Día previo la gran final. Sólo se ven seguidores del Gremio de Porto Alegre, vayas donde vayas por Abu Dhabi City. Todos van luciendo orgullosos sus camisetas azules, negras y blancas a rayas por los restaurantes y por los centros comerciales. Ni una sola camiseta del Madrid, por ahora. Ya sabemos que los aficionados madridistas tan solo lucimos nuestras zamarras los días de partido, no nos hacen falta los aspavientos ni las muestras de exhibición de nuestros colores los días previos. Aun así, pinta que mañana en el Estadio Sheikh Zayed habrá mayoría de torcida brasileira, aunque los habitantes locales, tanto camareros, taxistas y recepcionistas, presumen de madridismo a todas horas.
Anoche, ya de madrugada por estos parajes, pude ver y disfrutar con la victoria del Madrid de baloncesto ante el Barcelona y con la exhibición de Doncic. Me imagino que Claver seguirá buscando su cadera por el Wizink. Esta mañana, amanecer maravilloso con vistas al Golfo Arábico, con vistas a la isla de Al Lulu, y tras un paseo por los jardines del Recreation Park, comida con dos grandes madridistas, y amigos de La Galerna, como son Jesús Alcaide y David Álvarez, de RMTV. Muy agradable, en la terraza de un restaurante italiano llamado Papagallo, a veinticinco grados de temperatura. Jesús y David no pudieron disfrutar de postre ni de café ya que tenían que ir raudos y veloces al entrenamiento del Madrid, último antes de la final.
Junto con mi amigo Alfonso, fiel a la tradición de viajar a las finales, hemos estado visitando hasta hace un rato la maravillosa – y novísima – mezquita del Jeque Fayed, primer presidente de los Emiratos Árabes Unidos. Con 4 minaretes y más de 80 bóvedas, es una mezquita que, a diferencia de algunas otras, permite ser visitada por personas de otras confesiones religiosas distintas del islam. Muy cuidada, bellamente decorada, destacan en su interior las lámparas de araña con cristales de Swarovski y la espectacular alfombra central, la mayor del mundo, cuyo coste sobrepasó los 500 millones de dólares.
Por cierto que entre los numerosos visitantes a la mezquita también se encontraban cientos de seguidores del Gremio. Sus camisetas consisten por ahora en el único elemento de ambiente de cara a la final de mañana. Es cierto que, a diferencia de otras finales y en particular las de Copas de Europa, el ambiente se suele ver la noche anterior por el centro histórico de la ciudad correspondiente. Aquí no hay tal centro histórico, ni mucho menos zona de bares ni de discotecas. Las zonas de ocio más parecidas se encuentran dentro de los propios hoteles, en especial en los pubs irlandeses donde hay música en vivo y cerveza a precios prohibitivos. Habrá que investigar esta noche para encontrar un poquito de ambiente futbolero o al menos a alguien que grite “¡Hala Madrid!” por estas latitudes.
Lo que se sabe por ahora es que en el Madrid, Sergio Ramos se ha recuperado de sus molestias que le impidieron jugar ante Al Jazira el miércoles, y que posiblemente volverá Toni Kroos al once titular. De los brasileños, aparte de la baja segura de su estrella Arthur, parece que su goleador ante Pachuca, Everton, será esta vez titular en la punta de ataque, junto a la estrella del equipo, Luan, y que su capitán Geromel formará como de costumbre en el eje de la defensa. En el medio campo, estarán sin duda Ramiro y Jailson en la dura pugna que tendrán con nuestros Casemiro, Modric y Kroos por la hegemonía del balón.
Mañana ya es el día. Y seguiremos narrando desde esta sorprendente ciudad de Abu Dhabi.
Pues, en la semifinal, pude ver en RMTV, la inmensa cantidad de seguidores madridistas que había en el estadio, todos con sus camisetas. Por cierto, no sé dónde habrán comprado esas camisetas pero, al verlos de pie, se podía observar que les venían muy grande: demasiado anchas y muy largas, hasta los tobillos.
Quizás eran chilabas! Pero pero el centro de Abu Dhabi, los días previos y el mismo día de la final, le aseguro que no había casi nadie con camisetas madridistas, en cambio las de Gremio se veían por todas partes, incluida la Gran Mezquita o los centros comerciales.