Vuelven la Liga, Benzema y el trueque

Así como va volviendo todo a parecerse a lo que fue, aun con reservas y a tientas, también vuelve la Liga en once días. Es probable que, al menos al comienzo, parezcan más acuciantes las incertidumbres que las certezas. Es probable incluso que algunos temores afloren, se noten y hasta se palpen en el desarrollo de los partidos. Es probable que la (por favor) necesaria prudencia altere en algún sentido no solo la experiencia de jugar, sino incluso también la de ver el fútbol, aunque sea por la televisión en el salón de casa. Sin embargo, pese a ello, y casi como exorcismo colectivo, la vuelta de la Liga se nos antoja un regalo, un alivio, la necesidad de cierta ligereza que ayude a descomprimir el peso de semanas y meses tan cargados. El gesto de abrir las ventanas se puede hacer de muchas maneras y solo podemos desear que la vuelta de la Liga sea uno de ellos. Pedimos, eso sí, que se haga bien, que se minimicen riesgos, que se asuma la excepcionalidad del momento, que las reservas y la tentativa sean medios propicios para que el objetivo del divertimento se consolide a largo plazo. No en vano, en el fútbol como en la vida, el fin es saber jugar.

Uno de los que saben jugar como los ángeles es Karim Benzema, al que hoy dedica As su portada, si bien lo hace de esa manera peculiar, como de regalo envenenado, con la que a veces dedica cosas el citado diario. En un primer vistazo, todo parece blanco y puro: portada para Benzema, cabe suponer que en calidad de una de las estrellas de nuestra competición y que, además, juega en el Real Madrid, club de la ciudad donde se edita el diario As. Sin embargo, se pone uno a leer lo escrito en la portada y resulta que la blancura, la pureza y hasta la dedicatoria se nos escurren entre las manos, pues se desvela que el tema de la portada es en realidad que el Real Madrid solo cuenta con el francés para marcar goles, ya que Jovic está lesionado y Mariano dice As que no está. Hasta aquí la lectura, digamos, literal de la portada. Avancemos ahora lo que presumiblemente se esconde debajo de esa literalidad. Es decir, digámoslo en cristiano por si la portada del As no ha quedado suficientemente clara:

Menuda mierda de planificación de plantilla que ha hecho el Real Madrid, que tiene como única opción goleadora a un delantero que marca pocos goles. Así no va a llegar a ningún sitio el Real Madrid, que es justamente el sitio al que venimos diciendo desde hace años que va a llegar (a ninguno), si bien deberíamos reconocer (pero no reconocemos) que nos venimos equivocando en nuestros vaticinios desde que el Real Madrid es el Real Madrid y se empeña -pese a no planificar un carajo, pese a jugar como el culo y pese a que la abuela fuma- en no parar de llegar al sitio preciso y a la hora adecuada. No sabemos cómo puede hacer tal cosa teniendo, por ejemplo, a Benzema como "única baza goleadora".

Por su parte, la prensa deportiva culé también anuncia el regreso de la Liga (Mundo Deportivo), aunque pronto se centra en sus cosas, que es lo que importa (Sport). Últimamente notamos que su cosa central es la reinvención de lo que hasta ahora se venía llamando mercado de fichajes, ya sea porque las circunstancias de un mundo aquejado por los sensibles efectos sistémicos de la actual pandemia exijan la reformulación de las certezas político-económicas y globalizadoras que eran norma incuestionable en el modo de vida occidental, ya sea porque -perdonen la claridad y la concisión aquí tras la razón algo más sesuda que acabamos de mentar- el Barcelona no tiene un duro.

Sea por lo que sea, y bien sabe D10s que nosotros querríamos que la motivación blaugrana fuera la de mayor enjundia, el Barcelona lleva un tiempo abanderando el trueque, la rebaja, el préstamo y hasta la gratuidad como modo de seguir adquiriendo (?) jugadores. Desde aquí modestamente proponemos que se estudien los nuevos métodos culés en Harvard, Princeton y la Sorbona, pero no tanto en las facultades de Economía o Empresariales, sino en las de Publicidad y Marketing. Hágase un Master ad hoc si es preciso. Escríbanse libros de emprendeduría, autoimagen y vendemotos. En definitiva, sígase ocultando el despiporre de no saber cómo carajo hacer compatible la enésima renovación del D10s citado con una plantilla equilibrada y compensada sin necesidad de colársela a la Juventus, al Inter de Milan o a la Bernarda.

En todo caso, quien quiera seguir en Matrix, regrese a la portada del As.