Un dicho brasileño viene a afirmar que “A primeira impressão é a que fica” y se puede aplicar tanto a personas como a lugares que visitamos. La primera vez que se entra en un sitio de culto es una ocasión que nunca olvidamos. Y miles de madridistas estuvieron por vez primera en ese estadio que tantos desvelos nos causa, llamado Santiago Bernabéu, en el trofeo que lleva su mismo nombre.
Hay muchos otros madridistas para los que el trofeo Santiago Bernabéu no tiene ese peso histórico, pero sí es un acontecimiento importante en sus vidas. Acudieron por primera vez al estadio en otras circunstancias –colándose a los últimos minutos en la grada de pie de un Real Madrid-Betis o en la celebración de una liga de Capello-, pero cada año ese amistoso supone la ocasión de ir al estadio a ver a su equipo, al que dedican tantas horas de su rutina, por vez única en toda la temporada.
El Real Madrid se encuentra en la bendita situación de que su masa social de aficionados es ingentemente superior al aforo de su estadio. E incluso más allá de su condición de club universal, en la misma ciudad de Madrid y alrededores castellanos la cantidad de merengues sigue siendo un múltiplo que roza las tres cifras del numero de localidades del coliseo de Concha Espina.
La situación del Real Madrid, común a casi ninguna otra entidad del mundo, se soluciona de una manera parecida a la de los otros equipos en similares circunstancias. Una gran porcentaje de los asistentes al estadio son socios abonados del club, mientras que se reserva un número limitado para público general y palcos, a un precio muy elevado. En conjunto, el Real Madrid obtiene más dinero de estas entradas que vende cada partido que de las cuotas que pagan los abonados que ocupan la mayoría de asientos del campo. Estos ingresos son cerca de un tercio del total de los que genera el club, que es líder mundial deportivo en este aspecto.
La ley de la oferta y la demanda, la experiencia de los últimos años y el sentido común nos indican que la situación no va a cambiar a corto plazo: la asistencia al estadio para aquel que desee acudir de manera ocasional será algo no precisamente barato. Para seguir siendo competitivo en un mundo del fútbol, en que sus rivales se nutren de inversiones extranjeras, contratos televisivos despampanantes y apoyo institucional a tocateja, el Real Madrid no puede vender sus entradas para el público general de un Real Madrid-Getafe un sábado a las 7 de la tarde a 5€ en un estadio con un aforo de 80.000 personas, gran parte de ellos socios abonados.
Otra de las tres patas que supone un tercio de los ingresos del Real Madrid es el marketing. Y en este aspecto entran en consideración las giras veraniegas, auténticas fábricas de billetes no por el dinero que el club obtiene directamente de ellas, sino por cómo la entidad vende su imagen y su producto a todo el mundo. A pesar del perjuicio deportivo que pueden suponer, son parte fundamental para que la entidad, como hemos afirmado anteriormente, tenga el músculo financiero necesario para competir en el entorno actual del fútbol. Estos viajes se prolongan hasta bien entrado el mes de agosto, restando el espacio que antes tenían torneos tradicionales veraniegos a los que acostumbraba a acudir el club, y llegando a afectar a su propio trofeo.
El último tercio de los ingresos del club viene de los derechos de televisión, y ahí tampoco vemos algo que ayude al trofeo Santiago Bernabéu. Sobran los comentarios por lo evidentes que resultan: ningún operador va a pagar nada relevante por su emisión, y su presencia en el calendario supone un desgaste en medio de las competiciones nacionales e internacionales, por cuyos derechos sí se desembolsan enormes cantidades de dinero.
Como hemos observado, a nivel económico, el trofeo Santiago Bernabéu no parece sostenible. Sin embargo, el Real Madrid no es (solamente) una gran empresa. El Real Madrid es patrimonio social y parte fundamental de sus aficionados. Una entidad deportiva puede crecer en tanto en cuanto lo hace su masa social; y si bien es absolutamente imprescindible apostar por la universalidad, seña de identidad del club, tampoco debe olvidar sus orígenes ni a otro tipo de aficionados.
A los aficionados que acuden al trofeo Santiago Bernabéu, en su inmensa mayoría no socios, y asistentes al estadio solo cuando las entradas tienen un precio bajo, no les importa la entidad del rival. No les concierne tampoco demasiado la fecha –mejor si es antes de que empiecen las clases y, en caso contrario, a una hora razonable para los niños– o si el once que va a presentar el equipo mezcla titulares y suplentes. Solo les importa que juega su Madrí en el Bernabéu, y que por vez única en la temporada, tienen capacidad económica para verlo desde el estadio con familiares y amigos.
Opino que, si bien la presencia del trofeo no ayuda a nivel deportivo ni económico, hay motivos suficientes desde el punto de vista social para su realización mientras muere el verano. Un amistoso así, aunque no aporte, tampoco es algo que vaya a lastrar la proyección económica o deportiva del equipo esa temporada. A cambio se genera imagen de marca a nivel local, se recuerda qué es el Real Madrid, con un estadio en Chamartín, y que no es un ente ajeno en una galaxia alejada de su aficionado. Por encima de todo, se permite a miles de madridistas, muchos de ellos niños, contemplar a sus ídolos en el césped por primera vez fuera de una pantalla.
Las impresiones de estos aficionados no dan dinero, pero aportan muchos intangibles. Más allá del lado sentimental, cada nuevo madridista que se consolide y viva con pasión su identidad a lo largo de su vida es un triunfo para el Real Madrid. El tiempo y los recursos que esa persona dedique al club de sus amores a lo largo de su vida puede que nacieran en un Real Madrid-Oporto una calurosa noche de agosto de 2015.
Buenas tardes D. Javier acabo de leer su artículo detenidamente y no puedo esta más de acuerdo, el trofeo Santiago Bernabéu es una excelente oportunidad de hacer marca, pues bien comercializado se puede ver en todo el mundo, una oportunidad magnifica de hacer "piña", con sectores del madridismo que no pueden acudir habitualmente, aún recuerdo con cariño la ilusión que me hacia el trofeo BERNABEU, en los años 70 y 80, de poder ver a los nuevos fichajes, y porque seguramente no volvería a pisar el estadio hasta el año siguiente ( me hice socio en el 87). En resumen, oportuno y bien tirado artículo en pro de la recuperación del trofeo, siempre que el calendario lo permita.
Para terminar una cariñosísima puntualización, usted es castellano, porque nació en Madrid, a pesar de que la comunidad de MADRID, fue separada miserablemente durante la transición, de su espacio vital Castilla La Nueva, por imposición de vascos y catalanes que no querían una Castilla fuerte y unida que les impediría mangonear a su gusto, Madrid sigue siendo una comunidad castellana, a pesar de los ímprobos esfuerzos de los de los miserables que nos gobiernan, desde hace décadas. RESUMIENDO: USTED ES CASTELLANO PORQUE NACIO EN MADRID, de castellano a castellano. Saludos blancos y comuneros.
NOTA: escriba más a menudo lo hace bien y es interesante lo que cuenta
Teneis razón compañeros, pero a mi me da la impresión estos ultimos años que se lo quieren quitar de encima y no saben como. Saben que el asunto llevaria un revuelo considerable, pero parece como que con las giras tan programadas y demas amistosos no quedase tiempo ó que (la mas acertada) al Madrid le es mas rentable un amistoso en cualquier lugar, que jugar su propio trofeo. Ya sabemos com las gasta Florentino y su modelo de gestión. Volviendo al tema, veo que en esta ultima decada los trofeos veraniegos, no es que tengan mucha importancia para los grandes clubes, que como sabemos necesitan grandes fuentes de ingresos, parece que queda como algo del pasado, que les interesa mas llenar un estadio fuera, que todos pagan una localidad y hay mas intereses de por medio, a el suyo propio que una parte son abonados.
Yo considero que el trofeo Bernabeu debería ser el ultimo,el que cierra la gira, justo antes de empezar la liga (a veces a sido asi y otras no) donde ya presentas a tu publico el 11 definitivo, el elegido y contra un rival a la altura, todos sabemos que ninguno de los dos va a darlo todo, es un trofeo claro está y mas empezando la liga, pero el problema de siempre, es el comienzo dispar de las ligas en Europa. Pienso que debería buscar la manera de reactivar el trofeo, que generase ingresos extra, aunque por mucho que me duela no se jugase en el Bernabeu. No debe quedar en el olvido.
un saludo y Hala Madrid!!!
Buen articulo Javi, para muchos, esas impresiones que tan bien has descrito, las hemos vivimos en primera persona, algunos incluso hemos aprovechado el día de presentación del equipo en el Bernabéu para ver de cerca sus últimos y deslumbrantes fichajes, eran días propicios para iniciar a los chavales, pequeños alevines.
Imagino que cuando el club no celebra el trofeo Bernabéu será por importantes problemas de calendario, pero bien está recordarle la importancia de estos eventos para los desafortunados seguidores que no pueden visitar nuestro glorioso estadio con toda la frecuencia que desearían.
Un abrazo Javi.
Real Madrid 1 (Zamorano) Ajax 0 (Trofeo Bernabeu - 1995) Mi primera vez en el Bernabeu. No olvidaré nunca como brillaba el césped!!!