bajar de la cama por las mañanas, James Rodríguez, Luis Suárez y hasta Gareth Bale. Los que están y los que llegarán dejan en el ambiente la sensación de que Cristiano podría estar ante esa última vez que uno sabe que aparecerá pero no cuándo. Esa última vez que no imaginas porque dentro de ti no quieres vivirla. El portugués se ha presentado en los últimos años a esta mediática lucha por el oro, pero su carrera camina hacia el inevitable final y, con él, las batallas individuales dejan de medirse en quilates.
Leo Messi parece inalcanzable de nuevo y Neymar quiere estar a su lado por si hay que darle alguna asistencia cuando suba al escenario. Luis Suárez no se coló de milagro en la final y James Rodríguez estará en ella próximamente a poco que tenga continuidad. Y sí, Gareth Bale es otro de los que, si tiene regularidad, aparecerá en la foto tarde o temprano. En esa foto en la que dejará de estar Cristiano Ronaldo salvo que haga un 2016 memorable, algo que nunca se puede descartar si hablamos de un animal competitivo como él.
La cuestión es que vamos asumiendo que la etapa de Cristiano Ronaldo se agota poco a poco. Seguramente se vaya del Real Madrid con más goles que partidos -¡qué barbaridad!- y menos títulos de los deseados. Dejará una marca imborrable y unas estadísticas insuperables. Uno de esos futbolistas que se ven muy de vez en cuando. Inconformista, su sueño iba más allá de una temporada de ensueño o grandes noches en partidos de igual tamaño. Su sueño era hacer historia y que se hable de él en el futuro. Sinceramente, creo que lo ha conseguido. Lo está consiguiendo.
Ahora no valoramos lo suficiente su rendimiento en el Real Madrid porque el presente tiene la fuerza de un huracán y no nos deja pararnos a pensar en lo que hubo antes de la tormenta. El madridismo anda revuelto porque la temporada no está yendo como deseamos y el propio Cristiano parece lejos de su nivel pese a que sus cifras goleadores siguen siendo potentes. La suma de las circunstancias hace que, injustamente, se ataque, porque sí, a un futbolista mayúsculo que ha dado sus mejores años al Real Madrid. Nos ha enseñado que el límite no existe si tú así lo crees, que lo imposible nunca es una opción. Le ha tocado competir con un descomunal rival como Leo Messi y ha tenido delante a un Barcelona histórico. Aún así, ha sobrevivido hasta el punto de situar su nombre por encima de todo como si un dragón de apetito voraz se tratase.
Sus gestos duelen ahora más que antes porque no brilla como antaño, pero el madridismo echará de menos algún día que el jugador que mete un gol se enfade por no haber metido dos. Recordaremos a Cristiano Ronaldo como esa figura incontestable que hacía más grande al Real Madrid y viceversa. Nunca un jugador y un club estuvieron tan condenados a entenderse. Nacieron para caminar juntos. Vuelvas a salir o no en la foto, gracias por el ayer… y el hoy.
Estoy de acuerdo con usted en su elogioso artículo referido a nuestro jugador Ronaldo, pero eso no nos soluciona el problema de que debe de dejar de tirar las faltas, su % es ruinoso, eso no nos soluciona el problema de que
debe de cambiar de actitud y dejar de enfrentarse a los entrenadores que le exigen rotaciones y compromiso
colectivo ( defensa), debe también de tontear con equipos contrarios al menos en público, que sólo sirven para
que el C.E.M.A.M. monte sus campañas de desestabilización. EN resumen Ronaldo si, pero no así
Saludos blancos y comuneros
C.E.M.A.M. significa Central Española Medios Anti Madridistas
Lo del Balón de Oro, para mi, siendo un reconocimiento individual muy importante y bastante justo -votan un montón de periodistas y profesionales del fútbol de todos los paises- está muy magnificado. Esto es porque estamos en unos tiempos dónde se valora más la individualidad, la marca del jugador que el equipo, y porque permite rellenar mucho espacio informativo vacio y generar polémicas alrededor. Y esto es lo peor, que habitualmente se valora el Balón de Oro más por la posibilidad de atizarle con él al que no ha ganado que poner en relieve los méritos del ganador. "Fulanito ha ganado de nuevo el BdO?" "No, que va, Fulanito le ha arrebatado otra vez el Balón de Oro y demuestra que es mucho mejor que Menganito que está sobrevaloradísimo y no se como está nominado con el año -o el trimestre- que ha hecho, y mira que cara ponía cuando le daban el premio a Fulanito, con razón no quería ir a la gala, etc, etc etc".
En cuanto a Cristiano, ojalá volvamos a verle a su mejor nivel (difícilmente) o cerca. Se le valorará más con él tiempo. Lo de las faltas, creo que se obsesiona demasiado y es un hecho que las está tirando peor de lo que lo hacía. Al menos desde la derecha si que ya se las va dejando a Bale.