El Real Madrid había cosechado críticas excesivas por las cuatro derrotas consecutivas de las pasadas semanas. Ayer, volvió a demostrar lo que nunca se debió poner en tela de juicio: la consistencia de un equipo que transita por Europa con la seguridad que otorgan muchos años de victorias incontestables. Con el regreso de Randolph y el acierto de Campazzo terminó por imponerse en la cancha del Maccabi, que había vencido todos sus partidos como local en la Euroliga presente.
El bajonazo de los blancos tuvo numerosas causas, aunque la principal fueron las lesiones. Es cierto que el Real Madrid tiene una plantilla poblada, con un gran número de jugadores capaces de estar a la altura de lo que exigen las aspiraciones del club más exigente, pero también lo es que unos jugadores tienen más peso que otros en la estructura del conjunto. Ya sea porque llevan más años con Laso, porque se acoplen más a lo que busque el entrenador o -no hay tampoco por qué engañarse-, porque tienen más calidad.
Rudy Fernández y Anthony Randolph tienen una trascendencia en el rendimiento global en los últimos tiempos que hay que remarcar. En realidad, Rudy, recientemente renovado, la tiene desde que se incorporó procedente de la NBA. Quizás estemos ante el jugador más completo de la historia del baloncesto español. Su capacidad en la defensa, cubriendo a su par y, al mismo tiempo, mucho espacio en el campo defensivo de su equipo es asombrosa. Tiene unos pies y manos muy rápidos, pero sobre todo una anticipación inusual, capaz de intuir lo que harán sus rivales antes de que comiencen a ejecutarlo. También en ataque conserva esta visión del partido, hasta el punto de que muchas veces se convierte en el intérprete de lo que quiere su entrenador, en el organizador necesario.
Randolph es un jugador muy emocional, al que las sensaciones le colocan entre los más brillantes del continente o le convierten en un jugador desaprovechado. Por fortuna, su asentamiento en el equipo es sólido, cimentado en la confianza que le regala su entrenador, y que él está devolviendo con puntos y rebotes. Hasta en ocasiones, se ha convertido en un defensor pegajoso, como en uno de los enfrentamientos contra Mirotic esta temporada.
También otros jugadores estuvieron en el dique seco, pero no me voy a extender en ellos para conservar las medidas racionales de un artículo. Es lógico que el Madrid se resintiera con las bajas, pues, además, la cuesta de enero siempre se atraganta por la acumulación de partidos y por marcar el ecuador de la temporada antes de que empiece la Copa del Rey, el goloso aperitivo de los premios que comenzarán a dilucidarse poco después.
Además de por estos motivos, las razones para confiar en el futuro madridista son muy numerosas. Primero, porque el devenir del Madrid de Laso muestra un sinnúmero de situaciones parecidas en las que terminó remontando. También, porque los jugadores que participaron en el Mundial se van tomando sus respiros, entre ellos Campazzo, que estuvo flojo la semana pasada y sensacional ayer. Y, por último, -a pesar de que guardo más argumentos en la mochila-, porque la plantilla blanca, incluyendo el cuerpo técnico, es la más completa de Europa si valoramos la cantidad y calidad de jugadores y la experiencia del plantel en todos los torneos importantes de clubs y de selecciones nacionales que existen.
Por si fuera poco, esta plantilla fuera de lo común goza de la ventaja del conocimiento mutuo, del sufrimiento compartido y del dominio de la situación para saber cuándo tienen que tomarse un respiro y cuándo apretar los dientes hasta que las mandíbulas digan basta.
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A estos jugadores se les perdona todo no se les puede pedir mas siempre dan la cara y cuando pase bastante tiempo se recordara lo que an echo grande real siempre contigo
Pues , más claro y mejor explicado no creo que pueda hacerse.
Lo que me preocupa un poco más es la situación de Carroll y Mejri. Actualmente, muy por debajo de las expectativas.
Mucho más por debajo que Carroll y Mejri está Llull. Sobre todo, cuando actúa de base.
La gestión que lleva años haciendo Laso con esta plantilla es excelente. En el transcurso de estos años hemos perdido al Chacho, a Mirotic, a Doncic, más muchos otros factores, y nuestro técnico ha sacado petróleo de jugadores que fueron discutidos, como Taylor y Thompkins. Este año estamos viendo a Deck, comenzamos con Garuba, y espero que al final Laprovitola termine jugando como quiere Laso.