En un partido de fútbol de Primera se hacen de media 28 faltas entre los dos equipos, algo más de 30 en Segunda y Segunda B. El Cartagena, por sí solo, le hizo 27 al Castilla. Visualicen por un momento lo que suponen 27 faltas durante 90 minutos. Cierren los ojos e imagínenlas: una zancadilla por aquí, un codazo por allá, un agarrón si te vas con metros por delante, un empujón para ganar un balón suelto, un bocadillo en el muslo que te llevas de regalo… una detrás de otra hasta llegar a 27. Zas, zas, zas, zas, 27 veces. Si son fácilmente sugestionables, puede que necesiten hasta ponerse algo de hielo o al menos un ibuprofeno.
Es imposible jugar al fútbol así. Sí, todos nosotros, y especialmente los integrantes del filial madridista, anticipábamos la encerrona que le esperaba al equipo en Cartagonova (no hubo más que ver cómo se calentó el partido desde las redes sociales del Cartagena o recordar la misma película de terror hace tres años frente a UCAM Murcia), pero igual que yo no podría escribir este artículo de ninguna manera si mientras lo intento un mono estuviera aporreando incansablemente el teclado de mi ordenador, tampoco se puede siquiera rematar a puerta cuando cada vez que atraviesas la línea medular o controlas un balón de cara sin oposición, eres derribado o agredido sin que el árbitro haga nada por ponerle remedio. Las leyes de la física prevalecen sobre cualquier principio futbolístico.
En el fútbol que se juega desde el sofá, el Castilla debió liarse a mamporros sin por supuesto que le expulsaran a nadie, ponerse a mover el balón a toda velocidad y terminar cascándole un 2-4 a su rival sin contemplaciones. Pero el fútbol de verdad, el que se juega sobre el césped, no es así. Lo que se vio en el campo fue a un Castilla atenazado e intimidado desde el primer minuto. Acojonado, por qué no decirlo. Un Castilla que tenía miedo cada vez que se abría un claro en el campo del Cartagena, porque el atrevido que osara intentar explotar ese espacio saltaba por los aires, como quien penetra en un campo de minas. Unos jugadores que iban a los duelos como si un niño de tercero tuviera que ir a quitarle el bocadillo al de sexto. Claro que el Castilla pecó de falta de experiencia. Claro que encajó dos goles de centros laterales en 12 minutos. Para eso es un equipo con una media de edad de 21 años y en el que muchos de sus jugadores hace un año se enfrentaban en categoría Juvenil a jugadores de su edad y no a ex jugadores de la Liga griega hechos y derechos. Podría haber intentado pegar lo mismo que recibió, ¿pero alguien duda que habría terminado con diez o nueve jugadores?. Esas cosas hay que saber hacerlas, y los de Manolo Díaz, como es natural, no tienen ni el cuerpo ni la experiencia todavía para librar ese tipo de batallas. Cuando vas al matadero, sólo hay un final posible. Muchos madridistas, que confunden autocrítica con autodestrucción, sólo culpaban a los suyos de no haber comparecido en el partido. A mí, en cambio, me parece una buena noticia que volvieran todos sanos y salvos a sus casas.
Al Cartagena hay poco que reprocharle, sinceramente. El club busca regresar a Segunda, con lo que eso supone económicamente tanto para la entidad como para sus jugadores, y aplastar literalmente al Castilla, llevar el encuentro al límite que marcara el colegiado, en este caso ninguno, era su obligación. Hubo cosas muy feas, claro que las hubo. Tras cada patada había un insulto asociado, una risa, una humillación extra. En la segunda parte, cuando el Castilla decidió tímidamente replicar la violencia de su rival, los locales caían fulminados sobre el campo, añadiendo a su despliegue de marrullerías toda suerte de dramatizaciones de lo más busquetianas. Desplazamientos de balón para perder tiempo en la cara del árbitro. El portero suplente interrumpiendo el juego desde el banquillo... no sólo hubo violencia: también se desplegaron todos los espectros posibles del cancherismo con la misma impunidad. Pero, insisto, nada que no hubiera hecho cualquiera que tuviera luz verde para ello en un partido tan a vida o muerte, nunca mejor dicho. El problema fue el colegiado.
Antonio Santos Pargaña, de 36 años, fue quien decidió inhibirse y permitir una escabechina que se prolongó durante 90 minutos, maquillando la estadística con tarjetas amarillas a partir del 80’ pero nunca poniendo justicia ante las dos e incluso tres expulsiones que mereció el Cartagena. Decisiones como la de no sacarle siquiera tarjeta amarilla al reincidente y malencarado Rubén Cruz (sevillano como él), que agredió con un brutal codazo en la cara a Alex Martín antes de encararse con el central madridista y soltarle todo tipo de lindezas; o la de permitir a ese caimán llamado Cordero sus reiteradas y alevosas faltas, evidencian que tenía interés en la victoria del Cartagena, en la derrota del Castilla o bien sufrió un insuperable miedo escénico. Al menos una de las tres es cierta. Su prevaricación fue vergonzosa y manchó el partido, la competición y su propia imagen, aunque su nombre no aparecerá en la operación Oikos.
no sólo hubo violencia: también se desplegaron todos los espectros posibles del cancherismo con la misma impunidad. Pero, insisto, nada que no hubiera hecho cualquiera que tuviera luz verde para ello en un partido tan a vida o muerte.
No me sale ni un reproche hacia un Castilla que no enlazó tres pases seguidos ni inquietó al portero local en ningún momento. Ni uno sólo. En esas condiciones, bastante tenían con sostenerse en pie. La temporada del Castilla es muy buena. El madridismo puede estar orgulloso. Gran parte de la campaña estuvo en puestos de playoff y, en un contexto de normalidad gracias a un árbitro que arbitró, le dio un baño en la ida al Cartagena. Un Castilla que perdió a Franchu, probablemente su mejor jugador, por una grave lesión, lo mismo que ocurrió con quizá su mejor promesa, César Gelabert. Un Castilla que cambió de entrenador a mitad de temporada. Pero un Castilla que mostró arrestos todo el año, paliando su bisoñez en un grupo de lo más difícil. Y que ha puesto en el escaparate a jugadores que apuntan ya hacia el fútbol de élite como pueden ser Cristo González, Javi Sánchez o Fran García, entre otros.
Y todo ello enmarcado en un año histórico para la Fábrica, con casi 1800 goles entre todos los equipos que suponen el récord de la última década y conjuntos como el Juvenil C que han batido los mejores registros históricos en el club en cuanto a golaverage y goles a favor. Quizá la Segunda o la Segunda B no sean los mejores escenarios para que se curtan los mirlos blancos de Valdebebas, a los que iría mejor una Liga de filiales como ocurre en muchos otros países, pero los Baeza, Aranda, Carrillo, Armenteros, Sala, Lucas Cañizares, Miguel Gutiérrez, De la Víbora, Bruno… son una realidad y oirán hablar de ellos muy pronto. La Fábrica nutre de más jugadores al fútbol profesional que ninguna otra cantera a nivel mundial y el objetivo es que lo haga también con una frecuencia creciente en el primer equipo.
Casualmente, Real Madrid Televisión había programado la emisión de una película, “Jackie Chan, Maestro de Kung Fu”, un cuarto de hora después del partido. Fueron más de tres horas de patadas, manotazos y codazos ininterrumpidos en pantalla, si bien es cierto que, comparado con lo que se vio en Cartagonova, disfrutar del bueno de Chan y sus mamporros fue una experiencia de lo más relajante, como quien se da un masaje con aceites esenciales tras una sesión de spa.
Y todavía había quien pedía a Vinicius para el partido, un chico al que el capitán del Atleti B mordió la cabeza en el Cerro del Espino en uno de sus primeros partidos en España. Si llega a jugar en Cartagena, sale de allí en ambulancia.
No entiendo que jugadores, los del Castilla, con 20 o 21 años se amilanen ante los veteranos y curtidos jugadores del Cartagena. El resultado era previsible despues del 3:1 de Valdebebas. Faltó mentalización por parte del entrenador y un poco más de coraje por parte de los jugadores. Salieron al campo con la derrota escrita en la frente.
Sí llega a ver el bar hubiera sido otro cantar pero estos son los árbitros que tiene la federación cobardes y sin hombría pobres desgraciados
Tu ponte en su lugar y verías como te quedas viendo que te muelen a patadas, entradas al límite permitídas por el colegiado, humillandote sabiendo que no le hiban ha sacar ni una targeta.
Viendo el partido estaba con una rabia al ver todo lo que le permitía el árbitro a estos señores que podrían ser casilos padres de algún jugador del Castilla. Esto se llama juego sucio.
Corrige, por favor, lo del "hiban", estamos en la galerna.com: "madridismo y sintaxis"
Muy de acuerdo con su artículo.
Durante la retransmisión tuve la sensación de asistir a una historia repetida. La del UCAM Murcia hace tres años.
Cartagena y Murcia, por fin tienen algo que les une, atizarle mamporros a los chicos del Castilla, con la complacencia, o miedo escénico, vulgo acojone, de los respectivos árbitros.
Sin quitarle ningún mérito a la temporada del Castilla, con unos jugadores jovencísimos, mi opinión es que la eliminatoria se empezó a perder en el partido de ida, en Valdebebas. El Castilla le había dado un baño al Cartagena en la primera parte y ganaba tres a cero al descanso.
En la segunda parte fue expulsado, justamente, un jugador del Cartagena, que se quedó con diez jugadores. Era el momento de haber terminado la eliminatoria con un cuarto gol.
Sin embargo, el equipo empezó a jugar al tran tran, a esperar al Cartagena, que recuperó el aire que le faltaba, y a falta de siete minutos, marcaron el tres a uno. Ese gol ha resultado decisivo en la eliminatoria.
Las cosas han sido así y no se pueden cambiar. Espero que los chicos aprendan, tanto del partido de ida como del de vuelta, y les sirva de experiencia para el futuro.
Estoy de acuerdo con Paul Tenorio en que hay varios jugadores muy prometedores, y no sólo en el Castilla, sino también en los juveniles.
Otro año será, si aprendemos la lección, y el club empieza a trabajar para que los arbitrajes que tiene el Castilla, sean simplemente justos.
Si hubiera ido, a Vinicius le habrían mordido, no en el cráneo que tiene poca chicha, sino en los higadillos.
Saludos.
la historia se repite una y otra vez y parece que estamos resignados aguantar estas tropelias por parte de esta corrupta federacion. y el club nunca tiene nada que decir. y siempre ponemos la otra mejilla. y hasta cuando vamos a seguir aguantando con la boca cerrada y empezar a decir en publico lo que son esta pandilla de corruptos.
Mientras sigan pitando asi no va haber forma de subir a segunda eso de hayer no se puede llamar futbol eso era una cacería si esas patadas las llega a dar el Castilla espulsan a tres por lo menos esos desehos de futbolistas si se les puede llamar futbolistas que hagan una liga para ellos y si se quieren matar que se maten
Este árbitro no es la primera vez que se la lia al Castilla. Incluso creo recordar que, como linier también ha hecho de las suyas al primer equipo. Corregidme si me equivoco. Por lo cual, cuando lo vi aparecer, unido al gol que con diez jugadores consiguieron marcar esta panda de macarras en el Di Stéfano, fueron elementos que me hicieron albergar muy pocas esperanzas de pasar la eliminatoria.
Totalmente de acuerdo con Ud.,Pepe.
Este tipo da vergüenza ajena en sus comentarios,le gusta provocar para hacerse un hueco en los mismos medios que él critica (léase Marca),utilizando redes sociales para enemistarse con todo lo q no huela a blanco y echando la culpa,como no,al arbitraje
Llámese primer equipo,filial,basket o petanca. Confabulación arbitral.Es tremendo. Ay si fuera de un equipo como del que yo soy aficionado,ninguno de los grandes,y que cada vez q va al Bernabéu,al Nou Camp o al Vicente Calderón salimos escaldado,muchas veces por dudosas actuaciones arbitrales
Ay si supiera este tenorio los infames arbitrajes sufridos por Undianos Mallencos,Mateus La hoz o muñices Fernández en el Bernabéu.
Es una pena,cuanto peor es el periodismo deportivo,más voz se le da a esta gente,para que luego participen en los mismos medios que critican.
SE LLAMA PARIPÉ.
O sea, que Pepe y Diego, aplauden con las orejas la masacre del sábado en el Cartagonova. Enhorabuena señores, son ustedes conscientes de que al RM sólo se le puede parar así, con violencia, porque por juego, nada de nada...
Es que partes con la desventaja de referirte a hechos concretos. Es mucho más fácil ser antimadridista y recurrir a tópicos generales, porque lo concreto se puede discutir. Con el Madrid se monta "un escándalo de tamaño mundial" y eso es lo importante. Tengo muy claro por qué ese penalty a Lucas Vázquez realmente lo fue (también Stoichov), pero lo importante es el ruido generado. Queda el escándalo, y la sensación vaga pero fuerte de que el Madrid es un equipo constantemente ayudado. Y si no, se aplica el artículo primero.
Pepe y Diego aficionados del Cartagena se han de sentir muy orgullosos del despliegue de violencia, intimidación y complacencia arbitral con unos chicos de 20 años. Felicidades cartageneros. Muy machotes.
Pepe y Diego son , me parece, el mismo señor antimadridista . En fín, tiene que haber de todo en la viña del señor.
De acuerdo en que la sinergia entre colegiado y futbolistas del Cartagena fue absoluta; aunque el Castilla , en el partido de ida, pecó de conservador.
Tengo claro que el establishment no quiere filiales en 2a. Y creo que el club no quiere tener un filial en la mencionada categoría.
No soy de Cartagena pero para hablar sois únicos la central lechera lo hace todo bien solo habláis cuando os joden o os sentí jodidos callaros ya solo os gusta liarla si habéis perdido os podéis como nos jodemos cuando ganáis con un gol con la mano o empezáis a llorar porque no os han pintado un piscinazoahi dejo eso llorones es lo que sois yo los madridistas
Vete a comentar al as, allí tienes muchos que piensan como tú. Aquí no nos interesa vuestro Matrix...
Primero haz unas prácticas de comentarista en foros como el de Marca o El Mundo. Y cuando te curtas lo suficiente y SEPAS USAR LAS COMAS, vuelves, chato.
Difiero en una cosa del artículo, Paul. Los jugadores (por llamarles de alguna forma) del Cartagena SI son culpables; lo son de ser unos cobardes cerdos macarras de medio pelo. Ya podrán con niños de 20 años los muy cobardes; que le hagan lo mismo a Casemiro o Ramos, por ejemplo, si tienen huevos. Deseo de todo corazón que caigan eliminados en la siguiente ronda. Y a los dos autores de los comentarios de más arriba, que prueben de su propia medicina.
Saludos.
No me gusta el artículo precisamente por eso. Parece disculpar al jugador/delincuente y cargar el peso sobre el árbitro/policía que no lo detiene. Ambos son delincuentes, cada uno en su lugar. ¿Qué actitud es más grave? pues depende. Si el árbitro actúa a sabiendas, evidentemente él es el principal malechor de este crimen. Si "sólo" es un incapaz, es más grave lo de estos personajes que visten los colores del Cartagena, con varios destacados: el centrocampista criminal ese de barbas (no quiero ni saber su nombre, deportivamente no es más que un fracasado/frustrado), el delantero agresor y el portero suplente. Lo de este último entrando al campo para robar el balón y que no se juegue y lo del árbitro no expulsándolo como era obligado, es de lo más alucinante que he visto en un campo de juego. Y mira que he visto cosas.
*Malhechor.
De todos modos, y sin haber visto ninguna eliminatoria de algún otro filial, tengo la impresión de que no se fomenta que filiales compitan en el ámbito de la LFP. Y ello porque muchos piensan que adultera la competición el que haya un equipo que no pueda ascender.
Creo que a la vista del espectáculo lamentable del domingo, debería potenciarse una buena liga de filiales, con la mismas reglas que en otros países, que sirva también para que jugadores del primer equipo que salen de lesiones cojan ritmo.
NO QUIEREN FILIALES EN SEGUNDA DIVISIÓN Y EL QUE SUBE AL AÑO SIGUIENTE BAJA O LE BAJAN, YA ASÍ COMO PROHIBIERON FILIALES EN LA COPA DEL REY PODÍAN HACER LOS MISMO EN SEGUNDA Y POR LO MENOS SE SABRÍA
Sería más ético, sí,
El árbitro del Cartagena-Castilla, debería ser investigado, porque no es normal todo lo que dejó sin pitar......este cobro más de la cuenta, me jugaría hasta un café sin azucar
A mamarlaaaa madridistas
117 años tragando bilis... y lo que te queda.
La santrada, la ramatada y el gol.
Hasta en los equipos filiales hay que contar con algún killer, alguien que en determinado momento pueda sacrificar tres o cuatro partidos de sanción por hacer una entrada que retire a un cerdo del fútbol definitivamente. Si algunos de esos lacatus que veo jugar a menudo contra el Madrid y sus filiales quedaran cojos sin solución desde luego el fútbol sería un deporte más bello y digno de disfrute. Aunque nadie evitaría que siguieran en las gradas berreando o troleando en estas páginas. Perdonad por la inconfundible violencia que destilan mis palabras, pero nunca he sido de poner la primera mejilla.