Como Simeone es un entrenador “del pueblo” puede dar collejas a los árbitros, hacer peinetas o dar un bochornoso espectáculo en una Final de Champions ante un chaval de diecinueve años que se le aplaudirá, literalmente. Pero si a un entrenador del Real Madrid se le ocurre hacer la mitad, o no hacer nada pero desoír los sabios consejos de la prensa, entonces hay que demonizarlo.
Simeone, que es un entrenador al que admiro mucho y hace muy bien en trabajar para su club y su parroquia, algo que se condena a nuestros técnicos (ahí es donde radica la censura que desde aquí manifiesto) es ese entrenador que sólo se acuerda del presupuesto cuando juega contra el Real Madrid, nunca contra otro, y mucho menos cuando lo hace contra el Eibar o el Rayo Vallecano… Tampoco oirán afearle estas cosas en portada.
El antimadridismo madridista, esos ex madridistas a los que se les crispa el rostro cuando se habla del Madrid, es el más repulsivo. Desquicia ver a los comentaristas madridistas casi pidiendo perdón por cada gol de nuestro equipo mientras tenemos que escuchar el forofismo sin ambages de los rivales. Recuerdo a Míchel y sus loas a todo rival del Madrid sin recibir una correspondencia mínimamente decente. Soportamos a Sanchís, Maceda o Martín Vázquez recitando todos los postulados sobre señorío que pregonan desde el antimadridismo. La mayoría de ellos son ejemplos sangrantes por ser canteranos, y contrastan con la contundente defensa que oímos a gente como Hugo Sánchez o Paco Buyo, sin avergonzarse de su condición madridista, aunque sin el sello de la cantera. Hasta Camacho mansea en tablas de manera desesperante cuando le llevan a comentar partidos de la Selección o el Madrid.
Esa obsesión que parece obligar a clubes, jugadores y medios a mencionar al Real Madrid para insultarle, cuestionarle o despreciarle se justifica por la reinvención de lo políticamente correcto, que tiene en Vicente Del Bosque la preclara mente que dilucida el bien del mal, el juez último en la actualidad.
Y es que el rey de este grupo de madridistas antimadridistas es, sin duda, nuestro seleccionador Vicente del Bosque. Del Bosque es ese señor que siempre procura mantenerse seco debajo de la ducha, pero nunca tiene una buena palabra hacia el Real Madrid, y siempre sale presto a afear cualquier conducta de los jugadores blancos o el club con animoso jolgorio. A Del Bosque le ofende que se paguen cien millones por Bale en vez de gastarlos aquí, pero se rasca una oreja si le preguntan por Suárez, Neymar o Ibrahimovic. Menos aún dijo del hecho de tributar en otros países tras lograr los éxitos con la Selección, ya sea Austria o Sudáfrica, para ahorrarse euros por impuestos. Ese dinero a Del Bosque no le interesaba que se “quedara aquí”, se ve… A Del Bosque le disgustan los comportamientos en ciertas eliminatorias donde el Real Madrid se ha mostrado duro, pero jamás habló antes cuando esos madridistas eran los que recibían patadas de atléticos o culés. Cuando solo pegan unos Del Bosque otorga, pero cuando el Madrid se suma y responde con las mismas armas, cuando se muestra competitivo, Del Bosque sale a dar clases de civismo apresuradamente. No le gusta que Arbeloa dé patadas pero justifica a Busquets cuando dedica insultos racistas a Marcelo o cuando pisotea la cabeza de Pepe, intentando negar lo que todos vemos en televisión… Como siempre, la filosofía de retorcer la realidad para amoldarla a una idea preconcebida.
Del Bosque es el paradigma de los males de este país, acostumbrado a ponerse de perfil para no ofender a una minoría que se ha adueñado de la opinión publicada, también de la Selección, y ha convertido lo políticamente correcto en una surrealista cloaca. Sólo así puede entenderse que el seleccionador nacional se ofenda por los abucheos a Piqué y silbe la melodía de “El puente sobre el río Kwai” cuando le recuerdan otros silbidos, los que se dedicaron al himno y al rey pocos días antes. Pitar a Piqué es pitar a la Selección; pitar al himno y al rey no debe ofender a nadie y es mezclar política y deporte... La ilógica lógica de nuestro seleccionador, y de tantos otros, uno de los líderes de esa mezquina tendencia entre el periodismo patrio de retorcer argumentos, obviar, callar o manipular para hacer el caldo gordo a los de siempre.
A Del Bosque no le gusta que se metan en su trabajo en la Selección, pero como ahora es marqués se arroga el derecho de meterse y cuestionar el de los demás, siempre que sean clubes donde hay un presidente o un entrenador que no le cae muy bien.
Todo esto no tendría el mayor recorrido de no recibir el apoyo e iniciativa de los medios de comunicación, que encuentran el antimadridismo muy rentable. He citado muchos ejemplos de cómo se hacen eco de lo que les interesa y obvian lo que no, ejemplos de cómo se rebozan en la prostitución intelectual con vergonzoso orgullo, pero no queda ahí la cosa.
Todos nos acordamos de los “guasap” que daban ultimatums a Florentino; de las hernias de Bale; de los esparadrapos que eran pulsos al club por parte de Cristiano Ronaldo; de la injusticia con canteranos a los que no se convocaba porque estaban sancionados; las burlas al fichaje de Modric por ser de Mourinho, calificado como el peor fichaje de primera división, mientras se aplauden con las orejas los de Rakitic o el mordedor Luis Suárez…
Si un madridista, jugador o entrenador, se queja de un mal arbitraje, tendremos campaña en los medios hablando de presupuestos, señorío e indecencias. Pero si el quejido es culé e incluso se refiere, por ejemplo, a un acierto del árbitro en una final de Copa (Hola, Pep), entonces ¡no pasa nada!
¡Si hasta hemos visto cómo el jefe de los árbitros salía por primera y única vez a criticar y cuestionar a un colegiado por el hecho de que se equivocara a nuestro favor en un partido!
Ahí les tenemos, a unos y otros, dando clases de moral, de valors y de humildat. Lo venden todo: la dignidad, los principios, la educación y los valores por unos títulos. Si ganas un Mundial todo vale, si ganas una Eurocopa vía libre para el insulto, si ganas la Champions y no eres madridista te reiremos las gracias… Todo en manos de la FIFA, una organización modelo, como vamos descubriendo en los últimos tiempos, y lo que nos quedará por descubrir…
Lo sangrante de esto es que la injusticia es tan manifiesta que casi pasa desapercibida para muchos, cuando haciendo un simple ejercicio de abstracción e imaginando qué ocurriría si le diéramos la vuelta a las cosas, si desde el Madrid se dijeran las barbaridades que tenemos que oír desde Barcelona, si los medios actuaran como auténticas garrapatas contra el Barcelona envileciendo y engrandeciendo cualquier cosa mientras callan las de su rival, si un seleccionador actuara de la misma forma contra los culés, aplicando como norma la doble vara de medir, todo este asunto sería escándalo nacional.
Aún hoy hay gente que se extraña del desapego a la Selección y de la frustración y beligerancia de parte del madridismo. A mí lo que me sorprende es que no sea aún mayor.
GRACIAS
Gracias a ti, Comunero.
Esto hay que rularlo mucho. Y más con los tiempos que vienen con los dos nefastos capitanes que padecemos.
Haremos lo que podamos, Jordi. Habría que añadir al tercer capitán, Marcelo, al que tampoco veo como la mejor opción jeje. Muchas gracias por el apoyo. Un abrazo.
Magistral, Mr. Sambo. A ver si cala en la opinión pipera y podemos hacer frente a los múltiples enemigos del equipo
Muchas gracias, Fran. Esa es la intención última, que no quede por nosotros y dar la lucha desde aquí.
Un abrazo.
Es una vergüenza escuchar los comentarios de Martin Vazquez, Morientes, Sanchiz, etc, cuando comentan algún partido de (se supone) su REAL MADRID, y a la vez le ríen las gracia e insultos a jugadores del Real Madrid como arveloa, por parte de comentaristas y ex futbolistas como Cralloveanu.
Exacto Mateo, por eso hay que denunciarlo y lucharlo desde aquí. Gracias por participar y un abrazo.
Buenas, todo esto que comenta es exactamente así .
Hace ya tiempo que uno ya se dio cuenta de la desvergonzada y cínica doble vara de medir existente en España. Esa desvergüenza, como decía en su primer post, de enjuiciar las cosas en función no del hecho en si, sino de quien lo realiza.
En esto en España vamos sobrados. Ya sabemos que ante un mismo hecho, la valoración y critica por parte de casi todos los medios será bien diferente si, por ejemplo, y hablando de futbol, el enjuiciado es El Madrid o si es cualquier otro equipo. No digamos si este es El Barcelona.
Pero esto, como comentaba el autor en el primer post,no solo se ciñe al terreno deportivo, pues extrapolable a ámbitos políticos y sociales.
En definitiva, el cinismo y la mentira campan a sus anchas por la España del embudo. Lo ancho para unos y lo estrecho para otros. Esa es la autentica y triste realidad. Yo no se si esto se debe a la "dictadura" de la corrección política pa la tontuna o miseria del personal. Pero esto es lo que hay, y por supuesto debe denunciarse.
Muchas gracias por tus palabras, Escéptico, no puedo estar más de acuerdo con todo lo que comentas. Sólo queda denunciarlo y dar la lucha jeje.
Un saludo.
¡BRA-VO!
Aunque creo que se queda usted un poco corto en la glosa del madridismo de ese gran madridista y mejor persona que es Vicente del Bosque. Ayer mismo intentaba un culé (¿?) convencerme del madridismo del Marqués...jé, jé y jé.
Jajaja. Me temo, amigo Galahad, que todo lo que se diga de Del Bosque se queda corto. No hay mejor prueba que la insistencia culé en esas cosas y lo bien que les cae... Como con Casillas.
El odio y el maltrato al Madrid hay que enmarcarlo en un fenómeno mucho más amplio, profundo y preocupante: el odio y el maltrato a España y lo español. Esto hay que reconocerlo con justo orgullo para seguir adelante. La Marca Real Madrid es parte importantísima de la Marca España, pero de verdad de la buena. Hace tiempo que pusimos, en este bendito país, a las zorras a guardar de las gallinas, y así nos va...
Así es José. De hecho, la primera parte de esta serie sobre el Universo Anti se inicia con esa idea.
Muchas gracias por comentar.