Las últimas semanas de competición he estado experimentando una especie de “flashback”, de Dèjá Vu, que ha logrado perturbar mi esperanzadoras sensaciones respecto a mi querido Real Madrid para la presente temporada.
Así, siempre que he podido, en cualquier ámbito, he respaldado esa decisión del presi, seguramente apoyada y secundada por José Ángel Sánchez, de promover el regreso del entrenador italiano a la “Casa Blanca”. Sirva entonces este comentario y todo lo dicho antes para fortalecer la idea de que lo que voy a exponer en este artículo, equivocado o con razón, está dicho desde la máxima objetividad posible.
Volvamos entonces con mi “flashback”. Usando ese término quería decir que en las más recientes semanas sentía estar experimentando lo mismo que cuando el mismo entrenador ocupaba el banquillo del Madrid en 2015. Tras el maravilloso hito de la Décima en junio de 2014 (también a las órdenes del técnico italiano), el equipo tuvo un inicio de 2015 espectacular. Partidos alegres, con buenos resultados y en los que mostró al mundo un fútbol que no pocos catalogaron como lo mejor que habían visto en los últimos años, desde mi punto de vista, con mucho fundamento. El Madrid ganaba y divertía, era una máquina muy bien engrasada que deslumbraba con su fútbol rápido, vertical y efectivo. El Bernabéu y el Madridismo estaban viviendo un sueño consolidado con un nuevo trofeo (El Mundial de Clubes Marruecos 2014).
Sin embargo, con el paso del tiempo, la ascendente curva de rendimiento de un muy alicaído Barsa hasta entonces, sorprendentemente se cruzó con la descendente de un Madrid que ya no enamoraba. Los de Cataluña, tras haber tocado fondo en febrero envueltos en una crisis deportiva e institucional sumamente seria, con Luis Enrique y Bartomeu prácticamente en la pista de salida, casi heridos de muerte, increíblemente y quizá espoleados por la inesperada caída libre de su eterno y mas encarnizado rival, logró igualarse con este. Y poco después, el resumen de lo que deparó el resto de la temporada: Un Real Madrid “en blanco” (nunca mejor dicho) y un doloroso triplete en las vitrinas de un renacido F.C. Barcelona.
De manera que, totalmente incrédulos e impotentes, millones de madridistas vimos desinflarse irremediablemente a un Madrid portentoso en cuestión de semanas, desde mi punto de vista, muy probablemente (y esto no dejará de ser una hipótesis) debido al exceso de minutos en las piernas de aquellos jugadores habituales en el sistema de Ancelotti, unido a una pérdida tremenda de confianza y motivación de cada uno de aquellos futbolistas que en el banquillo esperaban, sin éxito, ser relevos de valor para estos y trascendentes para la “causa blanca”.
Ahora, “regresando al futuro” nuevamente, es precisamente esa la sensación que me deja últimamente, partido tras partido, el Madrid de hoy. Con una plantilla plagada de extraordinarios jugadores, doblando notablemente posiciones, pero preocupantemente dependiendo cada vez con más asiduidad de los mismos 13 protagonistas.
Profesionalmente, en diversos ámbitos he comprobado como la falta de confianza y de motivación de los individuos pertenecientes a equipos de trabajo de distinta índole incide monumentalmente en el desempeño individual, y por ende, en el colectivo. De hecho, investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Harvard han detectado que el éxito profesional está vinculado a la inteligencia y a las capacidades técnicas solo en un 25%, mientras que el 75% depende de los niveles de optimismo, del apoyo del entorno social y de las habilidades de ver el estrés como un reto en lugar de como una amenaza, variables “todas" que se ven mermadas con la pérdida de confianza y la falta del sentido de pertenencia en el caso de un jugador de fútbol.
Tomando en consideración lo anterior y entendiendo que claramente se trata de funcionamiento humano, insistiré sobre lo que he escrito en otras oportunidades respecto a que el futbolista antes que futbolista es ser humano, por lo que si no fortalecemos esa condición integralmente y la tomamos en cuenta permanentemente, no podemos esperar resultados grandiosos. De manera que categórica y responsablemente reitero que obviar la necesidad de fortalecer al futbolista desde el punto de vista “no-deportivo” será determinante en su desempeño, sin importar su talento ni sus capacidades (técnicas, tácticas y físicas). Es muchísimo lo que he estudiado, investigado, trabajado y analizado sobre eso, y puedo asegurarles que resulta clave para lograr que atletas y equipos sean capaces de ofrecer desempeños acordes con sus capacidades técnicas y no por debajo de lo que estás razonablemente sugieren, cuestión que cada día vemos con más frecuencia en el mundo del fútbol (jugadores con potencial de 10 que no son capaces de rendir si quiera un 6, precisamente porque estos factores extra-deportivos no están óptimamente atendidos).
Dicho eso, y uniéndolo con la idea con la que he empezado este artículo: humildemente pienso que mi querido “Carletto” corre el riesgo de estar obviando (con su mejor intención, sin duda ninguna) que la falta de minutos de 12 o 13 de sus jugadores resultará clave para su desempeño, y por ende, para el devenir de la temporada del equipo cuando todo empiece a decidirse por allá en marzo del 2022. No dar suficientes oportunidades a grandísimos talentos demasiado acostumbrados a calentar el banquillo últimamente y ver como inexorablemente se diluyen su confianza, su motivación y su autoestima, es difícil que no pase factura cuando en la recta final de la temporada las desgastadas piernas "y cabezas" de los regulares digan basta, y haya necesariamente que optar por los alternativos, quienes triste y lógicamente no podrán mostrarnos todo lo que son capaces de dar en realidad.
ancelotti corre el riesgo de estar obviando que la falta de minutos de doce o trece de sus jugadores resultará clave para su desempeño
Cito expresamente este caso y no otros, porque la posición de Cassemiro y Blanco ha demostrado ser vital en el esquema de Ancelotti, especialmente ahora que pareciera que el 4-3-3 es definitivamente innegociable después de varios intentos de probar insatisfactoriamente otros esquemas tácticos. Para bien o para mal, es la pieza que equilibra todo el sistema, más si consideramos que Modric y Kross son inamovibles pero ya no tienen el fondo físico de otras temporadas para contribuir más con tal balance. Cuando falla nuestro medio-centro, el desbarajuste suele ser tan peligroso que el Madrid sufre tremendamente, incluso inconcebiblemente, en muchas oportunidades. Aparte, sucede además que esa posición crítica para el sistema del técnico italiano solo puede ser ejercida “naturalmente" por Cassemiro o por el chico de Córdoba (ensayos con Kross o Camavinga han resultado desalentadores). Por ello enfatizo mi inquietud en este caso y opino que cada día que pase sin que se empodere al joven canterano como verdadera alternativa al medio-centro titular, es un nuevo cuchillo para la garganta del propio Madrid, sencillamente porque es imposible que el brasilero lo juegue todo de aquí a final de campaña.
También me inquietan los escasos minutos de refresco que se le da a todos los demás titulares de otras posiciones, en apariencia menos sensibles que el medio-centro, en detrimento del progreso y/o del fortalecimiento de jugadores que pudieran ser mucho más importantes en determinados momentos. “Quizá", sea el caso de Mariano, Asensio, Nacho, Jovic, Isco, el propio Hazard (caso para un artículo aparte), entre otros. Y digo “quizá”, porque probablemente el entrenador tenga razones para entender que estos futbolistas no se han ganado tales oportunidades, pero no por ello me preocupa menos la realidad, porque es un hecho irrebatible que ninguno de los 13 titulares habituales será capaz de llegar, ni siquiera a marzo en óptimas condiciones, si no goza de la necesaria dosificación que una temporada tan exigente sugiere.
100% de acuerdo
Estoy de acuerdo también. Pero si Carletto empieza a rotar y los resultados no acompañan, habría que pedirle al Bernabéu que se guarde los pitos y el runrún. Y lo mismo digo de muchos que comentan aquí, que a la mínima ya están despotricando. No hay paciencia en casi ningún sitio, incluyendo el palco.
Cibeles, ese runrún al que haces referencia, también se escucha claramente cuando el partido está sentenciado y a falta de 10 minutos siguen en el campo arrastrándose Benzema, Modric, etc. Pasan los minutos, y no se hace ningún cambio.
Como sugiere el artículo, con temporadas tan sobrecargadas de partidos y algunos jugadores mayores y jugándolo absolutamente todo (selecciones nacionales incluidas), no se entiende que no se haga más uso de los cambios. Y más ahora con el cambio de normativa respecto a las sustituciones que se pueden hacer por partido.
Es una variable táctica que en mi modesta opinión, no estamos sabiendo aprovechar del todo.
Saludos madridistas.
Es que es muy difícil conseguir un equipo B que funcione bien. Lo consiguió Zidane en la temporada en que ganamos la Liga y la Champions, entre otras cosas (2016-2017).
Estoy totalmente de acuerdo en que hay que dar más descanso a algunos jugadores y desconozco por qué no lo hace Carletto. Quizá no confía en los que hay, a nosotros nos parecen buenos muchos canteranos pero no los saca. Se le achacaba a Zizou que rotaba poco pero al lado de Carletto es el rey de las rotaciones.
Amén.
Amén al primer comentario del runrún y la paciencia.La paciencia es poca y se quieren buenos resultados, ya.Supongo que hay otros factores ,a parte de la confianza , calidad de plantilla ,que podemos suponer pero que desconocemos.
A Zizu cuando rotaba se le achacaba que rotaba mucho, que no había un once reconocible y cuando dejó de rotar,que no daba descansos suficientes, que tenía manías....
Opino que un fútbol ofensivo , alegre y fuerte en defensa exige una forma física espectacular y desgasta más favoreciendo lesiones.Supongo que el frágil equilibrio es fruto de la combinación de muchos factores y necesita algo que al Madrid se le niega : PACIENCIA.
"Con una plantilla plagada de extraordinarios jugadores, doblando notablemente posiciones"
Discrepo, el eje del equipo, (centrales, mediocentro y goleador) en modo alguno esta doblado notablemente. Sobran jugadores en otras posiciones y faltan en estas.
En parte, estoy de acuerdo con Ud, pero el fondo del artículo creo que lo suscribimos la mayoría de los lectores.
Ancelotti no insiste en los jugadores que no le responden cuando les da oportunidades, lo vimos en su anterior etapa con Illarramendi y lo vemos ahora con Hazard o Isco, por poner ejemplos.
En lo que sí ha cambiado de aquella etapa es en la estrategia de juego :el equipo ahora es menos "espléndido" en ataque, y eso que gana la portería de Courtois. Obviamente, se vive mejor con Cristiano, Benzema y Bale con 7 años menos.
El problema está en lo de siempre. Nos miramos el ombligo y soltamos aquello de que buenos somos,tra lala. La cuestión reside como en estos últimos años,que los que están en el banquillo tienen el nivel que tienen,y eso lo comprueba día a día Ancelotti como hace poco Zidane. Creer que jugadores del actual Castilla les puedes meter en partidos de riesgo en primera división es un chiste. Creer que tipos como los actuales, Isco,Bale ,Jovic o el actual Hazard te van a dar el mismo rendimiento que los titulares es ciencia ficción. La realidad es que la planificación por ejemplo,en medio campo,ha sido inexistente porque el supuesto refuerzo es un niño de 18 años que podrá ser,pero de momento no es.Recuerden los fracasos en la Copa del Rey los últimos años. Alineaciones dando minutos a los suplentes y a la calle. El Barcelona por necesidad,jugando con los jóvenes donde está? Es muy fácil hablar porque es gratis,pero luego el césped te pone en tu sitio.
Al Atleti y al Farsalona el césped los ha puesto en su sitió, ¿ verdad ? ¿ Algo qué decir de la planificación deportiva ? Jajajajá.
El artículo lo explica muy bien. El titular me parece exagerado, porque Ancelotti es obvio que está tirando de más , 3-4 más a pesar de las bajas por lesión, de 13 jugadores.
Y muy de acuerdo con el comentario de Cibeles sobre que en el Madrid no hay paciencia. Y que ,si se rota y se pincha, las críticas serán feroces y no se reparará en que todos han de participar para no agotar a los más habituales. Me quedo con lo que dice el propio autor.Nadie como el entrenador para tener datos y decidir lo más conveniente al respecto.
No debe caer en saco roto la experiencia anterior.
Si se permiten cinco cambios, hay que procurar exprimir esta ventaja, cualquier suplente del Madrid, es superior a la mayoria de suplentes de los equipos rivales. Perder el miedo a sacar a jovenes. Acaso Blanco, Camavinga, Miguel, Jovic, Rodrigo...no serian titulares en el 90% de los equipos de nuestra liga?. Menos miedos. Mas refrescar el equipo y pensar que los titulos se ganan de abril a mayo.