Bueno, vamos a ver. Un poco de calma, que alguien tiene que escribir el portanálisis de hoy, y hacerlo como si en realidad fuera el portanálisis de hoy y no el de ayer -cuando esta bendita historia fue quedando cimentada para que llegara hoy-, y tampoco el de mañana -cuando seguiremos cantando esto que no sabemos bien cómo contar sin caer en la plenitud del silencio reverencial, acaso la opción más adecuada.
Hay muchas maneras de afrontar el portanálisis de hoy, y por qué no, puede que hasta haya doce. Podemos simplemente glosar las portadas del día siguiendo la habitual costumbre de entresacar de ellas aquello que nos parece más portanalizable. Podemos demorarnos en las imágenes, en cómo Sergio Ramos levanta la Duodécima solo un año después de haber levantado la Undécima, y sabemos que esto que acabamos de escribir va a haber que escribirlo y decirlo y contarlo y cantarlo y recordarlo una y mil veces porque, repetimos, Sergio Ramos levanta la Duodécima solo un año después de haber levantado la Undécima. Y dice tanto -lo dice todo- esta frase que aquí podríamos cerrar el portanálisis y el resto de análisis posibles sobre lo que pasó anoche, sobre lo que tenía que pasar anoche, sobre lo que ya es costumbre que pase cada noche que el Madrid tiene la posibilidad de ganar otra Copa de Europa.
Pero sigamos. Podemos fijarnos en Zidane. Podemos no alcanzar a comprender qué maravilla ha hecho este hombre con este equipo. Podemos intuir que tiene que pasar tal vez mucho tiempo para que lleguemos a ver con perspectiva su obra, ya histórica, ya solo comparable con la obra que ha ido fraguando desde antiguo el club para el que trabaja. Pero trabajar es verbo insuficiente. Esto no va de trabajar, aunque también y mucho. Esto va de cómo demuestra Zidane a cada paso lo feliz que está de poder ofrecer sus servicios al club de su vida, porque esto -qué les vamos a contar que ustedes no sepan- va de vida, de pura vida.
Y aquí tenemos que hacer un obligado paréntesis. Aquí no nos queda otra que abrir bien lo ojos para que la portada de Mundo Deportivo quede fijada en nuestras retinas para siempre como la madre de todas las excepciones, como la excepcionalidad más excepcional, como la rendición a la evidencia. Yo vi aquella portada de Mundo Deportivo, queridos nietos. Yo vi cómo la historia que hizo Zidane fue reconocida con un "Zidane, histórico" por un medio culé. Yo hice el portanálisis el día que era innecesario hacer el portanálisis, el día que la bendita/maldita resaca casi no me deja terminar el portanálisis, el día que hubiera bastado poner la portada de Mundo Deportivo para que el portanálisis lo dijera todo.
Pero sigamos. Podemos hablar de Cristiano, aunque no sepamos qué decir ya de Cristiano que no diga él sobre el campo. Podemos simplemente enmudecer ceremoniosamente ante las constantes pruebas de compromiso, empuje, fe, inteligencia y gol, y otro gol, y fueron dos en la final, y fueron tres en semifinales, y fueron cinco en cuartos... Podemos acordarnos de tantos ajenos y, ay, algunos propios que hace diez minutos no confiaban ya en el portugués, pero no queremos.
Hoy no es día para eso, acaso porque ya hemos dicho que hoy no es ni siquiera un día, sino un peculiar cruce espacio-temporal, un alfa y un omega, un punto de luz donde confluyen a la vez la primera Copa de Europa y la última, donde don Alfredo se abraza con Cristiano, donde don Paco Gento sigue ganando títulos europeos, donde Mijatovic ha podido ver lo que su gol abrió, donde la volea de Zidane se dice de muchas maneras, ahora con traje, corbata, sonrisa y virtud, donde la suma del blanco y negro y el full HD siguen dando un blanco blanquísimo que es lindo lindísimo, donde no hay portanálisis que valga para expresar este orgullo, este privilegio, este saber que aquí está el Real Madrid, muy aquí, tan cerca del corazón y de la memoria, dos palabras que en realidad significan lo mismo. Hoy no es un día cualquiera. Hoy estamos con nuestros padres, con nuestros abuelos, estén ellos donde estén, hayan visto donde hayan visto las Copas de Europa que nos trajeron hasta aquí. Hoy es el día en que nosotros les ofrecemos a ellos la Duodécima para que la añadan a su palmarés. Hoy somos nosotros quienes, agradecidos, les devolvemos una parte de lo que ellos nos regalaron.
Pero acabemos, que el mundo no se agota en un portanálisis, que el mundo sigue girando pese a que nosotros lo hayamos vuelto a detener para siempre con un 1-4 a la Juventus en una noche de Cardiff, una noche de techo cerrado y cielo abierto. Acabemos porque cabe la posibilidad de que ustedes, en su algarabía, no se hayan dado cuenta de que "Valverde da el OK a Bellerín" y nuestra labor, más allá de la fiesta, la nostalgia y el amor, es la de informar, sobre todo de noticias tan decisivas.
Pedimos disculpas por tantas palabras previas. No sabíamos cómo afrontar el portanálisis de hoy y solo al final nos hemos dado cuenta de que bastaba la portada de Sport para hacerlo con eficacia. "Valverde da el OK a Bellerín" es la frase de moda. "Valverde da el OK a Bellerín" se cantaba anoche en los pubs de Cardiff. "Valverde da el OK a Bellerín" debe ser el cántico general esta noche en Cibeles. "Valverde da el OK a Bellerín" y nada más. Historia que Valverde hizo, historia por hacer por Bellerín.
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5 comentarios en: Valverde da el OK a Bellerín
Hay ocasiones en las que incluso a los necios no les queda más remedio que rendirse a la evidencia y dar el brazo a torcer.
Vosotros alucináis con la portada de Mundo Deportivo y su ""Zidane histórico"".
A mí me parece aún más sorprendente la de Sport, a pesar del OK de Valverde a Bellerín...
""EL REAL MADRID, JUSTO CAMPEÓN"".
He tenido que leerlo varias veces y frotarme los ojos al hacerlo. Han incluido la palabra "JUSTO", precediendo a la de "campeón"....
Me parece que va a haber un antes y un después de la Duodécima....
Buenos dias.......buenos dias!
BUENOS DIAS!
HALA MADRID Y NADA MAS!
Felicidades a todos los madridistas!!!!
Mi balance es muy bueno, ocho finales he visto, siete ganadas (1966, 1998, 2000, 2002, 2014, 2016, 2017) y una perdida (1981) y las semifinales contra el PSV, aún me duele.
HALA MADRID!!!!
Simplemente genial. Gracias por llenarnos tanto.
Muchos elogios a Zidane pero todavía no ha sido capaz de ganarle a La Roda...
Jajaja, felicidades amigos. ¡Hala Madrid!.