Vida secreta de los cetáceos

Buenos días. A veces, en lo más profundo de la noche, mientras vosotros dormís, las rotativas de Sport y Mundo Deportivo establecen entre sí, por medio de sus maquinales traqueteos, diálogos fabulosos. Los ruidos de la conversación inadvertida surcan los cielos de una punta a otra de la Ciudad Condal. Es un fenómeno parecido al de la comunicación de los cetáceos. De igual manera que una ballena, emitiendo sonidos en la frecuencia adecuada, puede pasar una receta de zooplancton a otra que se encuentra a 3.000 kilómetros, Sport y Mundo Deportivo hablan entre sí desde sus distantes rotativas barcelonesas.

Sólo algunos perros callejeros, capaces de captar señales acústicas ajenas al oído humano (pero propias del oído de las impresoras), elevan la testuz al paso de las ondas por el negro firmamento. Y ladran. Ladran de pura admiración y solidaridad. También, cualquier noche, aullarán a gritos los gatos de tu callejón (hola, Calleti; hola, Loquillo, ilustre barcelonés), por no ser menos que los perros y porque también captan los felinos algunas ondas de ésas.

Lo importante, con todo, es qué se dicen, qué intercambios de información o de pareceres desarrollarán las rotativas en esa plática metálica, imposible, silenciosa. Fehaciente. Pues qué queréis que os digamos. Se preguntan cosas y se responden, casi como si fuesen dos señoras mayores en la peluquería, con los rulos puestos. A veces Sport cree saber y Mundo Deportivo le corrige, o se limita a actualizar la información en tiempo real. De profesión, sus cotilleos.

-Será lo que Messi decida- dice la rotativa de Mundo Deportivo.

-Juega. Te lo digo yo- le rebate la rotativa de Sport.

Y así sucede, como por ensalmo, que las portadas del día siguiente reflejan exactamente este intercambio de puntos de vista. Los directores de ambos medios pueden haber dispuesto otra cosa la noche anterior, pero las primeras planas reflejan lo hablado en la madrugada por las gigantescas impresoras.

A las rotativas les preocupa mucho saber si Messi podrá o no jugar este primer asalto de las semifinales de Copa. Y a quién no. Es uno de los temas centrales en estas vísperas del Clásico copero más esperado en los últimos tiempos. Sabed además una cosa, queridos niños. Sabed que, aunque algunos se fijen solo en lo que nos distingue de nuestros semejantes, la razón está del lado de Paul y Stevie porque people (and machines) are the same wherever you go.

De esta guisa, también en la madrugada madrileña se producen diálogos soterrados entre las rotativas de Marca y As, también en la distancia y sin que solo los perros (y algunos gatos) callejeros las perciban, también con su reflejo mañanero en las primeras páginas de los diarios en cuestión. Relaño y Gallardo habían ordenado otra cosa, pero (he aquí el secreto mejor guardado del periodismo deportivo español, queridos niños) las rotativas mandan.

-Es el momento de la verdad- sentencian solemnes las rotativas de Marca.- Solari tiene que tomar varias decisiones importantes, por ejemplo, Vinicius o Bale.

-Déjate de chorradas- replican las rotativas de As.- Vinicius es imprescindible.

Y es así cómo, con independencia de lo establecido a la hora del cierre por los seres humanos, las rotativas gobiernan.

Pasad un buen día.