Aprecio altamente a las francesas, algo que no me ocurre con los franceses, con la excepción de Benzema y compañeros merengues, Houellebecq, y alguno más. Cuando el satírico americano P. J. O’Rourke pasó un mes en Europa escribió un artículo diciendo que todo aquí le parecía pequeño y desagradable; si bien de España solo pisó Barcelona, todo hay que decirlo. A nuestros vecinos les hizo un traje memorable: “Los franceses son una panda de pequeñajos con cara de mico y no visten mejor, si hablamos de la media, que los ciudadanos de Baltimore”. Y sobre París: “Es cierto que tiene una arquitectura agradable, debido a que los franceses se escaparon como gallinas durante la Segunda Guerra Mundial. Pero está rodeada del anillo más deprimente de suburbios de clase media baja a este lado de Smolensk. De hecho, uno de esos suburbios se llama nada menos que Stalingrado, lo que sirve para demostrar que los franceses no han aprendido nada sobre política desde que guillotinaron a todos los tipos listos allá por 1793”.
El PSG tiene bastante más de catarí que de parisino o francés, mientras que si algo mantiene intacto el Real Madrid a través de los tiempos es su condición irrenunciable de madrileño y español
De mi última visita a Francia llegué a la conclusión de que esa nación ya no existe. Lo mismo puede decirse de sus grandes equipos de fútbol, cuyo vínculo con las ciudades que los acogen es casi inexistente. El PSG tiene bastante más de catarí que de parisino o francés, mientras que si algo mantiene intacto el Real Madrid a través de los tiempos es su condición irrenunciable de madrileño y español. Sea como sea, debido a aquel inútil que olvidó meter la bolita en el primer sorteo, nos ha tocado enfrentarnos al PSG, un club que es pura ingeniería balompédica, que es al fútbol lo que los filetes sintéticos de Bill Gates al mundo de la gastronomía.
Pese a todo, no vamos a negarlo, el fútbol es espectáculo, es decir, es Modric, y el partido de esta noche es el acontecimiento del año. Si Putin quiere invadir Ucrania sin hacer mucho ruido, mi consejo es que lo haga entre las ocho y las once de la noche del martes, porque sencillamente, a excepción de los americanos, nadie va a prestarle la más mínima atención, haga lo que haga. No obstante, también hay que advertírselo al ruso: si gana el Real Madrid, yo no tocaría mucho las pelotas a los franceses después del partido.
Si Putin quiere invadir Ucrania sin hacer mucho ruido, mi consejo es que lo haga entre las ocho y las once de la noche de hoy
Confieso que el único encuentro que he visto del PSG de las estrellas fue tan sumamente aburrido y decepcionante que me quedé dormido a los veinte minutos, que es más o menos el tiempo que llevaban sesteando Mbappé y Messi; pero es obvio que el PSG no es el mismo que aquel del comienzo de la temporada, así que todo apunta a que veremos un encuentro vibrante y divertido, siempre y cuando ambos equipos logren desperezarse del respeto atenazador que se tienen. Mi apuesta, después de algunos vermuts, es un 2-3 con goles de Benzema, Vini y —agárrate— Bale.
El Real Madrid, en teoría, no llega en su mejor momento, pero todo depende de cómo lo mires: a fin de cuentas, hace tres meses ni sospechábamos que Bale se convertiría en nuestro mejor fichaje de invierno, lo que empieza a apuntalar a Carletto como campeón en resurrecciones. Tenemos, por lo demás, un largo historial de crecernos en las grandes citas, como corresponde a un club de gloria y triunfo legendario; justo lo contrario que acostumbra a hacer Leo Messi.
Obviamente, hablamos del PSG de 2022, en París, en un partido de ida, lo que nos sitúa ante una posibilidad bastante razonable, que es perder el partido. Pero ni siquiera en esas estará todo dicho. Que, con permiso de la III Guerra Mundial, después de París vendrá Madrid, y ningún rival de Champions viene al Bernabéu a darse un paseo triunfal. Me encanta, de todos modos, que tantos barcelonistas se hayan vuelto parisinos, que el huidizo Messi siga siendo su ídolo por más que Adama Traoré se esfuerce en parecerse a La Masa (ese tipo no regatea, circunvala), y que la prensa deportiva conceda al PSG el puesto de favorito. A fin de cuentas, de los grandes entusiasmos colectivos emergen los más sonados ridículos y las peores decepciones; esto puede aplicarse indistintamente al amor, a la política, y al fútbol.
Hemos amanecido entonando desde el alba nuestro Cerveza, fútbol y La Galerna. A fin de cuentas, era lo que queríamos: este PSG - Real Madrid es lo más parecido a la Superliga que nos merecemos
Los periodistas franceses no están a gusto con el papel de favoritos, quizá por eso en las últimas horas han puesto a caer de un burro a todos sus ídolos, incluidos Messi y Mbappé, pero se trata de la típica maniobra de distracción. Carletto debería pagarles con la misma moneda y filtrar a los deportivos españoles que, en lugar de Courtois, planea poner a Isco tumbado bajo palos.
Sea como sea, hoy es jornada de ilusión, bares y disfrute. Todo el día será partido. Tiempo de dejarse poseer por los nervios sanadores del fútbol, de discutir alineaciones improbables, comentar durante horas cualquier pequeña mueca de nuestras estrellas durante un entrenamiento, y de la emoción legendaria del madridismo. Si Los Rebeldes soñaban en los 80 con aquello de Cerveza, chicas y rockabilly, nosotros hemos amanecido entonando desde el alba nuestro Cerveza, fútbol y La Galerna. A fin de cuentas, era lo que queríamos: este PSG - Real Madrid es lo más parecido a la Superliga que nos merecemos.
En fin, ya sabes: ¡que gane el mejor! Y si no, daremos la enhorabuena al PSG.
Getty Images.
Gran artículo Itxu. Hala Madrid!!!!!
Buen artículo, pero que nadie olvide que el sorteo legal y correcto deparó un partido contra el Benfica, no contra el Qatar FC
Quiero probar ese vermut que bebe usted, Itxu. No creo que Bale pise siquiera el césped.
Dicho esto, lo lógico es perder hoy el partido, pero lo normal es que ganemos la eliminatoria.
Me ha gustado el artículo, muy bueno. Saber que el árbitro no va a ser español ya es un handicap menos.
Estoy trecimotranquilo . Soy consciente de la tesitura, de la política, el mercadeo... en definitiva veo eliminado al Real Madrid. Encerrona organizada a conciencia y con mucha antelación .
Real Madrid, la rebeldía constructiva.
Amén.
Galernautas ¿alguien ha leído? en El Marca el articulo de "opinión" "Holocausto caníbal en el Real Madrid" yo no porque ni de coña estoy suscrito a este libelo