Empiezo a creer que el zidanismo, como evolución última del florentinismo, es incompatible con reconocibles y quizá atávicas manifestaciones críticas del madridismo, que junto al pesimismo que yo advierto incluso en admiradísimos amigos y compañeros de la Galerna (un pesimismo analítico para más señas) empieza a resultarme pesado, no porque ellos y los demás lo sean, ni mucho menos, sino porque pienso que realmente es algo que pesa, que lastra efectivamente. Otra especie de intangible con el que carga el Madrid a cuestas.
A veces me imagino al Madrid, como ahora, igual que a Robert de Niro cargando con las armaduras en La Misión pero sin la música salvadora de Ennio Morricone. No hay música sino pitidos, bufidos, gritos, prepotencia, bromas y malos gestos. El zidanismo puesto en cuestión por las teorías de siempre. Los convencimientos que valen lo mismo para Wanderley Luxemburgo que para Zinedine Zidane. Es como el dogma de los sacerdotes del templo que murmuran en sus reuniones y son capaces de derribar al rey, al príncipe o al caudillo.
el zidanismo puesto en cuestión por las teorías de siempre
Son esos que siempre están y siempre dicen lo mismo temporada tras temporada. Es ese criticismo heredado y contagioso que prescinde de lo más importante: del deporte y de la pasión del deporte, incluso más allá: de la veneración de los colores que no ha de ser fanática. Ese criticismo con solera casi invalida la afición por el Madrid. El criticismo que no deja lugar para la paciencia. El criticismo alarmista, vocero, parcial, injusto (no el analítico y sentido de mis colegas, que al menos es analítico y sentido, pesimista y cenizo pero analítico y sentido) y soberbio de los que creen saber más que los campeones de todo.
Hay auténticas hordas sueltas por las calles dictando su propia ley madridista. Una ley atávica, primitiva. Me atrevería a decir que es una leyenda a la que intenta superar la sonrisa de Zizú, quien no sólo trata de superar la cantinela mediática de la que curiosamente también se surten muchos de esos guardianes de la ley que empiezan a sospechar de Cristiano Ronaldo porque no está marcando, de momento, goles en La Liga. Para qué hablar de Benzema al que odian esos puristas. Lo odian por ser único. Lo odian por no ser Van Nistelrooy, el gran Van Nistelrooy a pesar de que en el Madrid hayan jugado muchos Van Nistelrooys. Muchos Van Nistelrooys y un solo Benzema.
Esos críticos terribles, esos conservadores inconmovibles, esas esencias madridistas procaces no confían nada en su equipo ganador que bien puede no serlo este año para serlo al siguiente con los mismos mimbres. Severos e implacables, parece solamente sentirse su presencia en los malos momentos, unos malos momentos que pueden deberse a multitud de factores y causas, de mayor o menor importancia y duración, pero que son tomados en cuenta siempre con el mismo criterio dramático y finalista y despectivo. Un purismo de tendido siete. No creo que a Zidane le importe algo la opinión del tendido siete. Yo creo que el tendido siete y todo lo que le rodea puede ser al fin un recuerdo, una superación, si Zidane logra salvar este bache provocado por la falta de acierto como si el Madrid fuese un galeón parado en medio del océano por la falta de viento y de agua, con sus tripulantes sedientos y exhaustos y desesperanzados. Estamos esperando la lluvia y el viento. Pero Zidane el afortunado no tiene la culpa de las inclemencias del tiempo.
Esos baches que han acabado tantos proyectos prematuramente más por la impaciencia interna (el miedo) que por la presión externa. Esa ley que aprieta, que ahoga. Esa afición que es como el lado oscuro de la fuerza de Darth Vader sobre las gargantas de sus pobres comandantes, que prima un supuesto mal juego del equipo (yo no he visto eso salvo desconexiones e indolencias criticables pero no sentenciables) sobre el escándalo sin precedentes (que ya es decir) del arbitraje que recibe en una Liga donde los colegiados son tan estrellas (no por su valía sino por sus tendencias) como los propios futbolistas.
Un árbitro no puede ser una estrella como tampoco un juez puede ser una estrella. El árbitro y el juez deben ser anónimos. El futbolista y el acusado y los abogados sí pueden ser estrellas. Lo contrario indica tongo inicial, que es lo mismo que decir tongo total. Un aficionado, aunque sea del Madrid, no puede obviar esta circunstancia capital a costa de ese criticismo atávico. ¿Qué importa el juego, sea malo, bueno o regular, si las normas del mismo están adulteradas? Eso es ensañamiento. Es peor, es un suicidio con saña. Es un masoquismo revestido de señorío, esa palabra que debería ser el arma más temida por el madridismo, del mismo modo que el zidanismo, como consecuencia última del florentinismo, debería ser hoy la más amada.
Totalmente de acuerdo.
Yo conozco a muchos madridistas de estos: constantemente llorando por los rincones diciendo que así no vamos a hacer nada, que con este juego jamás lograremos ganar ningún título, y que somos ciegos por no verlo.
La temporada pasada, sin ir más lejos, conozco a bastantes que se pasaron hasta el mes de febrero criticando sin parar a Zidane y a todo el Real Madrid: en septiembre porque no había rodillo, y no se jugaba a nada; en el mundialito porque hicimos el ridículo contra un equipo japonés; en enero porque nos eliminó el Celta en Copa; durante todos los meses por la cantidad de partidos que ganábamos al final, que eso era flor; hasta el mes de diciembre matando a CR; el mismo día del partido del Bayern en el Bernabeu, al lado mío dos aficionados (y miles por todo el campo) pidiendo que sentaran a CR en el minuto 5, que era un paquete. Ese que nos tenía vivos en la eliminatoria por los 2 goles en Munich. Todos acabaron pidiendo disculpas por dudar de él, con los ojos húmedos por la alegría del pase a semifinales.
Bien, pues todos estos agoreros que se pasan el año temiéndose lo peor, diciendo que no jugamos a nada, que Zidane siempre se equivoca, que dudaban de la calidad de Morata para el Real Madrid, y ahora están todo el día echándole de menos, todos ellos, sin excepción, el día de la final de Cardiff decían que no había ningún equipo en el mundo que practicara el fútbol de su Madrid (entonces si, es suyo, cuando dudan no lo es) y que era un gustazo. Que vaya temporadón...a mi esto me suele dar bastante nausea. Este subir siempre al carro de los vencedores no lo soporto, ni jamás lo he soportado.
Para los detractores de Karim, dejaré dos datos:
1- Karim tiene mejor promedio goleador (por partido) que Gento, Butragueño, Amancio, Santillana, Raúl....gente que no ha sido nadie en el Real Madrid
2 - Promedio goleador por minutos jugados en partidos oficiales (sin penaltis ni faltas) con el Real Madrid. Quito los penalties y las faltas por un motivo: es posible que si Karim tirara todas las faltas y penalties (también sabe hacerlo) tuviera diferentes guarismos? No critico meter goles así, hay que ser especialista, pero quiero analizar los goles de "delantero" en juego, para esos que dicen que Karim ni es un 9 ni es un delantero siquiera:
1. Cristiano: 1 gol cada 113 minutos
2. Ronaldo Nazario: 1 gol cada 138 minutos
3. Benzema: 1 gol cada 139 minutos
4. Vangol: 1 gol cada 140 minutos
5. Zamorano: 1 gol cada 142 minutos
6. Hugo sanchez: 1 gol cada 152 minutos
vaya...que malo es Karim,no?
La verdad es que me ha parecido leer que Van Nistelrooy, que vino al Madrid ya entradito en años, era un delantero del montón. La verdad es que he visto pocos delanteros con más condiciones y mejor actitud. La pena es que que no viniera antes al Madrid y que las lesiones no le respetarán.
"Hay auténticas hordas sueltas por las calles dictando su propia ley madridista."..."Severos e implacables, parece solamente sentirse su presencia en los malos momentos"... "el mismo criterio dramático y finalista y despectivo. Un purismo de tendido siete."
Mi admirado, Mario, no podemos olvidar ni obviar el pastoreo y alimento que proporcionan y propician los mass media. Y lo sabes 😉
Esos Mass Media son muy poderosos, desgraciadamente, y llevan esa actitud vil, insidiosa y de maneras drásticas y vehementes, hasta en los buenos momentos. Pero el caldo de cultivo está ahí, y cuando vienen mal dadas, es el pienso de ese tendido del siete que además se siente orgulloso por ser igual de crítico que los Relaño, Lama & cía.
Mientras la mayoría de los mass media siga con su doblerasero de cuestionar absolutamente todo en el RM y no en los demás, cada vez que haya curvas, esa masa del tendido del siete que se vuelve tan drástica, crecerá.
Lo peor de todo es el acostumbramiento a la mala praxis periodística. Muchos madridistas que ven y reconocen ese permanente cuestionamiento al RM a la prensa, empiezan a justificar ese vil comportamiento como "es su trabajo". Ahí tenemos un grave problema. Por eso, el debate del juego o de cualquier cosa dle RM será torticero.
Lagunas paradisíacas, oasis madridistas como este sitio, ofrecen crítica y elogios más limpios que los de los mass media que cotizan en el EGm, pero siguen siendo lugares muy minoritarios. El ruido sigue siendo más ensordecedor fuera y a fuerza de repetir, tenemos a madridistas que se creen a pies juntillas que Zidane no sabe o simplemente que tiene suerte. Repito, madridistas que se lo creen. ¿Y por qué no s elo van a creer si en las televisiones, lo dicen , en las radios lo dicen y resaltan esos adjetivos que no son baladíes pero que se sueltan a veces a mala leche y otras por inercia.
Gracias, Mario, gracias Galerna... ojalá todas las diatribas se expusieran como aquí, pero claro, vosotros no odiáis a Florentino, ni os da asco Ronaldo, ni os repugna el escudo o el estadio como les pasa a los Antón Meana & cía que cubren al RM para sus medios. 😉