Exhibición y Supercopa fue el título elegido por Jesús Bengoechea para la crónica de la victoria por 4-1 del Madrid frente al Barça. Dos palabras unidas por una conjunción copulativa que informan y resumen de manera concisa lo sucedido ayer en Arabia. Pero la exhibición no se refiere solo al juego desplegado, hay quien también se exhibió de otro modo: Toni Kroos.
En el minuto 81, Ancelotti decidió retirar del terreno de juego al 8 alemán para dar entrada a Luka Modric. Toni se dirigió a la banda bajo una borrasca de abucheos. Cuanto más pitaban, más calmado se desplazaba el germano, para prolongar el estado de ira de los súbditos de la satrapía saudí y dejarlos en evidencia delante de todo el mundo.
Kroos caminaba hacia la línea de cal con el aplomo de Gary Cooper equipado con la razón y el respeto por los derechos humanos como revólveres. Solo ante el peligro, Toni se gustaba y aprovechaba para lucir una media sonrisa cuando arreciaban los denuestos tormentosos.
Los aficionados de Arabia Saudí no están acostumbrados a que les digan las verdades sin tapujos, más aún cuando disponen de todo el dinero del mundo para comprar voluntades y lavar mediante el fútbol la imagen de un Estado en el que se vulneran recurrentemente los derechos de las personas.
Toni Kroos fue claro hace unos meses: “La falta de derechos humanos es lo que me impediría irme allí”.
Para poner en contexto la naturaleza de este país es necesario resaltar que se trata de la tercera nación del mundo en la cual se aplican más penas de muerte. Solo en 2022 se llevaron a cabo 196 ejecuciones. A pesar de que las autoridades de Arabia habían comunicado que iban a cesar las penas capitales a menores de edad, han seguido realizándolas.
La arbitrariedad y la represión de los poderes del Estado se traducen en condenas de entre 15 y 45 años por defender la libertad de expresión en Twitter. Salma al Shehab, por ejemplo, fue condenada a 34 años de prisión por defender los derechos de las mujeres en la citada red social. También son habituales las torturas, los malos tratos y la vulneración de los derechos de las personas homosexuales.
Kroos caminaba hacia la línea de cal con el aplomo de Gary Cooper equipado con la razón y el respeto por los derechos humanos como revólveres
Ya en la semifinal contra el Atlético de Madrid, Kroos fue pitado en cada balón que tocó desde que salió del banquillo. A pesar de lo cual impartió una nueva lección magistral de fútbol descosiendo al conjunto del Cholo. Al concluir el partido, publicó un lacónico e irónico: “Fue divertido, un público increíble”.
Ayer, no solo fue increpado por la grada durante la sustitución, sino que al concluir el encuentro, mientras la cámara lo enfocaba, volvieron a arreciar bilis dictatoriales sobre Toni, quien se limitó a sonreír de nuevo y saludar sin inmutarse.
Pitar a Kroos es como insultar al Sol y pretender que los improperios afecten al astro rey.
Estas faltas de respeto a quien defiende precisamente el respeto por los derechos humanos no son sino un halago. Toni Kroos es el mejor centrocampista alemán de todos los tiempos, y sin embargo es aún más grande fuera de los terrenos de juego.
Getty Images.
Maravilloso
Grande Toni. Echo en falta más jugadores como él.
Grande Toni. Echo en falta más jugadores como él.
Paco, escribes verdades como puños. Es un artículo valiente como lo es nuestra querida Galerna.
para mi un Titan, gran jugador y mejor persona...... pero hay individuos qu viven en la Alta Edad Media
Esos subditos que emitían ese sonido gutural,no se percataron que,al hacerlo,todos los jugadores del campo sabian ya quien tenia el balon;a sus compañeros el sonido les daba confianza,les tranquilizaba, para el equipo contrario ese sonido significaba:peligro.
Admirable Toni Kross,como profesional y como ser humano.