Este humilde cronista suele tender al pesimismo en el análisis de mis equipos favoritos, quizás como barrera adaptativa —instintiva, lo aseguro— de mi cerebro para evitar futuras decepciones. Sin embargo, este año no veo más que detalles para la esperanza, indicios de un futuro brillante en los equipos de fútbol y baloncesto.
Más allá del título conseguido en la Supercopa, las sensaciones optimistas priman en el recuerdo de una victoria alentadora ante el Barcelona de Jasikevicius. La muestra de que el equipo mantiene el espíritu combativo que exige la camiseta blanca y de que los nuevos fichajes cumplirán con lo que se espera de ellos.
Este humilde cronista suele tender al pesimismo en el análisis de mis equipos favoritos, sin embargo, este año no veo más que detalles para la esperanza, indicios de un futuro brillante en los equipos de fútbol y baloncesto
Tal vez esto sea lo mejor que se pueda decir de una adquisición: que pruebe en la cancha lo que los ojeos dibujaron en la mente de los ojeadores. En ocasiones, alguno supera la imaginación de los expertos, dejándolos en evidencia. Casos históricos fueron los de Clifford Luyk y Wayne Brabender, y caso presente es el de Sergio Llull, el hombre que lloraba como un niño sobre el hombro de Laso para descargar los sufrimientos de los últimos años.
La actuación del fantástico jugador rememoró sus mejores momentos, los que los madridistas anhelamos que se repitan por eléctricos, magnéticos, por generar un torbellino de emociones rebosantes, tan sorprendentes que no tuvimos más opción que apodarle el Increíble.
La oportunidad de su enésima aparición revolucionaria puede ser básica. Un título es un título, aunque sea el menor de la temporada. De momento, Laso cumplirá con su designio: ninguna temporada de blanco en blanco. Más importante aún, en la pugna constante y sin respiro que mantienen por la hegemonía Barcelona y Real Madrid, la victoria de la Supercopa se convierte en un contrapeso; el aviso al rival perenne de que esta temporada las cosas pueden cambiar, porque el equipo se ha reforzado, y porque es imposible que se repitan tantos meses de adversidades continuas.
Laso cumplirá con su designio: ninguna temporada de blanco en blanco
Una victoria en una final es una siembra de incertidumbre en el perdedor, una huella en la memoria que podría tener un peso en el futuro, amén de la confianza que proporciona al dueño del trofeo. Siempre es más llevadero construir un nuevo equipo con la piedra angular de los éxitos.
Por lo demás, los hombres de Pablo mostraron excelentes detalles individuales.
Carlos Alocén madura de forma paulatina, con arranques destacables de carácter y fuerza. Su estado físico es magnífico, poderoso y rápido. Lo suficiente para amargarle el partido a Calathes y correr cada vez que la ocasión invitó a hacerlo. Reducir las prestaciones del director de juego contrario siempre es una gran aportación, en especial, cuando es el eje hegemónico sobre el que gira el conjunto.
Sobresaliente estuvo el francés Vincent Poirier, fichado en el último tercio de la temporada previa para conceder aliento a Tavares. Sin demasiados minutos entonces, la discontinuidad mermó su rendimiento, al contrario que el pasado domingo, que estuvo soberbio. Dominador de los dos tableros, sin discusión alguna, Poirier reboteó, taponó, intimidó y anotó con una frecuencia que no le habíamos visto en el Madrid.
Guerschon Yabusele se sumó a la lista de noticias positivas. Mantuvo un choque intenso e igualado con Mirotic, incluso fue superior en los momentos decisivos Demostró sus dotes de jugador completo, que puede tirar, defender y pasar. Un grande que pasa bien —al jugador concreto en el momento oportuno— es un añadido que incrementa el poderío de cualquier equipo.
Por lo demás, ya habrá tiempo de ver cómo se va acoplando el resto. Y cómo y cuándo vuelven los ausentes. La temporada es larga y exhaustiva, casi agotadora. Hagamos caso a la experiencia, que dicta que hay que rozar la plenitud en marzo para alcanzarla en junio. Quedan muchos meses por delante.
Aún así, no creo que me arriesgue al decir que lo visto, más Randolph y Thompkins puede dar mucho de sí, siempre y cuando Heurtel se acerque al que fue.
Fotografías Imago.
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Totalmente de acuerdo. Me gusta lo que veo en el equipo. Cuando se vayan conjuntando... cuidado.
Lo principal es que hemos cortado el amago de "dinastía" que pretendía el Farsa de la cantera y no cartera (¿o es al revés?) Con tiempo, esa banda va a descomponerse al ritmo de los impagos de los sueldos. Toca ser paciente y esperar a los lesionados. Pero hemos empezado bien.
Sí, Poirier estuvo enorme; aunque hemos de tener en cuenta que el rival adoleció en este partido de falta de estatura y peso. Yabusele es un jugador con mucho talento. Y tal como se explica en el artículo , además de buena mano para encestar la tiene para pasar. No obstante, ¡ Qué lastima que se nos fuera Deck !.
Uno , obviamente, no tiene el curriculum que sí atesora José Luis Llorente. Sin embargo me atrevo a discrepar esperando (de deseo y esperanza) quedar relativamente en evidencia. Partiendo de la base de que están en la élite y en todo un Real Madrid; reconociendo su calidad. Al grano, Sergio Llull hizo un muy buen partido , pero ya no es el mismo. En cuanto a Alocén, o mejora la concentración y demuestra mayor soltura... o se va a quedar a medio camino ( insisto al recordar que esto es el Real Madrid ). Venga, lo voy a decir. Me genera ciertas dudas la capacidad de este Real Madrid en cuanto a dirección de juego. William-Goss no me parece demasiado adecuado para llevar las riendas en esa faceta. En definitiva , y a falta de ver cómo están los CSKA, Maccabi, Efes, Milan, Olympiacos y demás escuadras Euroliga , creo que tenemos opciones como el que más en las competiciones domésticas. Pero me temo que en la máxima competición continental tendremos serias dificultades. Esperando , como agua de mayo, las recuperaciones de Randolph y Thompkins and “Carroll returns” . Acabo en positivo , la fortaleza mental y motivación de este equipo me parecen puntos fuertes a tener muy en cuenta.
¡ Hala Madrid !
En cuanto a fútbol, para Europa no nos alcanza. Sobre todo teniendo la certeza de que çeferino y sus esbirros van a saco contra los nuestros. Tengo malas sensaciones para esta noche.
Eso sí, en la LFP no existe plantilla superior a la nuestra , pese a alguno que otro -prefiero no dar nombres-. Y siguiendo con los recordatorios, tenemos a the Tinglao para hacernos frente...
Bien por don Jose Luis Llorente, que en mi opinión siempre peca de excesivamente pesimista.
Yo ya di mi opinión de este Madrid hace un par de días, espero equivocarme y que sea el señor Llorente el que lleve la razón.
¡Hala Madrid!
Como siempre, gran artículo de Joe.
A mí me dejan todos los años con momentos de gran alegría por la forma de no rendirse aunque jueguen cojos y con los árbitros haciendo de las suyas.
Menudas pelotas tienen todos los que se ponen esa camiseta.
Llego algo tarde de nuevo...
Vi el partido en diferido, y a pesar de saber el resultado la actitud epica del equipo me emociono.
Poirier me parecio la mejor noticia. Casi no se echo en falta la presencia de Tavares. Rindio desde el principio y no se arrugo en los instantes finales en el tiro libre. Ante Burgos en liga tambien rindio...
Yabusele tambien pinta bien. Coincido en mis dudas con Alberto Abalde, aunque el tiempo dira.
El proyecto millonario cule sigue sin justificar su gasto.
Creo que has querido decir Carlos Alocén y no Alberto Abalde ( quién ha cuajado en el equipo ,pero que esta temporada lleva casi un mes lesionado ). Ojalá Alocén aporte tanto o más que Abalde.