Virginia Torrecilla es una excelente futbolista mallorquina del Atlético de Madrid y capitana de la Selección Española de fútbol. Pese a su juventud, tan solo 26 años, atesora una dilatada carrera en Francia y España; comenzó su andadura en la U. D. Collorense en 2009. Tras un año en el Sporting de Palma, dio el salto al F. C. Barcelona, donde cosechó tres títulos de Liga femeninos y dos de la Copa de la Reina. En 2015, decidió probar suerte en Francia, donde el fútbol femenino tenía en aquel momento más relevancia, y fichó por el Montpellier HSC. Tras cuatro años, regresó a España, al Atlético de Madrid.
Con la selección española jugó su primer partido en 2013, ha participado en dos Mundiales y dos Eurocopas y en 2019 fue nombrada capitana del equipo nacional. Con el combinado español ha obtenido la Copa de Algarve y la Copa de Chipre. Además, ha ganado numerosos premios individuales: tres veces elegida en el Once de Oro de Fútbol Draf, Bota de Oro de la FFIB en 2014 y el Premio Selección 2020 otorgado por el diario Marca.
En mayo fue operada de un tumor cerebral. Ella misma lo anunció con una sonrisa y entereza ADMIRABLES: "Estoy pasando por momentos complicados, pero siempre he dicho que la vida son etapas y ahora me toca afrontar una menos buena. También estoy aprendiendo de todo esto y toca mirar hacia adelante"
Pero por muy importante que sea su trayectoria, lo valioso de verdad está más allá del fútbol. En mayo de 2020 fue diagnosticada y operada de un tumor cerebral. Ella misma se encargaba de anunciarlo con una sonrisa y entereza dignas de admiración: "Estoy pasando por momentos complicados, pero siempre he dicho que la vida son etapas y ahora me toca afrontar una menos buena. También estoy aprendiendo de todo esto y toca mirar hacia adelante". Desde entonces, recibe tratamiento para superar la enfermedad.
El pasado 16 de enero de 2021, el Atlético de Madrid se proclamó vencedor de la Supercopa de España Femenina frente al Levante por 0 goles a 3. La victoria alegró a toda la afición atlética, pero el gesto que ocurrió en la entrega del trofeo nos emocionó a todos. Y dentro de todos no incluyo solo a los hinchas de otros equipos de fútbol, o a los aficionados al deporte, sino al conjunto de la sociedad. Personalidades de la talla de Pau Gasol no dudaron en elogiarlo.
En el momento de recibir el trofeo, la capitana del Atlético femenino, Amanda Sampedro, tuvo el hermoso y conmovedor gesto de alzar la copa abrazada a Virginia Torrecilla, que apenas días antes había estado ingresada para seguir su tratamiento contra el tumor. Ambas rompieron a llorar en una mezcla de alegría, esperanza, incertidumbre, vivencias, lucha, agradecimiento y, en general, de todo aquello que nos hace humanos y hace sacar lo mejor de nosotros mismos en los momentos difíciles.
Como aficionado madridista, pero sobre todo como persona corriente, y en nombre de toda La Galerna, quiero agradecer el emotivo y maravilloso gesto que tuvo el Atlético de Madrid femenino, y su capitana Amanda San Pedro, con Virginia Torrecilla. Actos como este engrandecen a un club y no cabe rivalidad alguna; cuando el equipo adversario actúa con nobleza y dignidad, merece ser elogiado. Todos remamos en el mismo barco junto a Virginia y deseamos de corazón que se recupere pronto para poder competir en el campo, que es el único lugar donde Atlético y Real Madrid deben batallar.
El madridismo está contigo, Virginia. ¡Ánimo!
Fotografías: Getty Images.
De todo corazón, el mejor de los deseos. Grande la capitana del Atlético de Madrid y su hermosísimo gesto.
Mis más sinceros votos y mi deseo para que Virginia supere este adverso trance.
Virginia ten por seguro que lo superarás.
ÁNIMO
Por supuesto.
Animo.
Muy emotivo artículo.
Me uno a los deseos de recuperación de Virginia Torrecilla.
Mucho ánimo.
Saludos.
Excelente!!!
Pues, como toda persona normal , y al margen de rivalidades deportivas, mis mejores deseos para esta persona. Seguro que lucha por doble motivo, por alegrar a los suyos y por ella misma. Es muy joven.
Amén!
Mucho Ánimo y fuerza para Virginia. En estos casos no cabe rivalidad ni odio, un bonito gesto
Hola, M8jonenculerden
Odio no cabe nunca, amigo. Esto es fútbol. Se puede desear que el rival pierda hasta el avión. La máxima rivalidad, piques, choteos... pero el odio no tiene cabida. Y si existe en algún caso conviene erradicarlo.
Saludos
Bien por La Galerna por publicar este artículo.
Sólo puedo estar de acuerdo con todo.