Un año sin Lorenzo Sanz

Dígame así, a bote pronto, quiénes han sido los tres mejores presidentes de la historia del Real Madrid.

Bernabéu ha sido el padre de todo el madridismo. Y después ya que elija la gente.

¿Pero usted a quién pondría?

Hombre, pues yo creo que a Bernabéu, Florentino y Mendoza.

¿Mendoza fue mejor presidente que usted?

R: No. (Risas).

(Extracto de la entrevista de Lorenzo Sanz a La Galerna en 2017).

En la vida sucede que conoces a alguien, que ese alguien te produce una primera impresión, y que solo llegas a completar el puzzle a base de contactos posteriores. En el caso de Lorenzo Sanz, desgraciadamente, nunca pude ni podré completar el puzzle a través del contacto directo, porque se lo llevó el maldito Covid hace hoy justamente un año. Por ello me tengo que conformar con testimonios de terceras personas para corroborar la excelente impresión que me procuró cuando lo entrevisté junto a Manuel Matamoros. Algunos de esos testimonios son de alguien tan cercano como su hijo Lorenzo, que contribuyó a sacar la sección de baloncesto de la nada junto a su padre. Algunas de las personas que aparecen en el reciente y estupendo documental de Movistar, y otras nuevas, han hablado con nosotros (firmo este tributo junto a Athos Dumas) para rendir homenaje a D. Lorenzo.

Pedja Mijatovic: “Me sigo sintiendo cerca de él”

Un año ya desde el triste fallecimiento de Lorenzo y realmente, como supongo que le pasa a todo el mundo cuando fallece alguien que ha sido parte fundamental de su vida, nunca terminas de hacerte a la idea de que ya no está aquí.

No voy a descubrir que Lorenzo fue para mí algo más que un presidente, pues tenía además la facilidad para hacernos sentir a todos los que teníamos relación con él como parte de su familia. Por suerte para mi, hoy sigo manteniendo contacto cercano con su familia, lo que también me permite sentirme en cierto modo cerca de él, aunque por desgracia ya no esté con nosotros.

Sasha Djordjevic: “Un Señor con S mayúscula”

Tengo un recuerdo imborrable de Lorenzo Sanz. Fui su gran fichaje en la sección de baloncesto, a través de su hijo Lorenzo que era el responsable de ese área, claro. Estoy muy orgulloso de haber formado parte de aquella plantilla y de haber estado en el club durante la presidencia de Sanz.

Lorenzo me dio justo lo que necesita un hombre que llega de nuevas a un club: un sentimiento de familia. Siempre iba con su sencillez por delante. Siempre con un abrazo, con un “te invito a casa”. Fue un gran hombre. Un líder. Un Señor con S mayúscula. No puedo estar más agradecido al trato personal que me dio.

Ganamos una Liga imprevista y muy recordada, puesto que se decidió en el Palau. Todos recuerdan lo que allí sucedió, pero yo que pasé por ambas escuadras (Madrid y Barça) puedo asegurar que era una rivalidad teñida de gran respeto recíproco. No había odio. Un hombre como Lorenzo, además, jamás lo habría permitido.

Uno de los secretos del éxito que vivimos juntos es que sabía delegar, y lo hacía dando toda su confianza a las personas que tenía a su mando. Su hijo Lorenzo hizo también un trabajo formidable, como lo hizo Sergio (Scariolo) y la generalidad del equipo, particularmente el núcleo de españoles que formaban el corazón de esa plantilla, gente magnífica: Herreros, Angulo, Lucio, Iturbe... Gente que en todo momento me deparó esa cercanía, esa calidez tan española que gocé tanto en Madrid como en Barcelona. Don Lorenzo representaba perfectamente esa calidez. Siempre estaba a nuestro lado, felicitándonos en el triunfo y dándonos su aliento en la derrota.

La sección pasaba por una fuerte estrechez económica, pero Don Lorenzo se las apañó para inculcar ese espíritu de equipo, delegando muy bien, como digo. Todos entendimos esas restricciones y nos aplicamos para sacar lo mejor de nosotros mismos en medio de esas dificultades. Ese fue el secreto del éxito.

Míchel: “Devolvió al Madrid a donde nunca tenía que haber salido”

Casi no coincidí con él en su etapa presidencial, pero sí mucho mientras fue directivo y vicepresidente. Estaba siempre cerca del presidente Mendoza, era como su ahijado. Juntos y muy cercanos siempre. Ambos mantuvieron una imagen muy cercana.

Era un hombre de barrio y de calle con todas sus virtudes. No concedia ventaja y siempre estaba alerta para mantenerse en el lugar al que accedió de manera tan laboriosa. En lo presidencial, creo que fue una continuacion de Mendoza, si bien con más recursos y más experiencia ante las situaciones a resolver. En lineas generales estuvo acertado, y devolvió al Real Madrid a un punto de presencia de donde nunca tenía que haber salido.

Siempre tuve una relacion cordial con él, más allá de sus responsabilidades. Nunca tuve nada que reprocharle, a pesar de tener que tomar decisiones que eran lógicas y necesarias, pero que entiendo que se vio obligado a tomar creyendo que influiría de manera personal en nuestra relacion de futuro.

Fernando Redondo: “El generador del proyecto de la Séptima y la Octava”

Le recordaré siempre con mucho cariño y gratitud. Era un gran madridista, además de un gran apasionado del fútbol. Se propuso el reto de devolver al Madrid al sitio que se merecía. Fueron 32 años de espera y él lo consiguió. Fue el generador del proyecto de la Séptima, renovando el equipo, inculcándonos ese deseo que asumimos con compromiso y como un gran desafío.

También le recordaré siempre como un presidente muy cercano, con un trato muy familiar. Lo sentíamos como un amigo, como un padre, aunque con el lógico respeto derivado del lugar que ocupaba cada uno.

Son muchos los gratos momentos compartidos. Además de las dos Champions (la Séptima y la Octava), llegó también la Intercontinental, que hacía tantos años que no se ganaba. Pero si tuviera que elegir un solo momento me quedaría con su cara de felicidad cuando ganamos la Séptima en Amsterdam. Para nosotros, y para el club, aquel logro representó un antes y un después. Para él, el objetivo cumplido.

Fernando Hierro: “Por encima de todo, era un enorme madridista”

Cuando yo llegué al club, D. Lorenzo estaba de vicepresidente. Establecí una relación muy buena con él, sobre todo también porque sus hijos ya jugaban en las divisiones inferiores del club. Enseguida lo identifiqué como lo que era: un hombre humano, cercano, cariñoso. Era increíblemente afectuoso con nosotros los jugadores, y no solo con nosotros, sino con todos los trabajadores de la entidad, del primero al último.

Era un hombre sencillo, directo. En esencia, era un hombre muy normal en el trato. En el cuerpo a cuerpo, puedo atestiguar su gran afabilidad, y hablo por experiencia porque lo tuve como vicepresidente primero, como presidente después y finalmente como amigo. Le encantaba estar siempre rodeado por su familia.

Como presidente, en su momento fue el más importante de la era moderna del Madrid. Consiguió algo que se hizo esperar 32 años: la Séptima. La Séptima y la Octava situaron al club en otra dimensión, propiciando un salto de imagen enorme para la entidad. Se habían estado ganando Ligas y otros títulos, pero no esa tan ansiada nueva Copa de Europa. La Champions nos hizo volver a la elite a nivel mundial, volvimos a ser respetados planetariamente. Su figura marca un antes y un después en la historia de nuestro querido club.

Su madridismo era tremendo, como lo era su gusto por pasar tiempo con nosotros. Alguna vez no pudo pasar por la Ciudad Deportiva, como a él le gustaba, por razones de trabajo, y entonces aparecía por sorpresa en el vestuario en medio de la concentración, allá donde nos desplazáramos. Y allí departía con nosotros. Era sobre todo muy muy madridista.

Roberto Carlos: “No solamente sabía de fútbol. Entendía de fútbol”.

Lo primero que siento ante la mención del nombre de Lorenzo Sanz es agradecimiento. Fue el hombre que me fichó del Inter, y me trajo al Madrid junto con Capello, Suker, Mijatovic, Seedorf...

Para mí Lorenzo siempre ha sido y será un ejemplo, una referencia. Quería ganar siempre, pero eso no impedía que, cuando perdíamos, fuera el primero en venir a tranquilizarnos y darnos consejo. Siempre fue muy cariñoso, como un padre para todos nosotros.

Como presidente representa con exactitud lo que es conocer el Madrid. Ser el Madrid. Ganar con el Madrid. Siempre he dicho que ser presidente del Real Madrid es más importante que ser presidente del gobierno. Al presidente del Real Madrid se le conoce en todo el mundo, sobre todo si ficha a los mejores jugadores del planeta como hizo él. Junto con Florentino, es el presidente que me trae los mejores recuerdos de las mejores victorias. Antes que presidentes son personas, personas que representan muy bien a este club.

Puede que se hable más de la Séptima que de la Octava, pero los que estamos dentro del club entendemos que son igualmente importantes. La Séptima trae consigo la gloria de recuperar un trono al que habíamos tardado tantos años en volver. Volvimos a la referencia que éramos en los tiempos de Di Stéfano, Puskas, Gento... Lorenzo hizo un equipo para ser campeón, cosa que logramos en aquella Final contra la Juve en Amsterdam. La Octava se logró con un equipo con muchos cambios con respecto a la Séptima. Lorenzo aprovechó muy bien las ofertas que surgieron por algunos jugadores y así logró reformar el equipo y volver a ganar, esta vez en Paris contra el Valencia.

Siempre se dice que sabía mucho de fútbol. Saber, lo que yo llamo saber, sabemos todos. Otra cosa es entender, que es para unos pocos. Él no solo sabía, sino que entendía  perfectamente los mecanismos para formar un equipo campeón, cómo forjar un vestuario campeón con los mejores jugadores y el entrenador apropiado.

Me entristece mucho todo lo que tuvo que sufrir. Me alegra que Florentino le abriera las puertas del club en los últimos años. Florentino se le parece en la idea de fichar siempre a los mejores, y también en la cercanía con los jugadores, a los que Florentino también trata con mucho cariño.

J. Bengoechea, Athos Dumas