Se decidió un sábado por la noche, escuchando aquellas extrañas (a la par que sugerentes) palabras en la radio. Tenía que hacer un esfuerzo, saber idiomas siempre le podría abrir nuevos horizontes laborales y él llevaba ya muchos años estancado en su trabajo. La elección no le resultó nada fácil: era un idioma que hablaba muy poca gente, complicado, que le iba a exigir mucho más esfuerzo que el inglés o el francés, pero que a cambio le ofrecía un gran futuro. Todavía no estaba de moda, pero en pocos años tendría una gran demanda.
Al día siguiente, a media tarde, después de salir del trabajo, decidió acercarse a la academia de idiomas para pedir información.
-Buenos días.
-Hola, ¿en qué puedo ayudarle?
-Quiero aprender VAR.
-Estupendo, excelente elección, últimamente es un idioma muy demandado, no se arrepentirá, muchos alumnos acaban ganando más de 300000 euros al año.
Dos meses más tarde había realizado grandes avances. El inicio fue lo más costoso, no acababa de entender ciertos tiempos verbales y las preposiciones le traían de cabeza.
-Interpretativa gris, hay penalti, José Luis.
-Bien, está bastante bien, pero te falta conjugar el Ok con José Luis. Tienes que prestar más atención.
-Pero, ¿no había cambiado el protocolo Iturralde para los atributos y sufijos?
-No, lo siento, es transitiva fronteriza, cambia un par de veces por semana, menos en Canarias, que cambia una hora antes.
Está claro que la primera academia que empiece a dar clases de VAR se va a hacer de oro. Nadie entiende nada, es todo un galimatías sin sentido, una explicación de Iturralde, un tuit de D’Alessandro, un jeroglífico, un Roberto Gómez cambiando de pueblo y pregón sobre la marcha, una Piedra de Rosetta.
Entre la jugada de Benzema partiendo solo desde el centro del campo y la de Griezmann haciendo exactamente lo mismo (dos jugadas prácticamente calcadas, al menos desde la perspectiva de los que no dominamos esta inescrutable lengua) hay una diferencia que solamente una persona (desgraciadamente no todos estamos capacitados para los idiomas) es capaz de entender: Isaac Fouto:
“Es lógico que tú no lo entiendas, Arancha”
Ni Arancha Rodríguez, ni nosotros, pobres e incultos madridistas, entendemos nada. Ya está, aquí tienes mi explicación: cuelgo el teléfono en antena como un niño malcriado, pongo un tuit del que más tarde me avergüenzo y, si los argumentos se me terminan, remato con un tonto, friki, ultra o forofo, sin pensar que un profesional se gana el respeto respetando a los demás.
Es todo un despropósito. Hay tomas que aparecen y desaparecen, censura, Radio Pirenaica, planos que solo se ven en América, circulares que van y vienen.
Oyes a Iturralde diciendo que hoy no se pita una jugada, pero dentro de 80 partidos sí se pitará y mañana escuchas lo contrario. Ves cómo le dan un rodillazo en la cara a un portero y te dicen (este nuevo reglamento es cada día más inesperado) que no es falta. Hay penaltis que son interpretables como el de Vinicius y otros que no lo son como el de Varane. Te puedes tocar la cara y llamar cagón con el protocolo en la mano, pero no puedes hacer un ridículo corte de mangas. Todo es fronterizo, gris. El protocolo muta.
Ayer se queja un equipo (todos tienen derecho a hacerlo menos el Madrid), hoy otro saca un tuit y mañana otro más sacará un comunicado. Nadie se aclara. La pantalla del campo, que supuestamente estaba ahí para que los arbitrajes fuesen más justos, no se usa, es un elemento casi decorativo. Y si criticas el funcionamiento del VAR (el VAR bien aplicado en una herramienta maravillosa) eres un friki forofo que no ve más allá de sus narices.
Personalmente sigo confiando en el VAR y, aunque sé que en esto que voy a escribir voy contracorriente, sigo confiando en Rubiales y Velasco Carballo. No son Villar y Arminio. No lo son. Afortunadamente. Y creo que buscarán una solución (lo de las academias ya lo ha patentado La Galerna) a todo este sinsentido.
Muchos días, después de salir de clase de VAR, solía ir a practicar por El Retiro con otros dos alumnos. Allí, paseando alrededor del estanque, sin las ataduras del profesor, se dejaban llevar, soltaban frases sin medida, a lo loco, disfrutando.
-Fronteriza, fronteriza. VAR AVAR VOR, VOR VAR VARAVAR.
-Más despacio, más despacio, protocolo colo colo.
Incluso se lanzaban y hablaban en VAR con gente que desconocía el idioma.
-¿Me pones un café?
-¿Solo? ¿Con leche?
-Zonagris.
-Haber empezado por ahí, guapo.
Ven, anímate, lábrate un futuro, apúntate a la Academia de VAR “La Galerna”. No te defraudaremos.
Maravilloso artículo, y lo mejor de todo es que aunque parece que lo que expone Fred es una broma es lo que está pasando de verdad con el VAR
Jajaja, le ha faltado en el titulo meter algun RO-VAR. Por lo demás, unas risas el artículo.
Gracias don Fred Gwynne.
Genial, como siempre, mr. Fred. Lo de la declinación de VAR, me ha llegado al alma.
Magistral
Yo también quiero creer que Rubiales no es Villar, pero los árbitros sí son los que dejó Villar.
Tenga en cuenta, señor Gwynne, que venimos de una dictadura que ha gobernado el fútbol durante toda una generación (30 años). Aunque existiese voluntad de cambio, mucho habría que cambiar. Hernández al cuadrado, Undiano, De Burgos Bengoechea, Clos Gómez como jefe de VAR... con estos mimbres es difícil hacer un buen cesto. Y si le sumamos las realizaciones prucesistas y LaLiga Tebasiana, quizás sea demasiado morlaco para un tipo, Rubiales, que se ha mostrado bastante cobarde ante el stablishment.
La única esperanza que tengo es que al ser Tebas enemigo común de Real Madrid y Rubiales, eso provoque la imprescindible catarsis.
Juan, creo que has dado en la clave con lo de que los árbitros son los mismos.
Yo también creo que Rubiales no es Villar, pero la inercia de estos últimos años no se va a parar de golpe. Villar ya dejó claro que los árbitros hacían lo que él quería (caso soule), y ese saldo arbitral (por usar el término acuñado por su ex-vicepresidente) favorable al Barcelona de la época de Villar va a continuar, pero espero que en pocos años ese saldo vaya quedándose en nulo.
Puede que sea un ingenuo.
Me parto........es transitiva fronteriza jajaajajajaj....y todo así.....lo triste es que no es una parodia sino un análisis bastante realista del asunto 😉
Yo no confío en el Rubi ni en Velasco Carballo...tiene pinta de que no son tan siniestros como Villar-S. Arminio pero a mí tampoco me convencen y tengo motivos para albergar la desconfianza
Saludos
Se me ha olvidado añadir que el sueldo de los árbitros, y si estoy equivocada corregidme, no depende ahora de la RFEF sino de la Liga, ya sabéis, del madridista y amigo personal de Florentino, el tal Tebas y tal....sí es que el Rubi poco margen de maniobra tiene en ese sentido...
No puedo articular nada coherente para traducir mis carcajadas adas
Pero si está chupao, es un sustantivo de tercera declinación, con tema en -i 😀
Var
Var
Varem
Varis
Vari
Vare
Vares
Vares
Vares
Varium
Varibus
Varibus
Simpatiquísimo artículo, como todos los suyos, Mr Gwynne.
Estaba claro que quien pensaba que con el VAR se iban a acabar las polémicas futboleras se equivocaba. El VAR es un gran invento para ayudar a los árbitros a remediar errores de bulto, esos fallos groseros que todos estamos de acuerdo que merecen el uso de la tecnología. Es notorio, por ejemplo en el caso de ese balón que traspasaba claramente la línea de fondo, de banda o, sobre todo, de gol, sin que el colegiado se percatase y no daba el gol, a no ser que mediase la protesta de Luis Suárez. También para solucionar jugadas confusas y tumultuarias, como esa pelota que Luis Suárez sacaba bajo palos con la mano y fingía que le había dado en los dientes (aunque era incomprensible el error del trencilla, porque en ese caso el balón siempre hubiera quedado pinchado sobre la raya de gol). O para apreciar que ese defensa que yacía sangrante y aullando de dolor sobre el pasto había sido mordido por Luis Suárez, aunque éste ya se encontrase en el otro lado del campo silbando, con los incisivos aún carmesí. Es verdad que también puede ayudar en otras jugadas, como por ejemplo cuando Luis Suárez se deja caer en el área ante Keylor Navas, fingiendo que el "tico" le ha fracturado las piernas y en el VAR se aprecia que Keylor aún estaba terminado sus oraciones mientras el uruguayo enterraba sus incisivos en la hierba verde. Pero en estos últimos casos, siempre será más discutible y siempre habrá un Iturralde o un Andújar que aprecie "intención" de agredir del guardameta costarricense, por la forma en que miraba a Suárez durante su salto al vacío.
Así que, nada, los indios seguirán teniendo un pretexto para justificar sus derrotas, con Var o sin Var. Casi me alegro, porque odiar al RM es la única razón de su existencia y para mí que, como el ornitorrinco y el lirón careto, deberían ser declarados "especie protegida".
Genial como siempre, Fred Gwynne.
¿Alguien se imagina un juicio en el que no haya abogados defensores?
Pues eso es lo que ocurre en la sala del VAR. Todo jueces y realizadores (¿procuradores...?) Pero nadie que defienda ni al acusado ni a la víctima. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen.
¿No sería lo más adecuado, y además democrático, que en la sala del VAR hubiera un representante de cada equipo del partido que se esté arbitrando...?
Es de simple sentido común. Lo que está ocurriendo es ni más ni menos que justicia arbitral bananera...