Vuelve el fútbol y también no

Va volviendo el fútbol, y de verdad que lo agradecemos. No es que prometan demasiadas emociones los bolos de verano, pero siempre reconforta ver a los chicos pisar de nuevo el césped para hacer lo que (suponemos) mejor saben. Es cierto que tienen derecho a sus vacaciones, y se diría que hasta obligación de tenerlas, pues el correcto descanso es primordial para el buen tono de un deportista; es igualmente cierto que ahora el fútbol no parece detenerse tanto como en veranos ya lejanos, aunque no sea el fútbol del Madrid, sino de diferentes metadonas con las que intentan anestesiarnos, creemos que sin éxito; pero lo más cierto de todo es que con la canícula se nos pone insufrible la prensa deportiva, con su nada de nada, su sí pero no, su a ver si cuela, y su yo qué sé.  Así que sea bienvenido nuevamente el fútbol, aunque él no nos garantice que nuestra prensa vaya a ocuparse demasiado del mero juego, y sí más de lo que parece rodearle por obra y (des)gracia de la misma prensa.

Que sea Marca -perdón, que sea el Diario de la Hernia- quien titule "El Madrid de Bale" solo puede ser una broma de mal gusto, un oscuro sarcasmo, o siendo benévolos, un intento de compensación del oprobio pasado. Si fuera esto último, hubiéramos preferido esa cosa desusada de pedir disculpas por el error (?) y esperar que la profesión periodística alivie algo tanto peso. Pero no haciendo Marca tal cosa, nos invita a pensar que no hay pasado en esto de hacer prensa deportiva, que la portada de hoy se hace como si fuera la primera, que toma el dinero y corre, y que los daños infligidos no computan más que en el dañado. De aquí que el titular de hoy -que tanto nos gustaría escuchar de otra boca- nos suene falsamente lisonjero y algo cínico, es decir, un nuevo motivo de reserva para el madridismo lector. Ustedes nos perdonarán, pero curados de espanto como estamos, ya barruntamos que este empoderamiento de Bale que hace Marca bien podría esconder un (próximamente en sus pantallas) paralelo perjuicio para el Madrid, tal vez en forma de supuesta guerra de egos en el vestuario, ilusorias hernias anímicas de Cristiano, diseñados menosprecios a Isco, o cualquier otra manera de que una presunta buena noticia torne en ventilador con el que esparcir portadas.

Reconocemos que hemos sido malpensados con Marca, y aunque no nos falten motivos para ello, es justo admitir que al menos han optado hoy por una portada elogiosa que por sí misma no puede ofender, sino incluso ilusionar. Sobra decir que no es este el caso de As. Obviando por un momento nuestras reservas, y haciendo abstracción de nuestra memoria, podría decirse que Marca celebra el comienzo de la pretemporada blanca, mientras que As se apresura por detrás con su jarrito de agua fría (que no decaiga, Relaño, que no decaiga). "Aprobado con reparos", titula el Diario de la Ouija, y tal vez haya que agradecerle el esfuerzo, aunque solo sea porque siempre pudo haber titulado (todo se andará) cosas como "Pues no fue pa tanto la cosa", "Bien, pero muy mal", "Tantas estrellas pa esto", o lindezas similares. Personas seguramente más ponderadas que nosotros podrán decir que el "aprobado" del titular de As está destacado con tipografía amarilla, y que eso vale como amago de celebración. Tal vez. Pero personas tan poco ponderadas como nosotros reparamos en que la única frase igualmente resaltada en amarillo del texto resumen que acompaña al titular es la que anuncia la "derrota en los penaltis" del Madrid. Medio lleno o medio vacío, el vaso de As suele contener todo menos agua fresca. Menos mal que, por otra parte, Casillas debutó con el Oporto, y no encajó goles en sus cuarenta y cinco primeros minutos. Se ha visto a Relaño camino de Cibeles.

Nos estamos inclinando a pensar que Mundo Deportivo y Sport se ponen de acuerdo para repartirse la gloria de la mejor peor portada. Si ayer era Sport quien nos enloquecía con el selfie de los candidatos y, con ello, subía a lo más alto del podio, hoy es Mundo Deportivo el que nos sobrecoge con otra foto colectiva, aun más colectiva que la mencionada. Ganó Bartomeo. Arrasó Barto, como le llama Mundo Deportivo en su portada, pleno de confianza y con los pies sobre la mesa. Y la celebración es exaltada en la foto reseñada: una imagen como de fiesta discotequera, de desenfreno, de ese típico verano loco en el que cabe olvidar las obligaciones, las penas y las turbiedades judiciales que el candidato elegido lleva a la espalda. Pero quiénes somos nosotros para aguar la fiesta a nadie. Líbrenos el Padre Suances de asumir el papel que tan magistralmente representa As para el madridismo, así que disfrute usted, Barto, sude usted la camiseta -tal y como parece que ha declarado-, y hágalo si quiere como Puyol, Xavi, Abidal o Messi. Eso sí, nos disculpará si traer a colación el nombre de Abidal sin caérsele un poco la cara de vergüenza nos parece cuanto menos poco edificante. Pero no nos haga demasiado caso, que vamos justitos de valors. ¿Una foto?