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Vamos, Rubio

Vamos, Rubio

Escrito por: Jesús Bengoechea26 marzo, 2020
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El hombre a quien, por la vía transitiva, le debo mi madridismo anda a hostia limpia contra el coronavirus en un hospital madrileño. Allí se aplica ahora al oxígeno con la misma fruición con la que suele apretarse gintonics mientras pone a parir a Julio Baptista, es un suponer. Son los gintonics que solo están ahora en la pausa del VAR y pronto reanudaremos. Luis Martí Regalado, mi primo, le remontó al Anderlecht y al Borussia in situ, lo cual no constituye la única razón para aseverar que tiene cojones de sobra para salir de esta, si bien ayuda en no poca medida. 

Lo de la propiedad transitiva ya lo conté por encima en algún artículo en esta santa casa. Los Martí, la rama materna de mi familia, han sido siempre de un colchonerismo recalcitrante que no les hace ningún bien ni les añade ninguna honra, de sobra se lo tengo dicho a todos, uno por uno. En medio, pues, de la reserva sioux más ortodoxa de occidente floreció Luis Martí Regalado, quien a pesar de la intransigencia del entorno supo mirar más allá de los confines del encierro y trotar libremente, al solo amparo de su libertad, por las verdes praderas del Bernabéu. 

Nadie, ni el jinete más subversivo a este lado del Río Pecos, quiere cabalgar solo, de manera que Luis reclutó al primo pequeño, en ausencia de hermanos no contaminados de manera irremediable. Así fue cómo Luis ejerció su mejor aptitud proselitista sobre Ignacio Bengoechea, mi hermano mayor, que a su vez puso en acción la suya para convencerme a mí de que tres cabalgan juntos mejor que dos, ni qué decir mejor que uno. Los cowboys suelen ganar en las películas. No así los indios, siendo con todo muy respetable la balada perdedora de Toro Sentado. La letra es muy bonita, aunque hay notas de esa armónica desvencijada que a Luis siempre le ha costado entender, a quién no. Y comoquiera que a cholón se cabalga mejor que en trío (al menos así era cuando podíamos aglomerarnos), el apostolado primigenio de Luis cundió en la simiente numerosa de los Bengoechea Martí, con resultados iba a decir que dignos de mejor causa, si es que hubiera mejor causa que la de la verdad refulgente. 

Es la propiedad transitiva que hizo a Ignacio Bengoechea madridista vía Luis, que me hizo a mí madridista vía Ignacio Bengoechea, y así sucesivamente. En virtud de la misma propiedad se ha ido filtrando también en el entorno de Luis, a lo largo de los lustros y las décadas, su retranca implacable (Rubio, he dicho REtranca), su lenguaraz bonhomía y su eterna cualidad de coñón incorrecto. Luis ha sido piloto de líneas aéreas durante la mayor parte de su vida. En algún vuelo llevó a la expedición blanca rumbo a Valencia o Sevilla. Es conocida la fobia a volar de Iván Helguera. Menos mal que Luis estaba aquel día a los mandos. Hizo pasar a cabina al eximio central y, una vez le hubo tranquilizado con una somera explicación de la fiabilidad de la tecnología del puesto de mando, procedió a detallarle con tanto amor como contundencia verbal las razones irreprochables por las que él (Helguera, no Luis) constituía el verdadero cáncer del equipo. Esto cuenta la leyenda que (como sucede siempre con los grandes titanes de la Historia) es ajena a la menor posibilidad de comprobación pero que está indubitablemente a la altura del mito (esta vez el de Luis, no el de Helguera). Fairytales of yesterday will grow but never die, como cantaba Freddie Mercury. The show must go on, Luis, no jodamos. 

Qué bonito es el amor, Rubio. A ver si esta vez vas a tener que decirlo en serio. Qué otra cosa puedes decir con la excepcional Gutiérrez a tu lado. Ella solo te va a preceder unos días en la salida de este infierno temporal. Yo ya estoy esperándote en el José Luis. No seas pesado y date prisa porque el primer partido en esta nueva era se estima para mediados de agosto, ya estamos a finales de marzo y tenemos una plantilla que confeccionar entre los parroquianos habituales. No nos sobra el tiempo. Ponte bien pronto y vente para acá. Es absolutamente ello. 

Fundador y editor de La Galerna (@lagalerna_). Autor de Alada y Riente (Ed. Armaenia), La Forja de la Gloria (con Antonio Escohotado, Ed. Espasa) y Madridismo y Sintaxis (Ed. Roca). @jesusbengoechea

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