Se habla mucho de la falta de respuesta del Madrid ante ciertas zorrerías oficiales y mediáticas. Yo mismo he pedido respuesta en público y venganza en la intimidad. Pero esta tarde de domingo me ha enseñado alguna cosa como la virtud olvidada del silencio. Pensé en el silencio del Real Madrid. Pensé en ese silencio (tan difícil de comprender) en medio del inesperado silencio hogareño dominical, por el que me acordé del Silencio de Shusaku Endo y de Martin Scorsese, y del misterio del amor de Dios del que están llenos los silencios del padre Rodrigues.
Llámenlo el amor de Dios o el amor de quien quieran, pero en ese silencio yo también encontré amor, acaso señorío, una tarde de domingo y así quise verlo en el silencio, tantas veces incomprendido, del Madrid. Porque, además, lo contrario de ese silencio es la cháchara a la que nos tienen acostumbrados. Prueben a ver un partido en silencio. Prueben a seguir la actualidad del Real Madrid en la lectura. El madridismo en silencio. Todo parece más sencillo y bello, a pesar de que algunas lecturas también resultan ruidosas. Es el palique ensordecedor.
Un partido del Madrid en silencio puede ser lo que sea y un partido del Madrid (o de fútbol, en general) con sonido es el culebrón más irritante que hayan escuchado sus oídos, independientemente de lo que suceda en el mismo. Y ni hablar de lo que son la mayoría de los programas de antes y de después, televisivos y radiofónicos: culebrones superpuestos unos a otros, como esas decenas de partidos que jugábamos en todas direcciones en el patio del colegio, pero en ruidoso, porque esos partidos también se jugaban en silencio.
Antiguamente esto no pasaba. Yo me acuerdo de José Ángel de la Casa, sobre todo. Y luego de José María del Toro, por ejemplo, y uno no echaba en falta el silencio porque narraban en magnífico silencio. El único programa de fútbol era Estudio Estadio, el original, y aquello era una maravilla de detalles, resúmenes, imágenes y reseñas. Y de silencio.
Ahora no se oyen más que frases estridentes como estas: “¡Lionel Andrés Messi me pertenece a mí...!”; “¡Debes decirle a Luis Alberto Suárez que tú eres su verdadero padre!”; “¡Dígame que Lionel Andrés estará bien, doctor!”; “¡Ese hombre, James David Rodríguez, no te conviene, María Fernanda!”; “¡Fabio Alexandre Silva Coentrao no está muerto, Fabio Alexandre Silva Coentrao está vivo, ¡Fabio Alexandre Silva Coentrao soy yo!” (esta en realidad me encanta); “Francisco Román Alarcón, ¡mientes!, yo nunca te engañé...”; “Gareth Frank, ¡gran sinvergüenza! ¡Lo dejaré sin la herencia!”, y casi todo así.
Hasta las entradillas y comentarios hablan de quién es ese hombre y vienen con trompetas de mariachis de fondo. Hay que practicar más el silencio. Le pone a uno en el lugar del que le mueven sin que se dé cuenta los culebrones. A mí me ha ayudado a disfrutar de mi Madrid y a entender un poco más ese silencio suyo tan polémico entre los fieles. El complicado silencio cristiano del madridismo frente a su constante semi apostasía, y frente al feroz antimadridismo y sus ruidosas promesas de salvación.
Otro robo ayer al Castilla y silencio claro y los 7 puntos birlados al Real Madrid..silencio...claro claro que nos defienda... Rita silencio
Artículo escrito, con el único fin de justificar lo injustificable, que es la nula defensa que el presidente hace del Madrid.
Nadie en el club va a elevar una protesta por los arbitrajes al Castilla ?????? O por lo menos que lo saquen en 90 minutti ES DE VERGUENZA como les dan a los chavales,las tarjetas que les sacan todo de verdad vergonzoso
Soy un gran aficionado a la radio y todas las noches al acostarme lo primero que hago es encenderla y a las once y media puntualmente apagarla porque queramos o no a esa hora hora solo hay programas deportivos vomitivos con los Castañones, de la Morena (de aldeano tonto) del otro Manolo el que trajo al periodismo deportivo la novedad de la camisa por fuera (la única contribución que hizo) todos ellos antimadridistas y si alguno que defienda al Madrid ya se encargan de callarlo
Se ve que no has visto jugar a Platini (por lo de la camisa por fuera, digo)
Si señor seguir asi con el silencio, ante tanto ataque que sufrimos, y este maltrato a todas nuestras seciones llamese futbol, baloncesto, segundos equipos y cantera. y seguir poniendo la mejilla asi nos va estupendo no hay en ningun partido que no nos maltraten por este circo que tienen montado. y lo de la prensa es para llorar y no tomar ninguna medida contra ellos seguir asi que nos seguiran chuleando de por vida como no venga algun presidente y lo cambie y a todo este circo lo llame por su nombre hala madrid siempre.
Creo que el artículo no tiene nada que ver con el silencio del Madrid ante los atracos, sino que es una crítica nostálgica ante la cantidad de ruido que acompaña al fútbol. Yo suelo ver los partidos en DAZN Alemania, y la verdad es que a veces me parece que se han ido a tomar algo al bar, jeje.
Pero me ha hecho sentir nostalgia de aquellas retransmisiones de principios de los 80 y de aquel Estudio Estadio de periodistas que no se creían más importantes que aquello que mostraban. Que se limitaban a narrar para que supiéramos quién había dado el centro y quien había rematado a gol, o qué portero había hecho la parada.
Que no sentían esa necesidad de ser "críticos" y hablar de chorradas con un tono como si estuvieran destapando el Watergate, porque entendían que lo suyo solo era un juego, algo lúdico, algo para que la gente se divierta.
Sí, me ha hecho sentir nostalgia.
También creo que los tiros iban por ahí. Y es que hay mucho ego subido en los “profesionales” de los medios de comunicación audiovisuales. Los mediáticos se creen Antonio Banderas, Dustin Hoffman, Robert de Niro... cuando los caretos que ves-oyes , - sí oyes , porque lo conveniente es no escucharles- son los del castañas, de la almorrana, cristòfol sòria, gonzalito miró , brotons y demás ...
Es verdad. Uno hace ya bastantes años que ve los partidos del Real Madrid en silencio. Le quito el volumen. Cambia mucho la percepción. Y programas de deportes única y exclusivamente los de Real Madrid tv. Libre de la toxicidad que emana de lo demás.
Mucho mejor aun es cuando descubres que uno de los canales de audio es el sonido ambiente.