La frase que titula este breve texto desencantado podría pertenecer a la simple narración de un partido. Con balón, ya sabemos lo que Vinícius es capaz de hacer, pero no se queda atrás en otras materias sin contacto con el cuero, en particular su mortífero desmarque y su trabajo defensivo, nunca bien ponderado. Vinícius es oro con y sin balón, como seguirá siendo Oro con y sin Balón, lo que desde luego no disminuye la magnitud de la afrenta.
Es una decisión ridícula que presuntamente se apoya en votaciones de periodistas independientes, pero cualquiera se lo cree con Ceferin detrás. El oscurantismo reinante respecto al ganador, que se ha tratado de presentar como una novedad tipo Óscars, ha resultado ser el caldo de cultivo perfecto para la sospecha, sobre todo cuando acaba de volver a ganar Shakespeare Enamorado en lugar de Salvar al Soldado Ryan.
Personalmente, nunca he dado gran importancia a los premios individuales en un deporte eminentemente colectivo. Sin embargo, este Balón de Oro venía acompañado de una serie de circunstancias que lo convertían en providencial. Para Vinícius, el hito habría supuesto la culminación de una historia de superación personal cuyo final feliz habría alcanzado proporciones hollywoodienses. El recordar las bufonadas de ciertos exponentes chiringuiteros, o de ciertos compañeros de profesión del brasileño, burlándose de Vini aludiendo a un Balón de Oro presuntamente imposible, habría creado un efecto irónico insuperable. Ni en la gran pantalla triunfan tan indiscutiblemente los buenos y hacen el ridículo de manera tan grotesca los malos.
Es una decisión ridícula que presuntamente se apoya en votaciones de periodistas independientes, pero cualquiera se lo cree con Ceferin detrás
En todo caso, con y sin balón, con o sin Balón, ¿qué lleva Vinícius haciendo más de un lustro, si no es acercarnos un poco más a un mundo de ficción donde aún se puede esperar alquimia de los ilusionistas y proezas de los héroes? En el fútbol ya no había lámparas de araña de cristal, y Vini nos ha recordado su existencia recorriendo el planeta balanceándose y saltando de una a otra, con su sonrisa de Mr. Bojangles.
Nadie ha superado lo que él ha superado. Nadie ha salido vivo de tantos mordiscos, patadas alevosas, broncas de los árbitros por no aceptar dócilmente esas patadas, ataques racistas de multitudes, invectivas xenófobas de medios y memes impíos. Con o sin Balón, Vini sale de toda esa mierda vivo y triunfante con el cariño y el reconocimiento expreso del madridista, así como con la admiración implícita e inconfesa de sus odiadores. Esa guerra ya está ganada, y no hay tongo (si es que aquí lo ha habido) que pueda enturbiarlo.
En el fútbol ya no había lámparas de araña de cristal, y Vini nos ha recordado su existencia recorriendo el planeta balanceándose y saltando de una a otra, con su sonrisa de Mr. Bojangles
Vini es el mejor en todo caso porque es un futbolista único, el penúltimo gambetero que es a la vez velocista, y uno de los escasos seres humanos que han sabido unir el genio a la tenacidad. Es también un joven que ha convertido en una causa justa el sufrimiento propio, y en adalid de dicha causa a quien se pudo contentar con llorar bajo el peso de los bullies. Merece cualquier premio la mejor historia de superación jamás contada en el deporte, a la cual va adjunta además una reivindicación social que es necesaria para el fútbol y para el fútbol español en concreto: el compromiso contra la lacra del racismo. Miles de ofendiditos en prensa y redes sociales se hacían los agraviados cuando Vinícius señaló el problema. En la víspera del día en que todo el mundo descontaba que lo ganaría, Vinícius utilizó sus redes sociales para condenar el racismo de ciertos madridistas, envueltos en el anonimato de la grada del mal llamado clásico, y solidarizarse con los futbolistas culés que lo sufrieron. Ahí, en ese post, se dio a sí mismo Vinícius un Balón de Oro más importante que el que iba a ganar hoy. También se dio otro el día del Dortmund cuando, como Cristiano y Messi, se quitó la camiseta para mostrarla al público, pero no en este caso mostrándole su nombre serigrafiado a la espalda junto al 7, sino el puñetero escudo del Real Madrid.
Queremos mucho a Vini y se lo vamos a demostrar. El resto importa menos, aunque hoy estemos justamente indignados. Enhorabuena a Rodri, excelente jugador, pero más aún al madridismo por tener al mejor futbolista del planeta, fabricado además en el club.
Getty Images.
Nuestro Vini es de oro. Me da tristeza la humillación. Que no se premie el trabajo, la tenacidad. Sino era de Vini por el odio que genera. Debía ser por alguno de los otros dos llegaron a la final de la euro y trabajaron como locos. Carvajal o Bellingham
D. Jesús que sabías palabras las suyas.
Esperemos que las mismas sean las que nuestro VINICIUS ha de tener en cuenta para que su estado anímico no decaiga y siga con esa entereza que viene demostrando tanto en los terrenos de juego como en su vida personal
En en su oficio de futbolista es el mejor y como persona es EXCEPCIONAL, pero con la forma en la que está siendo atacado es difícil que no caiga en una profunda depresión
HEMOS DE AYUDARLE y lo primero que tenía que hacer el.Club es hacerle un pequeño homenaje de desagravio en el primer partido que se celebre en nuestro estado
SE TIENE QUE SENTIR ARROPADO POR LA GENTE QUE LE QUIERE
Que más da el balón de oro si el Madrid es el actual campeón de la Champions!!!!
Hubiese sido una buena forma de darse una pequeña alegría después de lo del sábado pero aquí lo importante es cambiar la dinámica de juego, no lo olvidemos.
No es nada raro ni difícil de entender, solo es lisa y llanamente corrupción. Es la forma habitual de actuar de las mafias internacionales del futbol y sus sucursales nacionales. Se premia la corrupción y se castiga el mérito.
Lo estamos viendo todos los días en el futbol español y sus alrededores, podridos por la corrupción y el odio.
Estoy seguro de que si Vini ha conseguido superar todo lo que le han hecho la gentuza del futbol español y sus alrededores, también superará esto. Y al Real Madrid y a los madridistas de verdad solo nos queda cerrar filas y seguir luchando por ser mejores.
Y recordemos que por “el mejor periodismo deportivo que se hace en el mundo y que está en su edad de oro”, vota el Relaño. O sea más de lo mismo.
JAJAJAJA rodri, se lo den al hormonado mejor, JAJAJAJA cachondos asco de podredumbre y corrupción
Rodrigo es el mejor en su puesto. Vinicius es el mejor jugador del mundo. Esa es la diferencia. La UEFA hoy ha hecho el ridículo y, quizás me equivoque, pero creo que el Madrid ha hecho lo correcto al no ir y señalarlo ante el mundo.
Habría que hacer un homenaje de desagravio a Vinicius
En el próximo partido en el Bernabéu todo el mundo con caretas de VINI