El Villarreal se disculpjajajaja

Si mañana yo al buen tun tun y sin prueba alguna, con tanta ruindad como torpeza, sugiero públicamente que una empresa constructora ha sobornado a un ministro para una concesión con maletines repletos de "no sé qué", y pasado mañana quiero emitir unas disculpas consternado ante mi propia temeridad, tendré que disculparme ante el ministro y ante la empresa. Ante los dos. Pero yo no soy Fernando Roig, que solo se ha disculpado (y a la forma relañista, es decir, de aquella manera) ante una de las partes tras sus bochornosas insinuaciones del domingo tras el partido entre el Madrid y el Villarreal.

En un comunicado emitido ayer por el club castellonense, y firmado por su presidente, el Villarreal manifiesta que "siempre hemos valorado y defendido la honradez e independencia de los árbitros, y así lo seguiremos haciendo" (¿siempre, incluido el domingo por la noche, me atrevo a preguntar?), agregando que "el Villarreal CF confía plenamente en la profesionalidad, integridad y lealtad del colectivo arbitral, y jamás ha puesto en duda ni insinuado lo contrario por el simple hecho de que un club tenga posibles detalles para con ellos".

¿Jamás ha puesto en duda? ¿Jamás ha insinuado? Entonces, ¿a qué venían sus manifestaciones del domingo, en el mismo contexto en el que denunciaba ante los periodistas de la Cope el presunto trato de favor arbitral recibido por el Real Madrid? ¿Cree usted por ventura que somos todos idiotas perdidos, Sr. Roig? Usted dice que el árbitro benefició al Madrid en el partido que se acababa de jugar, y a renglón seguido denuncia las bolsas del Real Madrid ("No sé qué llevaban dentro") que según su testimonio llevaban los trencillas a su salida del estadio de la cerámica. Dice una cosa y la otra como parte de la misma conversación. ¿Pretende usted que creamos que a su vez no pretendía que el oyente de la Cope relacionara el supuesto favor arbitral con el misterioso contenido de las bolsas? (Favor arbitral que por cierto, de darse, fue en sentido contrario, como ya han apuntado las posteriores repeticiones que nos negó el operador). Repito pues mi pregunta, Sr. Roig: ¿cree usted que somos rematadamente imbéciles?

"No obstante", prosigue el comunicado, "no consideramos oportuno entregar presentes a los árbitros en un partido". Pues aplíquese el cuento, Sr. Roig, dado que las redes sociales han dejado documentada, a través de testimonios gráficos, la existencia de bolsas del Villarreal a manera de detalles con el trío arbitral en diferentes partidos. La bolsa del Real Madrid contiene un pin, una foto y un bolígrafo de plástico cuyo valor conjunto asciende a la exorbitante cifra de 8 euros. Da vergüenza preguntar una parida así pero es usted quien ha abierto este frente con el único objetivo de proyectar una sombra de sospecha sobre la victoria del Madrid: ¿a cuánto asciende el contenido de la bolsa del Villarreal?

En el último punto del comunicado, el Villarreal, por boca de su presidente, "lamenta y pide sinceras disculpas al equipo arbitral del pasado domingo, encabezado por Jesús Gil Manzano, por el mensaje con el que se encontraron en sus vehículos en la salida del estadio, el cual rechaza profundamente". Es decir, que se disculpa ante el trío arbitral por esto, pero no por la insinuación de las bolsas, ya que, en un ejercicio máximo de hipocresía, quiere hacernos asumir que no hubo tal insinuación. La petición de perdón se circunscribe a lo del coche.

Con todo, si hay alguien que tiene que agradecer algo en este comunicado, es el colegiado, que en el ejemplo con el que yo iniciaba este artículo sería el ministro. A la empresa acerca de la cual se ha insinuado que soborna que le den. Ni petición de disculpas ni hostias. Mis lectores sabrán disculpar este tono pero hay ocasiones en que el terreno para la fina ironía resulta yermo, o simplemente que cuesta encontrar el camino que conduce a él.

Usted, Sr. Roig, se ha pseudodisculpado (y muy malamente, como acabo de explicar) con una de las partes señaladas en sus muy zafias y muy viles insinuaciones del domingo. ¿Y la otra parte, Sr. Roig? ¿Quién compensa al Real Madrid del daño a su imagen perpetrado por las asquerosas sugerencias que emitía usted en la radio al tiempo que las redes sociales y Real Madrid TV -solo ellos- se encargaban de demostrar al mundo lo que la retransmisión de Movistar y/o de la Liga les había impedido conocer, es decir, que el Real Madrid no había ganado gracias a la labor arbitral, sino precisa y exactamente a pesar de ella?