De virtudes y vicios

Esta tarde vuelve la Liga para el Real Madrid, ese camino empedrado por donde tenemos que seguir transitando con gallardía aun sabiendo que la meta es prácticamente imposible de alcanzar. Pese a ello, o precisamente por ello, hacemos nuestras aquí las palabras de @Fantantonio y su razonada necesidad de la Liga como modo de mantener el buen tono de la tensión competitiva de cara, sobre todo, a los partidos de Champions que aún nos quedan. Nobleza obliga, queridos galernautas, y esperamos que el equipo sepa bien que ya no caben más distracciones, que la constante hora de la verdad en la que vive el Madrid va siendo más verdad si cabe por estas fechas y que, en definitiva, ganar hoy a Las Palmas es mucho más que ganar hoy a Las Palmas.

Ese mucho más que ganar no incluye tan solo la exigencia de seguir siendo competitivos en la Liga, dando muestras de salud y de motivación, sino también el casi mandato de que el juego sea lucido, febril, dinámico, alegre, como si ignorásemos que estamos muy alejados del primer clasificado. Hay ignorancias que pueden servir de acicate, un mirar para otro lado más allá de las meras matemáticas para centrarse en lo que toca, en las virtualidades de un aquí y ahora que siempre es oportunidad para la mejor de las virtudes.

Así parece saberlo Zidane, quien, a decir de la portada de Marca, invita al equipo no solo a lo suficiente, sino a lo mejor, consciente de que la práctica continuada de la más virtuosa versión de uno mismo poco a poco se convierte en costumbre casi sin darse uno cuenta. Ya decía Pepe Kollins que ganador es el que gana, así, sin cronología, sin que haya un origen inefable del que se pueda deducir de antemano la consolidación de la victoria. No. Lo que hay, y ya lo dijo a su modo Aristóteles, es el ejercicio habitual de ciertas virtudes que, precisamente por el hábito, van interiorizándose en la conducta como una segunda naturaleza hasta el punto de que un día ya la conducta es otra, justamente la mejor de las posibles. No sabemos si Zidane es lector de Ética a Nicómaco, pero quién nos iba a decir que ya Aristóteles, en el siglo IV antes de Cristo, nos iba a dar una buena clave para entender y reivindicar el mejor de los madridismos.

Si de practicar virtudes hablamos, se nos tuerce un poco el gesto al referirnos a la portada de As (no solo a la de hoy, claro). El ser humano es débil y siempre está en riesgo de tomar el camino más inmediato y cómodo, ese que descarta lo amable y busca con ahínco cualquier posible punto negro para convertirlo en agujero que todo lo engulle, incluso la luz, sobre todo la luz.

Preguntado ayer por los posibles fichajes para la próxima temporada, Zidane esquivó la bala refugiándose en el vértigo que envuelve al actual mundo del fútbol, donde la inseguridad del cargo de entrenador es algo que ya debería ser materia obligatoria en el curso que acredita para serlo. Sin embargo, ya se sabe que sobran intérpretes de la realidad y que abundan los que la leen como mirando hacia dentro, desde su ombligo, y no con la limpia mirada de quien quiere entender lo que de verdad está pasando. ¿Para qué entender nada si podemos alentar sospechas? ¿Qué es eso de la realidad si puedo yo venir aquí a darle un giro estupendo que la retuerza y le busque los tres pies al gato, siempre negro, negrísimo, el gato y la realidad? En fin, que dice As que "Zidane no ve claro su futuro" y nosotros añadimos que el del periodismo haría bien en tener en cuenta a Aristóteles.

Se nos cae Ética a Nicómaco de las manos al encontrarnos con la portada de Sport. Nos lo pone a veces difícil la vida para practicar la templanza. Ya ayer hicimos como que no veíamos la correspondiente edición de Sport, aunque solo fuera por la necesidad de cuidarnos un poco, atender a nuestras necesidades y, consecuentemente, fijar nuestro propio calendario. Pero el periódico catalán -no sabemos ya si en ejercicio inmoral o amoral- no se da por vencido y vuelve hoy con la zarandaja de la venganza culé contra el Getafe, ejecutada a base de goles (y añadimos nosotros que de evidente insulto, también a la inteligencia).

Manda huevos, queridos galernautas. El mundo al revés. Los pájaros contra las escopetas. Los del Getafe se llevan no solo seis goles de su visita al Camp Nou, sino también la actualización de la burda chanza del entorno culé en forma de portada faltona y arrogante. Tomen ustedes ración doble de valors. ¿Qué ha pasado para que unos tipos disfrazados pongan patas arriba el vestuario de un campo rival, no pidan jamás disculpas por ello y encima se permitan hablar de venganza cuando el mismo equipo injuriado visita su casa y sale goleado? ¿Por qué no es un clamor la firme denuncia de esta infamia? ¿En qué momento empezó a ser todo permisible para la obra culé? Nos duele Aristóteles, ese que sabía bien lo cerca que estaba el ser humano de extraviarse en vicios.