Buenos días. Sergio Ramos ya está aprendiendo inglés. A partir de ahora, su felicitación navideña en el idioma de Yeats rivalizará con la que la Reina de Inglaterra lleva a cabo en la BBC. Nada tendrá que envidiar a esta en términos de corrección gramatical e intachable dicción. Por lo demás, Casillas se va también pero no sabemos qué idioma está aprendiendo.
Gracias, Diario As, por quitarnos años de encima. Gracias por mantener nuestras pieles tersas, nuestros cuerpos lozanos. Nos haces jóvenes con esas portadas en las que volvemos a fichar al Kun Agüero, como en aquel verano donde nuestro corazón se abrió al amor, o al refocile playero. No contento con eso, ahora, recuperas la rancia fórmula "El jugador está aprendiendo (...)" como prueba definitiva del inminente fichaje de un jugador por un club de un país en el cual se hable el idioma (...). Era una fórmula que no veíamos hace tiempo. Me suena a antaño, cuando éramos jóvenes e inexpertos.
"Karembeau está aprendido español", leíamos.
-Español y no catalán- musitábamos.- ¡Bien!
Lo próximo será que Sergio Ramos está indignado con el Madrid porque no ha salido a desmentir que esté recibiendo clases de inglés.
"REAL MADRID. COMUNICADO OFICIAL. Por la presente hacemos constar que es falso de toda falsedad que nuestro jugador Sergio Ramos esté recibiendo lecciones de inglés. Su único contacto con dicho idioma se produjo hace tres años cuando adquirió en un quiosco tres fascículos del método Vaughn que ahora usa Pilar para una mesa coja del jardín. Un día, en el tercer año de Mourinho, trató de decir past participle y fue ingresado de urgencias con un cuadro de ansiedad e insuficiencia cardio-respiratoria".
Our dearest Diario de la Ouija: you might as well sod off and leave us alone.
Marca, por su parte, pone el acento en la inminente (?) salida de Casillas. Titular "Casillas en la puerta de salida" e incluir en la misma portada un anuncio con soluciones para los problemas de erección nos parece una redundancia. Es una especie de sobredosis de afrodisíacos que solo puede acabar en un priapismo imbatible. Aunque nos gusta darle alguna a Marca, en La Galerna somos más de guardar el vigor para As, no por nada, sino porque va pidiendo guerra de modo mucho más casquivano. Tan casquivano como Laporta arrimando little onion (seguimos con el curso de inglés) con las desaforadas fans, entre las que se cuenta la estelada. "Independentista Laporta", nos cuenta Marca, como quien descubre el Mediterráneo. En La Galerna apostamos con fuerza por una victoria de Laporta, y con ello queremos decir tanto que pensamos que va a ganar como que queremos que gane. Queremos ver a Iniesta jugando cabizbajo con una camiseta que ponga (otra vez en la lengua de Shakespeare) "Catalonia is not Spain" para ver si se modifica en algo el rictus de nuestro cuñado del Barça, natural por más señas de Valladolid, cuando siga diciendo lo de "A mí la política me da igual, yo soy del Barça por el fútbol".
No sé a ustedes, pero a nosotros una portada de Mundo Deportivo que hable de fichajes pero no añada la coletilla "El jugador aceptaría no jugar hasta enero" nos deja como huérfanos. "Siento que algo echo en falta, no sé si será el amor", que cantaban los Celtas Cortos en el primer verano en el que fichamos al Kun Agüero. No es el amor lo que echamos en falta, sino el lema del verano por excelencia, la tonadilla chiringuitera de las vacaciones. Nosotros lo de "El jugador aceptaría no jugar hasta enero" lo vemos (es un decir) convertido en reggaetón. Lo vemos -lo escuchamos- y nos cuadra.
Ni rastro del ritmo del verano en la portada de Mundo Deportivo, y eso que el guión parece exigirlo. Qué decepción. Nos quedamos sin saber, en esta carambola que involucra a dos jugadores y no sé cuántos clubes, si Pogba aceptaría no jugar hasta enero o no. Nos quedamos sin saber, de hecho, si cuando el Barça bloquea los derechos del crack (?) del Fluminense Gerson le hace saber a este que el jugador por el cual va a terminar siendo canjeado no podrá jugar hasta enero, y si Gerson lo acepta o, por el contrario, manifiesta renuencia en este extremo.
Hoy nos dejas jodidos, Mundo Deportivo. No puedes salir a tocar el último disco y no animarte con tu gran clásico, aunque sea para los bises.
Sport, en cambio, nos reconforta. Neymar pide perdón. No se hable más. Pelillos a la mar, sobre todo si atendemos a la cara con la cual el astro brasileño solicita nuestras disculpas. Fijaos cómo, incluso, se aparta levemente el headphone izquierdo para prestar atención al otorgamiento de nuestro perdón, que ya descuenta en su pulgar enhiesto.
Nosotros, qué queréis que os digamos, cuando nos piden perdón así nos derretimos.
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