Buenos días, queridos y queridas. A veces esto del lenguaje inclusivo no suena bien del todo, si no que se lo digan a quien le tocó presentar a los pajes en la cabalgata. Bienvenidos a este portanalítico vuelo Alcalá-Dubái.
El viaje parte de Alcalá, pero no de Henares, sino de Juan Antonio, periodista a quien hay que reconocer la valentía y el arrojo de mantenerse al pie del cañón cuando la realidad aconseja todo lo contrario.
¿Qué ha hecho esta vez Alcalá? Os preguntaréis quienes ayer anduvierais desconectados, por ejemplo buscando rovellons —también conocidos como níscalos— por el campo. Y, como diría Saza, si hay fredolic, hay rovellons; es decir, si está Alcalá, hay jaleo.
La última muestra de periodismo de altura de Juan Antonio ha sido manipular burdamente un audio de Luis Enrique. Sí, en estos tiempos en los que con dos clics se tiene acceso sin esfuerzo a la fuente original para comprobar. Muy audaz no parece, pero vamos a explicar lo sucedido para quieres anduviesen cogiendo rovellons a la sombra de los pinos, aunque no fuesen de peregrinos ni cogidos de la mano.
Luis Enrique está en su Twitch con el psicólogo de la selección española y lee la petición de un seguidor que pide precisamente al psicólogo que le mande un mensaje a su mujer María para que se calme porque está de uñas con el tema del mundial. El psicólogo accede y lo hace con voz grave, pausada y aterciopelada. Sin solución de continuidad en el audio cocinado por Alcalá, se escucha decir al seleccionador: “María se ha puesto cachonda, seguro”.
En ese momento, Juanma Castaño se pone digno y dice en antena que si eso lo llegan a hacer ellos les cae la del pulpo por machistas, etc.
Poco después —ya habíamos dicho antes que no parecía muy audaz la artimaña de Alcalá— comienzan a pulular por las redes el audio y el vídeo sin manipular, en el cual se escucha que ese “María se ha puesto cachonda, seguro” no es sino un comentario jocoso de una seguidora que Luis Enrique se limita a leer tiempo después, no inmediatamente.
La reacción de Castaño al enterarse de la mala praxis de su compañero fue pedir perdón y afirmar que él era quien más enfadado estaba con lo ocurrido.
¿Y Juan Antonio Alcalá? ¿Ha pedido disculpas? ¿Ha puesto su cargo a disposición de la cadena o ha dimitido directamente? Si fuésemos Eduardo Mendoza diríamos que sin noticias de Alcalá. Además de poco audaz, poco valiente. No parece de recibo que el asunto quede aquí sin ninguna consecuencia más allá del desgaste que supone para los implicados y su empresa.
Ya sabéis todos que no es la primera de Alcalá, quien tiene más “grandes éxitos” que Abba. Célebre fue su hit en el que acusó al Madrid de acusar al Barça de dopaje. 200.000 euros le costó a la empresa que lo emplea y él sigue ahí, por lo que seguramente las consecuencias las sufrieron otros. También habló de amaño de partidos. Y llamó prepotente y especialito a Florentino a la vez que afirmaba que al presidente del Real Madrid le importaba un bledo la seguridad de las personas cuando ocurrió el sainete con el techo de Balaídos. Y también… La lista es larga. Richard Dees recopila todos sus números uno en El Radio.
Después de este currículum, no sería raro que cuando Alcalá defienda causas nobles, los supuestamente defendidos sientan repulsión de que alguien así les apoye porque perjudica su causa. Y porque les diese asco. Normal.
Una vez levantado el vuelo sobre Alcalá, nos dirigimos a Dubái. A uno, cuando piensa en Dubái, se le pueden ocurrir muchas razones para ir que no viene al caso desgranar, pero difícilmente se le podría sobrevenir al cerebro que un motivo para viajar fuese celebrar una Asamblea General Extraordinaria con carácter de urgencia de la Liga.
—Señor Tebas, tenemos que convocar una asamblea urgente para modificar los Estatutos y el Reglamento General de la Liga.
—Pues vayamos Dubái ya.
Parece igual de lógico que el raciocinio de Alcalá. Uno podría pensar que estas formas apremiantes y lejanas buscan no dar tiempo para para analizar y debatir los cambios que pretende introducir Tebas. Uno también podría pensar que alguien que en unos años se ha multiplicado el sueldo por diez (no sabemos si es un récord mundial, pero por ahí le andará) suele hacer pocas cosas de las cuales no se pueda obtener un beneficio económico.
Y claro, Madrid y Barcelona han dicho que nanay. El Madrid ha emitido un comunicado en el que considera ilegal la convocatoria; injustificable el hecho de abordar de ese modo —de manera urgente y sin debate y análisis— modificaciones de tanta relevancia; no está de acuerdo con el dispendio económico que supone trasladar y alojar a tantas personas a 5.000 Km; y por último anuncia que no enviará a ningún representante.
La Liga se justifica diciendo que debido al mundial el centro de atención futbolística está en Oriente Próximo y, atención, suelta en su nota: “Una inmersión que busca facilitar la internacionalización de los clubes en esos países y ayudar en su acercamiento a los aficionados locales. Conocer de primera mano los hábitos de consumo de entretenimiento de sus habitantes, la industria o el tipo de compañías que desarrollan su actividad en el territorio será clave para que los clubes de LaLiga puedan dirigir mejor sus esfuerzos a la hora de expandirse en esta zona. Además, durante los días que dure esta inmersión, se realizarán jornadas de networking con otros clubes, empresas e instituciones públicas del territorio, que facilitarán nuevas oportunidades de partnership, inversión y proyección en la región de MENA”.
En resumen, Tebas, al igual que Alcalá, piensa que se dirige a seres acéfalos sin capacidad crítica que tragarán con todo sin darse cuenta de nada. Aunque, pensándolo bien, si ellos siguen ahí, tal vez no anden muy desencaminados.
Recordemos que Tebas se pronunció en contra de celebrar el Mundial en Catar y ahora es él quien lleva a Dubái una asamblea de La Liga.
Llegamos a nuestro destino. Como habéis viajado en business, podéis llevaros los diarios, portadas incluidas, a vuestras casas.
Pasad un buen día.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos