Las portadas de hoy celebran el pase del Barça a la Final con desigual acierto, y crean tensión competitiva (e incluso sexual, como se verá) en torno al decisivo partido de Champions League que esta noche disputa nuestro equipo ante la Juventus de Turín.
Hay que ver cuántos y qué gratos recuerdos puede traer el simple nombre de una ciudad en rojo, sobre todo cuando uno comprende de inmediato lo que el rojo significa. "¡A Berlín!", titula Mundo Deportivo con justificado júbilo que, sin embargo, solo sirve de marcado contraste con lo de las tres ciudades en rojo escritas encima, especialmente (ay) ese rojo de Sevilla. Cuántos y qué dulces recuerdos de una época (los más jóvenes no nos creerán) en que estaba mal visto alegrarse porque un equipo español (por entonces existía un consenso real respecto a que lo era) fallara todos y cada uno de los penaltis de la tanda destinada a dejarle para la posteridad como muy digno finalista de la Copa de Europa ante todo un Steaua de Bucarest. Regocijarse ante estas cosas entraba por entonces en la categoría del vicio solitario, al cual uno se entregaba furtivamente sin más restricción que los que marcara la siempre laxa Madre Natura. Todo placer se disfruta más cuando es pecado, y por eso ahora tendrá menos gracia ver caer al Barça en la Final.
Aunque tampoco estará mal.
Por su parte, Sport comparte la euforia de su hermano no sé si gemelo (pero bastante intercambiable) sin cometer en cambio la imprudencia de acordarse de la Final de Sevilla y la mágica tanda de penaltis ante el intratable Steaua. No nos ahorra en cambio Sport imágenes del vestuario del Barça al término de su partido ante el Bayern B (ángulo inferior izquierdo). Una de dos: o a las lenguas salaces de Neymar y Alves les falta un helado que chupar, o el Photoshop ha querido ahorrarnos algún detalle escabroso. Desde el beso con lengua de Stoichkov y Koeman cualquier cosa es posible, y los tiempos no han añadido decoro.
"El Barça espera en Berlín", asevera As. Igual, aprovechando que ya están allí, ignorando al parecer sus compromisos previos ante el Atleti y el Dépor, no es mal momento para asaltar la Liga.
Por lo demás, los dos titulares de Buffon y Allegri saldrian mucho más bonitos pasados por una coctelera. Allegri: "Serán noventa y cinco minutos ingratos, injustos e inauditos". Buffon: "Los pitos a Casillas son largos e interminables". Estas últimas (y ficticias) palabras de Buffon nos remitirían con gran facilidad al espacio publicitario que está justo debajo, brindando un extraño sentido de unidad a esta portada.
A los chicos de Marca les ha salido una portada tan impactante como la de la hernia de Bale que esta vez, además, ni siquiera necesita ser mentira para subyugarnos. Enhorabuena y sin la menor ironía: es un portadón.
Y atención. Si el periódico más leído de España insiste en que el Barça ya está en Berlín (ángulo inferior izquierdo), coincidiendo por tanto con lo noticiado en el Diario de la Ouija, no veo razón alguna para no aprovechar su no comparecencia en el Calderón ni ante al Dépor para darle un golpe a la Liga, en un inesperado giro de los acontecimientos.
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