El Real Madrid afronta este nuevo y último parón de selecciones con suficiente margen como para ver su Liga número 36 a tiro de piedra. Parafraseando a Antonio Machado, golpe a golpe y gol a gol el Madrid se sitúa en lo más alto de la clasificación con 72 puntos y unos números de vértigo. Un líder sólido que únicamente ha perdido un partido en aquella salida en el Metropolitano y que suma 22 victorias y 6 empates. Cifras de récord, la verdad. El equipo más goleador y menos goleado. De lejos el más completo del campeonato nacional.
La victoria del pasado sábado tiene muchísimo mérito. El Sadar siempre es un campo difícil y el Club Atlético Osasuna en casa es peor que ir a la consulta del dentista. El equipo navarro vive cada encuentro contra el Madrid como si fuese el partido del año y su afición así lo exige. Es decir, puntuar o directamente ganar en Pamplona supone un paso de gigante siempre, pues es de esos partidos que solemos decir que deciden un campeonato. Es así.
El Madrid llegaba al Sadar con la cabeza ya puesta en el Manchester City. Pensar en el City desde que el pasado viernes el bombo europeo volvió a unir nuestros destinos es más que natural. Jugar con ese futuro encuentro en la cabeza es inevitable. Y aun así el Madrid salió a asegurar la victoria. Ya en el arranque del encuentro, Vinícius supo robar un balón en línea defensiva y definir con frialdad. Osasuna empató en seguida aprovechando un mal despeje de Carvajal. Sin embargo, sería el lateral español quien volvió a adelantar al equipo en una de esas internadas que está bordando esta temporada. En la segunda parte, Brahim se quedó solo tras una asistencia de cabeza de Valverde y definió con maestría. En el minuto 64 llegó el segundo gol de Vinícius. El brasileño recibió un pase de Valverde y se internó en el área con su habitual facilidad. La definición de Vini es para ponerla en Valdebebas y que nuestros canteranos vean cómo se ejecuta una jugada. Iker Múñoz cerraría el marcador en el descuento consiguiendo el segundo gol del Osasuna.
Un Vinícius Superstar es un arma decisiva en la conquista de los títulos. Por más que los medios intenten intoxicar, estamos ante una estrella mundial
El único lunar del partido fueron tal vez los pocos minutos que Carlo Ancelotti concedió a Arda Güler. El joven turco entró en el campo en el minuto 85 sustituyendo a Vinícius cuando el partido llevaba decidido desde el 64. Creo que somos legión los que deseamos ver a la joven estrella del equipo más tiempo. Es cierto que en los pocos momentos en los que le vemos el internacional turco nos deja grandes destellos de su calidad, pero quisiéramos que estos ratitos de magia fueran tramos más largos. En el partido del pasado sábado dejó ese disparo desde el centro del campo que se estrelló en el larguero. Jugada de cine que solamente él supo ver. Es una gozada verlo y una lástima que sea tan poco. A ver si a la vuelta del parón podemos asistir a un partido completo de Güler o al menos alguno donde parta desde el equipo inicial.
Así pues la Liga está bastante encarrilada y parece a mano. O al menos podríamos decir que un asa del trofeo liguero ya es nuestro. Y esto, señoras y señores, es cosa importante en marzo. De seguir así, ¿nos sobrarán suficientes jornadas para cantar el alirón y dar minutos a los jugadores menos frecuentes? Tener el privilegio de poder afrontar las eliminatorias de Champions repartiendo minutos entre los no titulares puede llegar a marcar la diferencia frente a rivales europeos con el agua al cuello que se juegan sus habichuelas hasta la última jornada de sus campeonatos nacionales. Y, además, una dinámica de rotaciones es ideal para tener enchufado hasta el último efectivo de la plantilla, pues nunca se sabe quién puede resolverte una eliminatoria. Hoy día, con los cinco cambios efectivos, poder decir que el jugador que entra desde el banquillo a oxigenar al equipo suma y no resta es quizá patrimonio de plantillas de élite como la del Real Madrid o el Manchester City. Poca broma.
poder afrontar las eliminatorias de Champions repartiendo minutos entre los no titulares puede marcar la diferencia frente a rivales con el agua al cuello que se juegan sus habichuelas hasta la última jornada de sus campeonatos nacionales
Llegamos al último tramo de la temporada con un Vinícius en plena forma y esta es una gran noticia. Un Vinícius Superstar es un arma decisiva en la conquista de los títulos. Por más que los medios intenten intoxicar, estamos ante una estrella mundial. El 7 del Real Madrid y de Brasil merece el respeto que cualquier profesional debe tener y que a él le niegan desde que aterrizó en España. Hace muy bien el Real Madrid denunciando ante el Comité de Disciplina a Martínez Munuera, quien omitió de forma voluntaria en el acta los insultos hacia Vinícius en el Sadar. Se acabó la fiesta para los que generan odio. Esto está fuera del deporte.
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Después del comunicado de la Liga hay que plantearse seriamente lo de jugar con los menos habituales y el Castilla fuera de casa. Y partidos de exhibición con el primer equipo.
Todo lo que huela a Madrid me interesa. Decirle a La Galerna que me interesaría saber lo de ' más concentración a la selección, pero me lo ponen i.posible porque no tengo Twitter.
Pero si doy mi apoyo en pleno a toda esta orquestada manifestación de odio y racismo hacia lo que debe ser una manifestación de hidalguía de lo que, al menos aquí en Canarias, presumimos de poseer. Hablo de Canarias porque es de donde soy, concretamente grancanario. Vinicius es lo mejor que tiene el fútbol actual, al menos en el viejo contiente ya que soy seguidor de casi todo el fútbol europeo. Gracias y pal'ante, como decimos por mi tierra.