Se dice de la presente edición de la Euroliga que está siendo la más igualada de la historia No tengo nada que oponer a este juicio marcado por los datos estadísticos, aunque también podría decirse que es la Euroliga de la irregularidad. Al menos, la de los favoritos, que han sufrido altibajos frecuentes por causas diversas. Entre ellos, por ejemplo, el primer líder sólido, el Fenerbahce, que aquejado por oleadas de lesiones ha estado a punto de quedarse fuera de las eliminatorias.
El Real Madrid también se ha visto contagiado por esta marea de idas y venidas durante el presente curso. Puede que la causa de fondo esté en la experiencia, que muestra la escasa importancia de la posición ocupada entre los ocho primeros. Debido a la gran cantidad de partidos y desplazamientos que jalonan la temporada, las plantillas se han percatado de que llegar al final en las mejores condiciones posibles es más determinante que un puesto arriba o abajo.
En este orden de cosas cuesta más calibrar el potencial verdadero de los equipos, pues todos han alternado partidos antológicos con otros decepcionantes. En concreto, los dos españoles y favoritos, Barcelona y Real Madrid, fallaron con estrépito en la Copa del Rey, la única ocasión reciente que no admitía rectificación.
Debido a la gran cantidad de partidos y desplazamientos que jalonan la temporada, las plantillas se han percatado de que llegar al final en las mejores condiciones posibles es más determinante que un puesto arriba o abajo
Con franqueza, no es fácil evaluar el potencial del Real Madrid en este tramo decisivo de la temporada que comienza con el cruce ante el Partizán de Belgrado. Por cierto, será la décima clasificación consecutiva del equipo para este ciclo de eliminatorias. Un éxito de regularidad que no espanta la mosca que tiene uno detrás de la oreja tras los enfrentamientos recientes. Los serbios tienen un conjunto dinámico, con jugadores altos rápidos y atléticos, de los que obligan a Tavares a estar muy alejado del aro, amén de jugar con la intensidad propia de los equipos de Obradovic.
Decía que el actual Madrid me desconcierta porque no ha logrado asentarse con el paso de las jornadas. Ciertamente, algunos de sus encuentros más sólidos han sucedido en las últimas, aunque también nos han dejado borrones que inducen a la duda. Por ejemplo, los partidos en Belgrado y en Lugo. Es más, el juego se muestra irregular dentro del mismo encuentro y por razones que van cambiando. Un día es el desacierto en los tiros libres; otro, el retraso en las ayudas defensivas, etc.
No creo que el problema básico esté en la dirección de juego, pues deficiencias similares se pueden encontrar en todas las líneas del equipo. La mejoría de Hanga y Sergio Rodríguez paliaron déficits notorios, que, en parte, volvieron por las bajas. Por fortuna, para la cita de mañana en el Palau Blaugrana volverán Llull, William-Goss y el propio Hanga, retirado con molestias en el último enfrentamiento en Tel Aviv.
A veces, la longitud y calidad de la plantilla nos oculta una realidad. Su configuración ha cambiado mucho en dos temporadas, con incorporaciones que tienen mucho peso a las que aún les falta un pellizco de consistencia. Nunca es fácil la adaptación a un club como el Real Madrid, y nunca es sencillo el acoplamiento del grupo cuando hay cambios que renuevan la responsabilidad.
Aun y con todo, este grupo me conduce al optimismo. El potencial que atesora es gigantesco y la vuelta de Llull y Rudy —estos días de baja por un golpe en la espalda— estabilizarán el grupo. Falta que se recupere Poirier, otra pieza marcada por la discontinuidad, que cuando actúa muchos minutos mejora sustancialmente su rendimiento. El juego del equipo no necesita mucho más. Cuando lo alcanza, su máximo es inaccesible para el resto y sólo con pequeños ajustes se convertirá en una máquina arrolladora.
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El tiempo ha demostrado que el nuevo entrenador no está a la altura de las circunstancias. Y que el puesto de base no se puede improvisar. Los responsables de la sección han metido bien la pata este año.
Coincido plenamente con el juicio de Joe Llorente. En lo que respecta a lo puramente deportivo.
Reconozco que tengo dudas sobre el pase a la final four por parte del Real Madrid. No tanto por la calidad, innegable, que posee el conjunto balcánico dirigido por el zorro plateado. Existen otros aspectos, extradeportivos, con mucho peso específico. Dejan Bodiroga y Zeljko Obradovic son serbios . Ambos dos , por razones obvias, con cierta influencia y ascendencia sobre los trencillas. El Real Madrid no es respetado arbitralmente , por lo que sea, ni en Euroliga , ni en l'ACB (Ayudamos Claramente al Baxxxxxxa).
Por cierto, siendo la última jornada decisiva para determinar los emparejamientos previos a la ff, lo sensato y justo hubiera sido unificar horarios y fecha. Porque el otro día hubo un equipo que pudo elegir rival. Sí, ese. El de la esquinita tampoco , pese a tantas ayudas extradeportivas, lo va a tener tan fácil. Quizás en esta eliminatoria los colegiados no le favorezcan tanto como es habitual.
En definitiva , no veo a los dos equipos españoles en la final four de Kaunas. Incluso no creo improbable la ausencia de ambos.
*Si nos atenemos a potencial de plantilla. No hay ninguna superior a la de los nuestros.
Coincido en que el nivel del baloncesto español y europeo esta temporada es muy alto. Pero aún así, creo que el Real Madrid tiene una plantilla soberbia, impresionante, de un potencial casi NBA. Con el mejor pivot de la Euroliga, que equivale a decir el mejor del continente, arropado por jugadores que ofrecen un buen rendimiento bajo el aro, el poderío de su juego interior es incuestionable. En cuanto al juego exterior, veo complicado encontrar un plantel que nos supere. El póker formado por Musa, Hezonja, Yabusele y Llull forma una máquina de anotar tiros, a veces inverosímiles y oportunos, combinada de una inteligencia ofensiva y táctica temible para cualquier adversario. Y a este núcleo hay que añadirle un fondo de armario
Perdón, sigo aquí, decía que un fondo de armario impresionante. Y si esto es así, ¿por qué no lideramos las competiciones que disputamos? Creo que flaqueamos en el puesto de base, un director de juego que esté a la altura de estas figuras.
Pero lo más importante. Para mi falla el entrenador. Este aspecto, por lo que veo bastante discutible, solo lo explicaré con un ejemplo: cuando el otro día contra el Maccabi nos habían metido un parcial de 11-0, La Mano de Elías era una caldera, cuando el Madrid aguantaba confuso y dubitativo el huracán israelí y los ojos de los jugadores blancos miraban al banquillo esperando ayuda y soluciones... en esos momentos en que deseas estar en otro sitio y a otra hora, la respuesta del técnico fue... provocar una técnica.