¿La plantilla, dice usté? Pues sí, seguramente. Al final, lo que son las cosas, se les ha dado la tormenta perfecta allí arriba, en la periferia del estado de derecho y de sus derechas —las buenas—, entre Waterloo y el Penedés sin pasar por Andorra, reducto del maquis youtuber filoespañol, ergo filomalo. Un poquito de lesiones propias y un muchito de corrupción ajena, junto con otro poquito —por qué no reconocérselo— de audacia, han pergeñado un escenario en el que, de repente, nos vemos preguntándonos quién de los nuestros jugaría con ellos, en lugar del quién de los suyos jugaría con nosotros al que los últimos años de vino y rosas nos habían acostumbrado
Y sí, hombre sí, ya sé que esto es coyuntural. Y que además nosotros somos de nosotros y no de una interminable e inextricable red de usureros con sede en la isla de Man o en el culo de una mona de Gibraltar. Y que nuestro presidente no pide postre. O postres. Y todo eso que además yo me lo creo porque sin eso todo, empezando por mí mismo, tendría algo menos de sentido.
Duele sentir la escasez de una plantilla a la que el tiempo depaupera a una velocidad superior a aquella con la que dirigencia y entrenador tratan de rejuvenecerla
Y sin embargo duele sentir la escasez de una plantilla a la que el tiempo depaupera a una velocidad superior a aquella con la que dirigencia y entrenador tratan de rejuvenecerla. Es así siempre, ¿no? Que los años caen y no se levantan más. Pero se esperaría algo —mucho, muchísimo— más de Ancelotti. Y un poco también de Florentino, perdóname, Señor, el atrevimiento. Es como si, amenazado ante portas el imperio ante el embate de las hordas bárbaras —léase catalanas—, se hubiese optado por suspender todo juicio y decisión ante el advenimiento, pues eso dicen las Escrituras, del divino Mbappé el año próximo. Y mientras tanto, todo es penar. Y rezar por que las vías de agua en forma de laterales, centrales o delanteros no terminen por tragarse el barco entero.
Se juega mal. Por sistema (o por falta de él). Los brotes verdes se convierten en vergeles por obra y gracia de la prensa o se cortan de raíz por obra y gracia del entrenador. Si en algo somos exuberantes —el centro del campo—, nos ponemos una hoja de parra que nos tape los atributos, que, a su vez, ya no lo son más, sino vergüenzas. Nuestro entrenador parece más interesado en no perder amigos que en no perder partidos. Jugar parece ser más cosa de llegar primero al patio, digo al club, que de lo bueno o bien que uno sea o esté. Y desde arriba se acaricia el gato o la bola del mundo o el último informe económico que nos refuerza la idea. Yo estoy con esa idea. Fanáticamente, que además es un adverbio tan feo que solo los que creemos en él podemos escribirlo sin vomitar. Pero me aburro. Me desespero. Y además vivo fuera de España desde hace muchos años.
Nuestro entrenador parece más interesado en no perder amigos que en no perder partidos
¿Que a ti qué te importa? Pues nada, claro, pero para quienes estamos fuera, el Madrid sublima muchas cosas, es la misa de doce de antes, la reunión de esa Casa de España en la que solo vives tú, el mejor momento de la semana, vamos, la sensación de pertenencia, de identidad, cuando estás solo y rodeado de extranjerías. Y por eso, entre otras muchas cosas, no soporto la idea de la luna creciente de Xavi y la nuestra menguante. Y no la soporto porque estaba —¿está?— en nuestra mano detener ese proceso, no era irreversible. Crímenes y negreiratos incluidos. Pero se lo estamos permitiendo, les estamos dejando arrancarse la estaca, quitarse de un manotazo la ristra de ajos y levantarse de nuevo de la tumba.
Pues en fin, que el entrenador reaccione. Y si no, que el presidente accione.
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Que el Madrid tenía que haberse hecho con un central tras la lesión de Militao eso es impepinable, cedido o libre a poder ser ¿Ramos? hubiese sido buena opción, con experiencia, conoce la casa y cuidándolo aún podía rendir.
Que Lucas Vázquez para el lateral derecho no era la opción idónea y cuando falta Carvajal se nota? También.
Que por la otra banda hay un lateral joven que ofensivamente bien pero defensivamente tiene que hacerse y otro que está mucho tiempo lesionado y defensivamente un crack y ofensivamente nunca ha dado gran cosa, también.
Que Joselu vino cedido como recambio de Mariano y que los árabes se llevaron gratis a Benzema que hubiese sido su último año? Sin duda, el Madrid no tiene un delantero lo que se dice goleador, Ancelotti pidió a Kane y Florentino o bien no podía éste año al fichar a Bellingham por un pastón o bien ha preferido esperar al año que viene a fichar a Mbappe.
Que Rodrigo ha empezado muy mal goleadoramente, Vinicius se ha lesionado, Brahim ni lo pone Ancelotti y Güler aún no da señales de nada porque no ha dejado de estar lesionado tb.
Aún así la temporada es muy larga y las cosas se pueden poner de cara o torcerse, también, nunca se sabe, yo he visto de todo en años que parecía que iba a ser gran cosa y al final nada o casi nada y tb al revés.