Los empleados de cualquier empresa siguen, en general, las directrices de sus jefes. O lo que es lo mismo, todo empleado depende de su empresa y le debe cierta obediencia. A medida que un empleado promociona profesionalmente o acumula años de experiencia en la empresa, sus facultades de decisión aumentan, aunque las notas de dependencia y obediencia permanecen.
En el fútbol pasa lo mismo. O, corrijo, debería pasar.
A cuenta de la frustración que nos invade cada cierto tiempo (la última vez, hace muy poco) por las lesiones sufridas por nuestros jugadores en partidos con sus selecciones, me pregunto si esto podía haberse evitado, si el Club podía haber hecho algo amparándose precisamente en ese deber de obediencia de los jugadores (sus empleados), o si es una decisión que radica y/o debe radicar en el propio jugador. En el caso de Bale, especialmente sangrante por la reiteración, por la creciente sensación de que se ha forzado la máquina y por su importancia para el Madrid (con permiso de sus odiadores), las tintas se han cargado sobre todo contra el jugador y, en menor medida, contra el entrenador. A Bale se le achaca falta de prudencia, y a Benítez, falta de autoridad.
Yo, que no he jugado al fútbol en mi vida y que no tengo idea alguna de las lesiones ni de su proceso de recuperación, sí entiendo que forzar a un jugador que acaba de salir de una lesión entraña riesgos. La gestión de ese riesgo sí me parece una cuestión de Club. Mientras la decisión de jugar con la selección dependa de la prudencia del jugador o del buen juicio (o la buena fe, en algún caso – Hola, Deschamps -), estamos vendidos. Retomando el ejemplo de Bale, no creo que debamos esperar que el jugador, ante una circunstancia histórica como es la clasificación de Gales para una Eurocopa, renuncie a jugar por una posible recaída, que puede producirse o no. Lo que seguro se produce es la circunstancia histórica, y no me parece relevante si es el partido en el que se juegan la clasificación o el partido de celebración de la misma. No creo que deba depositarse en el jugador la decisión última, cuando lo que hay en juego es seguramente la mayor ilusión de su carrera deportiva. Incluso yo, que no tengo nada que ver con Gales, he seguido con emoción y orgullo los logros de esta selección a través de las hazañas de Bale.
Por eso creo que no estaría de más que se aplicaran al fútbol algunos de los principios que rigen el mundo empresarial. A veces conviene recordar que esto que para nosotros es una pasión, una ilusión, una afición, para los jugadores es su trabajo. Y de la misma manera que defiendo el derecho de Sergio Ramos a pedir un aumento de sueldo si lo estima pertinente (y el derecho del Club a negárselo), lo que creo es que el Real Madrid tiene derecho a exigir prudencia a sus jugadores en los partidos con sus selecciones. Pero prudencia POR CONTRATO. Desde el primer minuto, cláusula número 333. En primer lugar porque la inclusión de la cláusula contribuiría a la concienciación del jugador sobre la importancia de este tema para el Club y de las consecuencias de incumplir la cláusula de prudencia en forma de incumplimiento de contrato. Pero también porque en aquellas situaciones en las que es el seleccionador el que presiona al jugador, éste no tendría más que ampararse en la citada cláusula para no jugar o jugar menos minutos. “¡Pero qué le va a importar a un Deschamps que Benzema incumpla su contrato con el Real Madrid!”, me diréis. Si el incumplimiento de contrato se traduce en una retirada del permiso del Real Madrid para los futuros partidos con la selección francesa, es posible que le empiece a importar.
Se trata de intentar darle la vuelta a esta especie de condena que nos ha caído con el asunto de las selecciones por el hecho de contar con la mayoría de los mejores jugadores del mundo. Cláusula número 333 del contrato. Si necesitan ayuda con la redacción, por favor no duden en contactar con nosotros.
Ojalá fuera tan fácil como incluir una claúsula en los contratos. Mucho me temo que no serviría de nada si las normas de la FIFA/UEFA están por encima de todo. Un jugador tiene derecho a jugar lo que crea conveniente él o su seleccionador y a los clubes no les queda más remedio que tragar. Creo que la única manera de poner fin a este escarnio de las selecciones nacionales es que los clubes se decidan de una vez a coger el toro por los cuernos. Es un asunto que les afecta a todos los grandes y no sería difícil unirse para ejercer presión e imponer sus condiciones. Y me encantaría saber qué es lo que les ha impedido hacerlo hasta ahora. Mi propuesta a la FIFA/UEFA: eliminación total de partidos amistosos y fuertes compensaciones por cada jugador prestado a las selecciones. Si aceptan, bien. Si no, que los grandes clubes se monten el chiringuito por su cuenta. A ver quién gana.
Hola Carlos. Perdona pero no he podido contestar antes. Más que una cláusula para impedir que los jugadores jueguen con sus selecciones estaba pensando en una que incluyera indicaciones concretas sobre aquellos casos en los que hay jugadores lesionados o que salen de una lesión, sobre la importancia de la opinión de los servicios médicos de los clubes que pagan. Otra posibilidad, además de la que mencionas, es que directamente asuman parte del sueldo de los jugadores, por ejemplo una parte del sueldo basada en la consecución de objetivos, incluso con el Club. Y de esa manera hacer que todas las partes quieran velar por aquello que sea más conveniente para el jugador que se encuentra en esa situación.
Gracias por haber leído el artículo.
Lucía
Imposible! Las normas obligan a los jugadores s acudir a jugar con sus selecciones cuando son convocados. De lo contrario, recibirían una sanción económica y de castigos de partidos sin jugar con sus clubes, por lo que no podrías alinearlos en tu equipo.
Hola David. Me refería a los casos de jugadores lesionados, en riesgo de lesión o salientes de una. Los servicios médicos del Real Madrid deberían tener algo más que decir en esas situaciones.
No es que quiera que se acaben los partidos con las selecciones en general. Mientras se respete calendario y opinión de los técnicos y médicos que están trabajando con los jugadores a diario.
Gracias por el comentario.
Lucía
Buenos días, mientras siga este circo Fifa, Uefa, federaciones, etc. esto seguirá así, yo en mi modesta opinión, creo que habría que ir a un sistema como la NBA.
Un saludo.
Exacto. Esa es la única solución. Una liga europea, entre los mejores del continente, por conferencias territoriales como la NBA o la NFL hasta llegar a una gran final e independiente de FIFAS, UEFAS y federaciones nacionales. Espero vivir para llegar a verlo.
A mi me gustan las competiciones que tenemos. Lo que no me gusta es que los equipos no tengan casi facultad de decisión cuando nos encontramos en estas situaciones con las selecciones. Probablemente tenga que ver con el desencanto generalizado que se ha producido, también en mi caso, con la selección española, que en los últimos tiempos ha causado más problemas que otra cosa. Y eso se haya extendido al concepto y papel de las selecciones en general.
Gracias,
Lucía
Hola Chispa. Muchas gracias por el comentario, veo que casi todos van en la misma dirección, por lo que probablemente no haya explicado bien que no pretendo solucionar el problema con una cláusula, sino más bien reflexionar sobre el papel de unos y otros en este tema y por qué estamos indefensos en estas situaciones. De todas formas miraré lo de la NBA, no conozco bien los detalles.
Gracias,
Lucía
Yo creo que lo que realmente tienen que hacer es incentivar seriamente esa precaución. Por ej. entiendo que se podría vincular el salario al número de partidos que el jugador se encuentra disponible para el entrenador; o más precisamente, penalizar monetariamente la pérdida de convocatorias debidas a lesiones producidas fuera del trabajo normal en el propio club.
Otra cosa que habría que hacer (esto entiendo que quizá se está haciendo ya), es sacar a colación las lesiones durante las negociaciones de renovación, por ej. O dejarle claro a los jugadores que su jerarquía en el equipo peligra cuando se lesiona.
Hola Ángel.
Creo que el primer perjudicado es el jugador, no me parece adecuado establecer esa penalización para el propio jugador, aunque sí que el Madrid o el equipo que sea no asuma el 100% de la ficha de los jugadores, ya que con esto de las selecciones realmente no están 100% a su disposición.
Gracias,
Lucía
Lo primero y más importante: ¡bienvenida, Lucía, a La Galerna! Un placer leerte. Me ha gustado la manera en que enfocas el tema y cómo escribes.
Aunque me uno a Carlos y a David: lamentablemente la variable que pesa es la de las federaciones y las selecciones, y ahí poco pueden decir los jugadores y los clubes. Aunque también es verdad que hay quienes se lo montan mejor para eludir esas obligaciones y proteger a sus jugadores para que no vayan a algún llamado.
Y sí, hablo del Barça, que son tan "tramposos", que incluso en esto inventan excusas y salen indemnes, nadie dice nada, ni pasa nada. ¡Ay, si lo hiciera el Madrid! ¡La que nos caería desde la FIFA y desde la prensa! Y no es victimismo, es realidad.
En todo caso, Lucía: un gusto tenerte por aquí, y espero seguir leyéndote con frecuencia. ¡Hala Madrid!
Hola Hechi, muchas gracias por la bienvenida! Perdona que no haya podido contestar antes.
Estaba viendo los comentarios y parece que lo pinto demasiado fácil 😉
Sobre lo que dices del Barça, más que eludir obligaciones a lo mejor es que hay que buscar la manera de que se respete la opinión médica de aquellos que están tratando a diario al jugador. No se trata de impedir que los jugadores vayan con sus selecciones en general, sólo de tomar las precauciones lógicas en aquellos casos necesarios. Sea vía cláusula en un contrato hablando sobre la consideración de la evaluación de los médicos del Madrid o de cualquier otra forma que obligue a seguir un proceso concreto en los casos de los jugadores lesionados.
Gracias por la lectura, el comentario y el recibimiento!
Lucía
Un placer leerte Lucía. Lo q subyace en tu escrito es muy cierto pero creo q es difícil de aplicar y conseguir.
1. No existe un prudenciometro y por tanto ya queda descartado. En Derecho se usa el concepto difuso de la prudencia de un buen padre de familia.
2. Si un jugador está lesionado para eso están las pruebas médicas y no la prudencia.
3. Si un jugador no está lesionado a efectos de que se detecte en unas pruebas medicas pero tiene molestias o la experiencia indica que debe reservarse o cuidarse, si el jugador y su cabeza dictan que quiere jugar nada se puede hacer.
4. La empresa es aplicable a muchos aspectos del fútbol pero en otros, como en este, es inaplicable. Mientras que en una empresa el factor humano es un gasto y en el mejor de los casos podría ponerse de manifiesto en el fondo de comercio. En el fútbol es parte del Activo cual máquina o edificio. Ello nos muestra que son mucho más "especiales" y complejos que una relación laboral en una empresa.
5. Las apelaciones a la NBA me parecen semejantes a las que se hacen a los modelos nórdicos de bienestar social. Nos gustan unas partes pero ignoramos el resto. La NBA es un todo, y un todo muy complejo, o se aplica totalmente o no se aplica. Y si se aplica habría elementos que estoy seguro que no nos gustarían: o nos parece bien el Draft, o nos parece bien una competición en la que nadie baje, o nos parece bien una competición sin cantera, o nos parece bien una competición en la que sea admisible estar varios años dejándose ganar para reconstruir el equipo, o nos parece bien una competición en la que se castigue tener más recursos generados...
6. Lo único que pueden hacer los clubes es: 1. unirse y que todo siga igual pero organizado por ellos en lugar por FIFA o UEFA, con lo que ellos impondrían sus normas, calendarios y se repartirían las ganancias sin comisionistas... o 2. Negociar con UEFA y FIFA pidiendo una racionalización de calendarios, una reducción de fechas internacionales y unas compensaciones mayores por lesión y una participación mayor en los beneficios que generen las selecciones nacionales.