Victorias trabajadas

Qué maravilloso partido nos depararon el Betis y el Madrid, qué gozada de ocho goles, con cuatro o cinco más sacados in extremis por los porteros, y otros tantos saliendo a centímetros de los palos. Acostumbrados a protestar y echar de menos, cuando el acontecer cumple tanto con sus expectativas nos coge algo de sorpresa, como cuando toca admitir que el mero hecho de estar vivos debe considerarse placer óptimo.

El Real confirma que puede con cualquier obstáculo cuando no se enreda consigo mismo, aunque sea difícil encontrar adjetivo para la primera parte de Joaquín y muchos compañeros suyos, capaces de sobreponerse al primer revés combinando ánimo con primor técnico. El único borrón, y gordo, fue un árbitro que tarjetea a Bale cuando tocaba pitar córner, mientras todos los béticos agradecían la mano salvadora de Adán. Comprobaremos por las teles si me equivoco, si éstas tienen la bondad de aclarar la jugada.

Yendo de menos a más, me parece que Kovacic debe hacerlo mejor, y no fue tampoco la noche de Casemiro, ambos deficientes por lo que respecta a salida del balón. Esa parte del juego no resulta tan visible, pero cuando el otro aprieta es capital no desperdiciar las recuperaciones, so pena de multiplicar el agobio. Ramos hizo otro de sus goles soberbios, sin perjuicio de incurrir al menos en tres errores no forzados cuando arreciaba el agobio, y me sorprendió que el habitualmente exquisito Isco la tocase tres veces seguidas mal. Theo cumplió, que no es poco dada la responsabilidad de suplir a Marcelo, y de los otros solo puedo cantar virtudes más o menos excelsas.

Asensio vuelve a ser el monstruo ganador, quiera o no el contrario, y el aturullamiento de Carvajal ha concluido. La jugada del tercer gol no puede mejorarse, por más que nos tenga acostumbrados a entradas vertiginosas mientras dribla. Muy bien Lucas Vázquez, y una nueva muesca en el revólver inmortal de Cristiano, porque pegándola así el portero no tiene tiempo para reaccionar. Gran noticia el gol de Benzema, que parte de un sensacional pase suyo y culmina con un disparo perfecto.

Halagüeñas perspectivas, a mi juicio.