Adoro la Copa de Europa. Desde hace más de 45 años. Quizás desde aquella remontada contra el Derby County allá por 1975, en la que mi ídolo Santillana mandó a la lona a unos ingleses furibundos con un carnero en su escudo. He contado en esta revista que asistí en persona a las siete victorias de Copa de Europa desde la Séptima en Amsterdam. También que lloré de pena y de rabia en París en 1981 cuando el “Madrid de los García” cayó ante el Liverpool de Clemence y Alan Kennedy.
Y deseo como todo madridista que la Decimocuarta caiga pronto, a poder ser el próximo mes de agosto en Lisboa. Que no se haga esperar tanto como la Séptima, ni siquiera como la Décima, por la que suspiramos 12 años entre 2002 y 2014. Pero esta liga es muy especial. Esta Trigésimo Cuarta liga. Ha sido tan peculiar en todos los sentidos… Sobre todo, tras la temporada catastrófica 2018-2019, el año del post cristianismo, donde la única buena noticia fue la que vivimos la primera semana de marzo de 2019, con un equipo en depresión y casi derruido, cuando se produjo “el retorno del Rey Zizou”, 9 meses después de su salida tras conquistar la 13ª en Kiev.
La 34, que es también la línea de autobús de la EMT madrileña que va de Las Águilas a Cibeles. Paradójicamente, la liga menos celebrada masivamente por los madrileños madridistas, sin público en Valdebebas, sin concentraciones en las plazas y avenidas, sin apenas cohetes o bocinas, ni de coches ni en las terrazas.
Muy deseada por quien suscribe, por alguien que osó dudar de Zidane y sus poderes mágicos una calurosa noche de agosto de 2019, cuando en un simple amistoso jugado en Nueva Jersey, nuestros vecinos capitalinos nos acribillaron por 7-3. Pido perdón humildemente por haber dudado de los míos, de una generación irrepetible que venía de ganar 3 Copas de Europa seguidas, y que parecía haberlo dado ya todo para el club y para la historia.
Zidane, como siempre, nos engañó a los que mostramos poca fe. Él había vuelto por algún motivo, por supuesto que no por dinero ni por gloria. Sabía algo que los demás ignorábamos. Que su columna vertebral básica (Ramos-Varane-Modric-Casemiro-Kroos-Benzema) aún podía exprimir su calidad indiscutible, que Courtois no iba a ser el de la anterior temporada, ya sin la sombra de Keylor Navas, sino un guardameta top, que Carvajal y Marcelo podían ser de nuevo los de tantas tardes de gloria, que los jóvenes Valverde, Rodrygo y Vinícius iban a dar sin dudar un paso al frente considerable, que Mendy se iba a convertir en un valladar inexpugnable para todos los extremos derechos rivales. Y que Militao, Isco, Lucas, Asensio, Nacho, aportarían en su momento sus valiosos granitos de arena por el bien del equipo.
Me imagino que Zidane también esperaría algo más de Bale y de James, y sobre todo de una apuesta personal como fue el fichaje de Luka Jovic. Pero incluso los iluminados pueden tener alguna ligera sombra en sus inmaculadas trayectorias.
La 34 ha sido muy deseada, lo dijo Florentino Pérez en al acto de celebración junto a la Presidenta de la Comunidad y al Alcalde de Madrid. Y, si me apuran, todavía más deseada desde que se reanudó la competición, paralizada desde mediados de marzo por la horrible pandemia padecida.
Recordemos que la Liga parecía ganada el 1 de marzo, tras la victoria contundente (2-0) ante el máximo rival. Y que una semana después, tras un pésimo partido en Heliópolis, con la peor prestación de toda la era Zidane, los madridistas caímos por el precipicio –dada nuestra nueva falta de fe– y ya pensábamos que la liga volaría, una vez más, hacia la Ciudad Condal.
Hasta entonces, había mucho equilibrio entre los dos candidatos al título, ambos dejándose puntos en escenarios inesperados –el Barça en Granada o en Pamplona, el Madrid en Mallorca o en el Ciutat de Valencia–, pero no hay que olvidar que los arbitrajes o el VAR o una mezcla de ambos factores habían sustraído a los merengues una decena de puntos por errores francamente graves, véanse los penaltis no pitados a favor en Villarreal (Vinícius), contra el Betis en casa (mano de Feddal), en Mallorca (Brahim), en el Camp Nou (dos clarísimos hechos a Varane), en el Ciutat (otros dos). El Madrid no había hecho grandes exhibiciones futbolísticas, pero con arbitrajes o acciones de VAR normales, se podía haber ido al confinamiento tranquilamente con una ventaja considerable e insalvable para el FC Barcelona. Ello no significa una queja, sino una constatación de la realidad, una continuación del sino marcado desde 2004, tras la traición de Laporta al candidato Gerardo González, que fue la antesala del Villarato más anti madridista de la historia.
Durante dos meses de incertidumbre por si volvía a reanudarse o no la competición, tuvimos que leer y escuchar sandeces como aquella de que “había que proclamar campeón al Barcelona” sí o sí, en un momento en el que, francamente, la prioridad de todo bien nacido era el tratar de salir lo mejor posible de la ignominiosa pandemia. Cuando por fin se dio vía libre a la celebración de las once últimas jornadas, el deseo de conquistar la 34 crecía día a día.
No podía ser que un Barcelona en permanente descomposición pudiese arrebatarnos, por errores previos de video arbitraje o por errores propios como la debacle ante el Betis, una liga que no debía ser de ninguna manera para ellos.
La historia reciente de las diez victorias seguidas del post confinamiento la tenemos todos muy fresca en la memoria. El triunfo de la fe, de la mentalidad, de la motivación, de los egos aparcados, de las ganas de ganar, llevó en volandas al equipo que, esta vez sí, creyó más que el equipo rival. Y curiosamente, la tendencia vídeo arbitral, el criterio, en definitiva, sí que mutó durante las semanas de estado de alarma. Ya no es que al Madrid le regalasen lances a favor o penalizasen a sus contrarios indebidamente, es que las decisiones justas –y comprobadas una y otra vez por VAR– fueron las que predominaron: el gol de Kroos ante el Eibar, el gol anulado a Rodrigo Moreno del Valencia, las tres decisiones (penalti a Vinícius, gol anulado a Mikel Merino y gol legal de Benzema tras controlar con el hombro) ante la Real Sociedad, la no falta de Carvajal previa al gol de Vinícius al Mallorca, el penalti a Marcelo ante el Athletic (y el pisotón involuntario de Ramos a Raúl García), el penalti del Getafe a Carvajal o el del Alavés a Mendy, jugadas todas ellas que fueron revisadas y concedidas a favor del Madrid. Aplicando estrictamente la justicia, pero sin regalar nada, simplemente no quitando, como sí que ocurría antes del parón por la pandemia.
Curiosamente, la única decisión que nos pudo favorecer injustamente (el dudosísimo penalti a Ramos ante el Villarreal, señalado por el mismo Hernández Hernández que no vio los penaltis a Varane en Barcelona o los dos que cometió el Levante), y que nos hubiese costado quizás el empate, fue en la jornada en la que el Osasuna asaltaba el Camp Nou y alejaba toda sombra de polémica que siempre se quiere agitar (recuerden diversas declaraciones sancionables como las de Rodrigo Moreno, Muniaín o el presidente Bartomeu) cuando está por medio el Real Madrid.
¿Fue milagroso este cambio de tendencia? Algo debió de ocurrir porque lo que pasó antes y después del parón fue como la noche y el día, como el norte y el sur, como el abismo y la cima. Ojalá que no volvamos nunca a los oscuros tiempos de los “penalbas”, los cero penaltis pitados contra el Barça en 78 jornadas o las cero expulsiones de Luis Suárez en liga. Que no nos quiten, y que no nos den. No es mucho pedir, aunque hasta hace poco parecía un deseo quimérico.
El deseo de conquistar la 34 crecía en la misma medida que la inmundicia procedente de las tertulias, de las portadas barcelonistas, de la cacería sin piedad contra el Madrid, en un ejercicio abracadabrante de perseguir y blasfemar contra los aciertos, entre oleadas de bilis y tsunamis de envidia, ambos manjares predilectos del anti madridismo más clásico y rancio.
Ganar la liga 34 era pues una tarea tan necesaria e higiénica, tan noble y tan superior por una parte por poder premiar al alumno que se esfuerza denodadamente por lograr su objetivo, y por otra parte por castigar a todas las fuerzas del rencor, de la insidia y de la falsedad.
La satisfacción del merecido logro ha venido además acompañada de una lección al mundo entero de toda la afición madridista, que ha sabido celebrar casi en familia, casi en silencio, con respeto y con tremenda responsabilidad, sin estridencias y sin demostraciones multitudinarias. Se puede ser inmensamente feliz sin por ello tener que poner en peligro a los demás. Esperemos que, como en tantas otras facetas de la vida, la iniciativa del club, obedecida a rajatabla por todos sus simpatizantes, sea seguida por otros clubs y aficionados de todo el mundo.
Fotografías Getty Images.
Estupendo resumen en el que coincido casi punto por punto. Y un dato más que convierte el título del Real Madrid en necesario por higiénico: esta era la Liga del Clásico aplazado en octubre porque a Tebas le pareció bien con la complacencia o las órdenes de Bartomeu y Roures. No les venía bien por muchas razones y decidieron llevarlo a mediados de diciembre, cuando peor le venía al Madrid. Y luego el arbitraje lamentable que todos vimos: HH y BB, el dúo terrible. Por supuesto con menos descanso, como siempre. Que lo de los horarios daría para otro artículo entero. Por todo ello más lo explicado por el autor, me apetecía tanto esta Liga 34.
Athos, todos hemos dudado alguna vez de este grupo y de Zidane y es normal, ni ellos son infalibles ni nosotros tampoco, además hay jugadores que ya tienen una edad y que no pueden aguantar muchos partidos seguidos como si estuvieran en lo mejor de su carrera. Sin ir más lejos Modric, que parecía que ya no podía mucho más y ahí le hemos tenido en esta fase que parecía haber vuelto a su segunda juventud por la cantidad de clases magistrales que nos ha dado.....se duda a veces pero se apoya siempre....que es lo que cuenta...
Anoche le comentaba yo a mi hermano, nosotros somos más de Champions, que esta liga había sido balsámica por todo lo que habíamos pasado con la pandemia....y aunque me encantaría ganar también la Champions me sentía satisfecha simplemente con la liga por todo el esfuerzo que habían hecho los nuestros para ganarla....
Saludos
Años prometedores por delante ,el proceso de generación de un nuevo equipo nivel champions va a ser llevado con varias ligas. O al menos sin ligas del barsa. La próxima nos la jugaremos con aleti, barsa tercero y descolgado pronto
Otra temporada con 5 cambios es otra perdida por barsa . No puede competir con 13 frente plantillas de 20 de aleti y madrid
Deberíamos poner dinero si les falta para renovar a Messi. Mientras siga no tienen forma de recuperarse
Curiosa combinación de sensaciones ha provocado en mí la consecución de este título de liga número ¡ 34 !. Desde sentirme moderadamente contento ( no debemos olvidar , ni frivolizar ante tantísimo dolor causado por aquello que prefiero no nombrar ), pasando por cierto alivio y , porque no reconocerlo, por un sentimiento de sorpresa , ni que sea relativa. Los hechos son los que son, mirando la tabla clasificatoria con los nuestros en la máxima cota y con el enemigo a 8 puntos funcionales observando con envidia cochina hacia arriba. Uno se alegra de esto y , también, se alegra por ese giro de 180 grados dado por el estamentos arbitral y VAR. Es un hecho consumado que, tras tantísimos agravios e injusticias sufridos por nuestro equipo, han llegado 10 jornadas consecutivas donde , por fin, se aplicó la justicia deportiva como Dios manda. Prefiero no elucubrar al respecto sobre los motivos. Permitidme que de rienda suelta a mis instintos y ejerza de "Floquet". Creo que esa mencionada justicia, perversamenente cuestionada y denostada por una parte de the Tinglao (medios de comunicación , "més que un club" y satélites...), obedece a una intención de mancillar el honor del Real Madrid poniendo en duda el merecimiento en la obtención de este título, además de legitimar el "8 de 11" de los sectarios. Incluso, pienso que teniendo en cuenta que el epicentro de la pan.....ha estado en Madrid, se puede ver esta liga ofrecida por el club a su ciudad como un bálsamo que intente aliviar tanto dolor. No quiero dejarme otro posible motivo, el "més que un club" se halla inmerso en una etapa de encarnizada lucha de poder por hacerse con el control del club. Creo que allí hay culers, a gusto con el "cuanto peor mejor", en busca de sus intereses particulares. Fuere lo que fuere, aquí estamos los madridistas satisfechos ante un panorama tan agradable; viendo la base azulgrana retorcerse por el suelo cual culebra dolorida y soltando espuma por el boquino.
Creo que el acopio de papel higiénico durante el confinamiento ha tenido un "papel" crucial
Jajajajajajja....
No me cabe la menor duda.
Estimado Amiguete Barney... "¿Fue milagroso este cambio de tendencia? Algo debió de ocurrir porque lo que pasó antes y después del parón fue como la noche y el día, como el norte y el sur, como el abismo y la cima."
Mi sensacion es que... la unica diferencia entre antes y despues del paron por la pandemia, es... " la ausencia de aficionados en las gradas"
La presion que ejerce el aficionado sobre las incidencias en el partido se ha hecho evidente en los estadios, tanto a favor, como en contra a los jugadores y en especial contra los arbitros. Mi opinion ha sido y sera para con ellos... "no me den, sin embargo... no me quiten"
Saludos desde el otro lado del charco, mi pequeño itsmo de Panama... Hala Madrid y nada mas!!!
Hola a todos,
Pues en la línea que Athos nos traza para dibujar esta liga, en mi caso, la 34 me deja una paz interior absolutamente sanadora.
No he necesitado, ni tampoco he querido ir a Cibeles. Estoy orgulloso de mi afición, de mi club, de mis jugadores.
Además, hay un detalle que me permite albergar esperanzas de cara al futuro. El VAR.
Es cierto que tras episodios como los señalados por Athos en su genial relato de la liga, perdí toda esperanza de justicia. Pero el cambio brutal de linea editorial, que sin ninguna duda por lo que a mi respecta, tiene que ver con la línea directa de los despachos del tito Floper y del calvo Rubiales. Me permite mirar al año que viene con ilusión, como hace mucho que no tenía.
Y sí, he disfrutado como un enano con los ríos, las cascadas del Niagara de la bilis, de medios antimadridistas en radio, tv, y prensa escrita. Viva el VAR.
Ahora, ya que los chicos nos han traído hasta el río Jordan del Fútbol, joder un empujoncito más y que se pasen por la piedra al meacolonias, coño que gustirrinín.....
...eso, eso estoy esperando, deseando, gozando anticipadamente...en Manchester deben estar muy, muy mosqueados...¡qué grande es mi Real Madrid!
No sé si se logrará, pero todo es posible. Y, si se lograse...¡ay, Malakito de mis entretelas, este año que parece que ya toca...!
¡Cómo me divierto con estas ensoñaciones!
Athos, amigo, un abrazo grande y enhorabuena.
Creo que soy el único que en agosto estaba convencido de ganar esta liga, y he estado sin dudar todo el año a pesar de los 10 puntos birlados.
Cada vez que veía jugar al Barça, y basándome en nuestra solidez , y más de un momento de inspiración y buen juego, lo tuve claro siempre.
Ahora veo difícil ganar en Manchester, pero posible. Y discutí antes de la ida que el City no es tan bueno (más de uno aquí lo veia el rival a batir) y lo mantengo después del partido: el City ganó por diez minutos nefastos y no nos dio ningún repaso, como he oído a tanto experto.
Tengo mis dudas por no jugar Ramos en Manchester pero, si pasamos: la decimocuarta caerá en agosto. Y mi sensación es que al meacolonias le ganaremos...creo firmemente en ello.
Eres muy grande, Yebrita. No lo tengo tan claro como tú, pero si hay un equipo que puede darle la vuelta a todo, ese es sin duda nuestro querido Real Madrid.
¡Por la 14 este mismo año, hala Madrid!
¡Bienvenido Yebrita! Se te echaba de menos. Disfruta, que te lo mereces. Sobre la eliminatoria del City, estoy exactamente igual que tú...
Se veía venir la recuperación del "nick", Yebrita. No me sorprende, pero me alegra.
Me alegra verte de nuevo por estos foros, Yebrita. Yo tampoco perdí la fe en este equipo, si bien veía que todavía estaba en fase de ajuste y que el VAR nos empujaba por detrás de un Barça cuyo juego era peor aún que el del año anterior, y por eso albergaba esperanzas.
Respecto al City, está difícil porque el resultado de la ida es muy malo, pero si pasamos... si pasamos, ¡que tiemblen los demás!
Gracias. A ti y a todos!
Me fui de aquí, porque en una discusión perdí las formas con Comunero. He estado de baja por angustia y depresión por maltrato laboral, unido al estrés del confinamiento, fue duro, y perdí los papeles.
Me aleje de todo porque necesitaba distancia para reencontrarme.
Ahora estoy más fuerte que nunca, trabajando, formándome y buscando otras cosas.
Abrazos para todos, familia.
Saludos Yebrita y mucho ánimo sé te echaba a faltar, este foro te necesita.
Hala Madrid!!!!
Muchas gracias!